Sarmiento falló ayer en su primer intento de recuperarse de la dura goleada en contra del sábado pasado en el Eva Perón, 7 a 0 ante River, por la penúltima fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional. El conjunto juninense dejó escapar la oportunidad de reencontrarse con la victoria, en el estreno en la Copa Argentina, frente a un equipo que apenas hace pie en la Primera Nacional. No pudo ser: Flandria fue superior y venció sin objeción al cuadro dirigido por Israel Damonte, que lució vulnerable y con visibles secuelas del cachetazo que le propició el Millonario.
El traspié frente a los conducidos por Marcelo Gallardo caló hondo en el ánimo de Sarmiento, aunque no tanto por la diferencia abultada en el marcador como en el hecho de que la derrota hizo añicos los anhelos de clasificación a cuartos de final en la Copa de la Liga. El baño de realidad, por otro lado, advirtió al cuerpo técnico de Damonte que el dispositivo defensivo diseñado para poner a resguardo los puntos en juego en el Eva Perón distaba bastante de ser infalible.
Lejos de ello, el vendaval de goles anotados por River expuso como nunca antes en el ciclo del actual DT las limitaciones de su propuesta futbolística, si acaso los cálculos de la previa fallan a la hora de la disputa en el campo de juego. Ante un Flandria efectivo, motivado y oportuno, el Verde no pudo imponer condiciones, cuando las credenciales de uno y otro obligaban al equipo de Junín a asumir la responsabilidad del timón del partido. Pero Sarmiento no pudo prevalecer en ataque y padeció demasiado en defensa, para redondear una eliminación prematura, frente a un equipo de la segunda divisional del fútbol argentino, por segundo año consecutivo. En 2021, el verdugo había sido Temperley, en San Nicolás. Dos caídas que hacen mella en la confianza de un plantel que lucha por ganarse definitivamente su lugar en la categoría de élite.
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