Sarmiento consiguió ayer su tercera victoria consecutiva en la Liga Profesional, racha que, hasta el 2 a 1 sobre Defensa y Justicia, no había alcanzado desde el último ascenso a Primera División, el año pasado. La tarde en el Eva Perón, además, dejó otras imágenes para el recuerdo, que refuerzan la percepción de quienes estuvieron presentes de que se trató de una jornada bisagra para la historia del Verde en la máxima categoría del fútbol nacional.
Reencuentro
Defensa y Justicia llegaba, en los papeles, como favorito para llevarse los tres puntos de Junín. Su presente como uno de los mejores equipos de la liga argentina le concedían los pergaminos suficientes para aspirar a quedarse con la victoria sobre los dirigidos por Israel Damonte. Sin embargo, el equipo de Sebastián Becaccece chocó contra el orden y la disciplina táctica del Verde, que terminaron imponiéndose y asegurándole al cuadro juninense la segunda victoria sobre el Halcón, en los últimos tres encuentros oficiales.
La formación del visitante contó con la presencia del volante cordobés Gabriel Alanís, quien fuera uno de los puntos altos de Sarmiento en la pasada temporada. Esta vez, poco pudo hacer por evitar la proyección por la banda derecha de Yair Arismendi, la figura del partido.
Desahogo
Los errores arbitrales fueron el principal enemigo de Sarmiento, durante la temporada última. Particularmente, en el último Torneo de la Liga Profesional, el Verde sufrió goles en contra que debieron haber sido anulados, por posición adelantada. La irrupción de VAR, para la revisión tecnológica de jugadas polémicas, despertó reservas y, en algunos casos, rechazos por parte de distintos protagonistas del mundo del fútbol nacional. Sin embargo, ayer intervino oportunamente para anular el empate del Halcón, sobre el final del partido, por offside de Pizzini.
Mientras el árbitro Leandro Rey Hilfer aguardaba el informe de los jueces ubicados en la zona del VAR, desde los palcos dirigenciales se hacían oír los gritos de los integrantes de la Comisión Directiva, que reclamaban por la posición adelantada. Entre los que protestaban, estaba el propio presidente del club, Fernando Chiófalo. Finalmente, la decisión de invalidar el tanto desató el desahogo, tanto de los directivos como de los simpatizantes ubicados en las distintas zonas del estadio.
Protestas
La parcialidad sarmientista eligió como blanco de sus insultos y críticas al arquero visitante, Ezequiel Unsain. Los hinchas del Verde no le perdonaban al guardameta del Halcón las demoras para sacar del arco, sobre todo, cuando el cuadro visitante estaba en ventaja. Los silbidos se volvieron una constante de allí en más, cada vez que Unsain tocaba la pelota e incluso más de un hincha se acercó hasta el alambrado perimetral para recriminarle sus acciones, cuando se dirigía al túnel para el descanso del entretiempo.
También el DT Israel Damonte se vio desbordado en su enojo con el colegiado, cuando se decidió agregar ocho minutos al tiempo reglamentario. Las expresiones de bronca del entrenador tocaron su pico máximo cuando arrojó su botella de agua contra el piso, gesto que motivó la advertencia del cuarto árbitro.
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