Nací en Ascensión, un pueblo rural, chico, de campaña, en una gran zona agrícola de tierras muy buenas. Núcleo de la pampa húmeda.
Mi viejo falleció cuando yo tenía 7 años y con mi madre nos vinimos a vivir a la casa de una tía en Junín. Recalamos en Villa Talleres. Cambié de casa con el tiempo, pero sigo en el barrio.
Fui a la Esc. Nº 41 con Carlos Mastrángelo y Abel Santa Cruz, dos de los más allegados que lamentablemente hoy no están. Iba con Vilma Colmeña, Silvia Di Carlo, Pacheco, todos del barrio. No hice el secundario, arranqué derecho a laburar. Estaba con mi vieja a cargo y mi hermana estudiando en Rojas. Desde los 9 años que laburo.
En el barrio se jugaba a la pelota. Después a la bolita, figuritas, pero la pelota era ley. Se jugaba en el campito hasta que se veía la pelota. Hacíamos barrio contra barrio, unos picados bárbaros.
Siempre hubo buenos jugadores. Estaba el propio jugador del campito, el habilidoso, que se gambeteaba todo y que era limitado para el futbol de la cancha grande. En la de once, la cosa cambiaba.
El campito enseñaba absolutamente todo. Estaba el fanfarrón, al que venía el grande y le pegaba una patada para ponerlo en caja y así se daba cuenta de cómo venía la cosa. Era el ABC del fútbol.
Fiché en Independiente. Estaba el Negro Castro que descubría a todos los jugadores. Era un cazador de talentos. Tenía un ojo bárbaro. Primero andaba en bicicleta y después se había comprado una motoneta. El se los llevaba y los ponía en el puesto que quería. Se equivocaba muy poco.
A mí me vio en un reducido que se hacía en la cancha de Sarmiento. Se jugaba los sábados a la tarde y domingos a la mañana. Cinco contra cinco. Yo tendría 9 años. Me fichó y no tenía idea para la sexta. Al tiempo vino la sexta “B” y arranqué a jugar. Pasé a la quinta y a la primera.
A primera me promovió Miguel Had (tío del presidente de Ciclista) que estaba de técnico en ese momento. Yo tenía quince años.
Me fue bien porque hice una legión de amigos, recuerdos que quedan para siempre. Justamente esta semana que pasó nos juntamos en mi casa a comer un asado con el Bocha Iturbide, el Bambino Martino, Alberto Sotile, Titilo Olmedo, que era de la base de Independiente que nos formamos con el Negro Castro.
Luego me fui a Estudiantes de La Plata en 1967. Fui con Lito Aguilar y Cucú Piedrabuena. Me convenció Hugo Spadaro, porque yo tenía una propuesta para ir a Paraguay. Estuve en una tercera muy famosa, muy armada, con Martín Zuccarelli, Rodolfo Fucceneco, Eduardo Cresmasco, Rodolfo Orife, Carlos Zibechi. Una gran tercera, con Zubeldia en la primera.
No compraron el pase y me volví. Fue una decisión poco correcta para le época. Me vinieron a buscar de Gimnasia para llevarme y no me quise ir. Mi vieja, sola acá en Junín, también me tiró un poco.
Me vino a buscar Compañía de Salto. Un gran equipo. Salimos campeones y casi jugamos el Nacional. Estaba Petruccelli, un gran cinco de Chacabuco; el Negro Zapata de wing izquierdo que había jugado en Sarmiento; Osvaldo Gutiérrez, los Mellizos Ávila. Se había dividido la provincia de Buenos Aires en cuatro zonas. Ganamos la zona norte.
Pero pasó lo siguiente. River, campeón de Junín, le había ganado a un equipo de Mercedes. Después de dos meses de terminado el campeonato el club de Mercedes reclama los puntos, y como era un club de militares, volvieron el campeonato para atrás.
Nosotros le habíamos ganado a un equipo de Pergamino. Ni Sport, ni Compañía aceptó esto y quedó todo desierto.
Luego me fui a Racing de Teodelina, con la China Ayala y Horacio Medina. El primer año salimos campeones. El segundo año fue el Mellizo Azconzábal de Junín como técnico, y se sumaron Hugo Pizón, Cacho Vilaseca, Tuki Marmisolle, Cotorra Navarro, el Bocha Corro, Beto Spadano, Zunino y Rocha de Lincoln. Un equipazo. Fuimos campeones zonales, campeones de campeones y ganamos varios certámenes más en la zona. Estuvimos unos cuantos años ahí.
Posteriormente me vine a Sport de Pergamino y cuando ya estaba pensando en retirarme, vino Alfredo Casella de Baigorrita queriendo armar un equipo interesante.
Fuimos con José Tomino, Horacio Medina, Gurí Soria, y se armó un buen grupo. Casi ganamos el campeonato de Junín. Nos ganó Villa la final en un partido accidentado. Lo teníamos para ganar y lo perdimos.
Después de esto salió lo de Deportivo Alberdi. Sergio Lippi fue como preparador físico. Estaba Cepillo Bertolotti, Velorio Giménez, Lalo Sottile, Cacho Vilaseca, Daglio, un lindo equipo. Salimos campeones. Dejé de jugar a los 36 años.
Ha cambiado un poco todo. Antes había menos cosas para entretenerse. Estaba la pelota, y el fútbol es pasión. Para el fútbol se nace. Hoy los chicos tienen otras alternativas, otros juegos, otras maneras de pasar el tiempo.
El futbol nace con uno. El futbol es la más fina expresión del arte. Uno practica toda la semana, con frio calor, lluvia, sin saber lo que va a hacer el domingo. Porque no hay dos partidos iguales, dos jugadas iguales. Podes ser la gran figura o un desastre. El jugador siempre debe elegir lo mejor cuando para la pelota. Enfrente tiene otro que no quiere que le hagan goles. Esto es así. Por eso al Mundial de fútbol lo ven 4 mil millones de personas.
¿Maradona o Messi? Si gano en la pisadita y están los dos, elijo a Maradona. Cuesta elegir entre dos monstruos que son junto con Pelé y Alfredo Distéfano los más grandes futbolistas de la historia.
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