Las pensiones en los clubes del fútbol argentino se transformaron, con el paso de los años, en espacios muy importantes para la formación de los chicos que sueñan con ser futbolistas profesionales. Allí conviven los deseos con las ilusiones y las ganas de triunfar en el deporte más popular a nivel mundial.
La pensión del Club Atlético Sarmiento no es la excepción y, como en las demás instituciones, alberga a muchos jóvenes de distintas edades que tienen como objetivo común llegar a jugar en Primera División.
Casos como los de Luciano Gondou, Julián Brea y Federico Paradela, que pasaron por la pensión del Verde y hoy pertenecen al plantel profesional, son algunos de los más resonantes.
Pero para que los anhelos se conviertan en realidad, se requiere de un intenso trabajo de conducción y formación. Juan Carlos Pírez es el encargado de coordinar las categorías formativas de Sarmiento desde hace ocho años y en diálogo con Democracia describió cómo es el día a día en la pensión del club juninense.
“Nosotros tenemos dos grandes preocupaciones, una es el colegio y la otra es el fútbol, pero al final de todo, lo principal es que los chicos se encuentren bien desde lo anímico, porque si no son felices, no sirve. Tratamos de que la pasen bien, tanto en la convivencia como en otros aspectos. Todo lleva una dedicación de tiempo”, manifestó.
La pensión del Verde alberga a las categorías menores que compiten en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), como la Séptima, Octava y Novena. Residen allí jugadores de entre 14 y 16 años. Además, el club cuenta con tres casas, en las que moran las divisiones mayores, como Cuarta, Quinta y Sexta.
Ganas de triunfar
Tomás Lala tiene 16 años y es oriundo de Chacabuco. Es uno de los juveniles que viven en la pensión, a la que llegó hace casi cinco años.
“Tuve la oportunidad de venir y en mi pueblo la liga era distinta. Me recomendaron para estar acá y quiero llegar a triunfar y cumplir mis objetivos", relató Lala, quien comentó que visita "semana por medio" a su familia.
Otro de los juveniles que arribó desde el interior bonaerense es Juan Cruz Lanes, categoría 2008, proveniente de la ciudad de Azul.
“Llegué acá luego de una prueba en Olavarría, estaba en la búsqueda de un club porque me encanta el fútbol y desde el primer momento estaba convencido de querer venir. Mi familia me apoyó y está contenta”, afirmó el futbolista, de 14 años.
Los incipientes talentos también provienen de más allá de los límites de la provincia de Buenos Aires. Nicolás Filippa es de Serrano, Córdoba, y aseguró a Democracia que llegó a Sarmiento “para cumplir el sueño de jugar en Primera”.
También cordobés es Federico Conte, de 15 años, quien vino a Junín detrás del anhelo de "llegar a ser futbolista profesional", aunque no dejó de reconocer que "muchas veces, se extraña a la familia”.
Jugadores distintos
Más allá de las cualidades futbolísticas, Pírez destacó la importancia de acompañar a los jóvenes más allá de lo que ocurre en el campo de juego. De esta manera, los chicos que viven en la pensión "tienen la obligación de ir a la escuela si quieren jugar a la pelota".
“Tenemos la ayuda de Adrián Martino, que es el encargado de la pensión, vive con ellos y se encarga de la parte de la tutoría. También, tenemos a Eugenia D’Angelo que es psicóloga social y ella nos ayuda con la parte del colegio- para ver cómo les va- y hace charlas de convivencia”, detalló.
Además, Pírez dispone de un staff para realizar las pruebas de jugadores, tanto en Junín como en distintos puntos del país.
“Buscamos jugadores que sean distintos a lo que normalmente se ve. El club hace una inversión para traerlos y los chicos vienen a dedicar su tiempo, dejan su familia y su casa por esta oportunidad. Por eso, tratamos de no equivocarnos, para no perder tiempo las dos partes", explicó.
"La búsqueda está relacionada con los puestos a cubrir. Hoy hay algo que no podemos dejar de lado, que es la velocidad. Eso tiene que estar genéticamente, y en la velocidad le tiene que dar la pelota al compañero entonces buscamos ese complemento”, especificó, con respecto a las características y habilidades que orientan las búsquedas.
Finalmente, Pírez reconoció la importancia de la Liga Deportiva del Oeste como paso previo para todo jugador que, en el futuro, aspire a competir a nivel de AFA, con los clubes de Buenos Aires, como River o Boca, entre otros que destacan por la calidad de sus inferiores.
“Junín siempre mantuvo la estructura y la competencia local. Tenemos un campeonato bastante competitivo y bastante largo, porque debe ser la única liga que juega todo el año. Tenemos Apertura, Clausura y Nocturno cuando todas las ligas de los alrededores tienen un párate de tres meses y no se juega. Eso es algo muy importante y a nosotros nos viene bien”, concluyó.
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