Rivadavia de Lincoln derrotó anoche a Mariano Moreno, en la gran final del Torneo Clausura "Copa Sergio Lippi", disputada en la cancha de Jorge Newbery, y extendió su reinado en la Liga Deportiva del Oeste.
El Albirrojo se impuso por penales, luego del empate 1 a 1 en los 90 minutos reglamentarios, y dio su segunda vuelta olímpica consecutiva, apenas unos meses después de haberse quedado con el Torneo Apertura, en una campaña que casi no tuvo fisuras.
Esta vez, el curso de la historia fue diferente, aunque con el mismo desenlace de gloria para los dirigidos por Elio Núñer, que le amargaron la noche al Bataraz y lo condenaron a un cierre de año para el olvido, luego de la eliminación del Torneo Regional Federal Amateur, el domingo pasado, cuando tenía la clasificación al alcance de la mano.
El encuentro se planteó de ida y vuelta desde el arranque, con ritmo vertiginoso, pero con el cuadro linqueño intentando plantarse en territorio rival. Así, cuando no encontraba profundidad en los metros finales, el equipo de Núñer avisó con un remate desde el borde del área de Servando Gnasso, que exigió una respuesta espectacular del arquero bragadense Marco Del Río.
Respondió Moreno cerca de los 20, con un tiro libre desde la izquierda del delantero Adrián Martínez, que cayó en el área y encontró el cabezazo del defensor Cabral y luego la atajada del arquero Rodríguez. Pero, a los 30, nuevamente de tiro libre, esta vez Martínez decidió rematar directo al arco y desató el primer grito de la noche, tras vencer la estirada de Rodríguez.
El gol pareció animar a Moreno, que fue por el segundo y casi lo encuentra, con un remate del atacante Adrián Yagusiezcko, que no consiguió crearle peligro a Rodríguez. En el complemento, nuevamente Yagusieczko avisó con un tiro de media distancia, que se fue apenas desviado.
Moreno estaba mejor en el partido y hasta se benefició de la expulsión del ingresado mediocampista Rodrigo Crespo. Sin embargo, cuando parecía que los de Cóppola tenían todo a su favor para liquidar el trámite, llegó un centro de Illescas, cabezazo del central Pablo Moreyra y el toque final de su compañero de zaga, Bautista Ochoa, para marcar el impensado 1 a 1.
La tensión se apoderó del Bataraz, que comenzaba a temer la reaparición de los fantasmas del partido del pasado fin de semana, frente a Argentino de Chacabuco, que decretó su eliminación del Federal. A los 30, desbordado por el nerviosismo, Adrián Martínez vio la tarjeta roja y dejó a su equipo con diez. Ya sin superioridad numérica, Moreno no encontró fuerzas para ir por el gol de la victoria y todo se definió por penales.
Al momento de la verdad, el arquero Rodríguez se vistió de héroe, para contener los remates de Emmanuel Sicuelo y Adrián Yagusiezcko. Pero fue el disparo desviado de Pablo Aranda el que aseguró el bicampeonato para Rivadavia.
Un nuevo título para el club de Lincoln, que ahora se enfoca en su duelo por la segunda fase del Federal, el próximo fin de semana, ante Viamonte FC. Para el Bataraz, un cierre de año con sabor amargo y manos vacías. Serán días para recobrar energías y renovar ilusiones en el próximo Torneo Nocturno, que iniciará en diciembre. En el Albirrojo, en cambio, el nuevo título llegó como la confirmación de su condición de dueño y señor de la liga juninense.
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