Villa Belgrano sacó otra vez a relucir su mística en la cancha de Rivadavia de Junín y se clasificó ayer a la gran final del Torneo Apertura 2021 de la Liga Deportiva del Oeste, al derrotar por 2 a 1 a Rivadavia de Lincoln.
Como lo hiciera semanas atrás contra El Linqueño, en el Torneo Bonaerense y Pampeano, el conjunto de Elio Núñer logró dar vuelta una desventaja inicial en el marcador y, con entrega, fortaleza mental y el oportunismo goleador de sus principales jugadores en ataque, consiguió meterse en la definición del campeonato, instancia en la que enfrentará el ganador del duelo entre Defensa Argentina y Rivadavia de Junín, que se enfrentarán mañana, en la cancha de Jorge Newbery.
El conjunto de Lincoln, conducido por Diego Funes, golpeó primero, temprano en el encuentro, que se disputó bajo una intensa lluvia, escribió su propio capítulo en una historia que, hasta los minutos finales, tuvo final incierto.
Fue a los 9 minutos, en una jugada de pelota parada. Guillermo Suárez envió un centro preciso al área y el marcador central Ochoa aprovechó la falta de reacción de la defensa de Villa, para ganar de cabeza y vencer la resistencia del arquero Hugo Tolosa.
Rivadavia era más en la primera mitad, mientras que el equipo de la "V" no conseguía acomodarse en defensa. Recién a los 15, tuvo una clara, con una jugada por derecha de Iñaki Esnaola, que terminó en un centro que no llegó a conectar de cabeza el delantero uruguayo Diego Chaves.
Apenas pasado el cuarto de hora, Villa -que jugará entresemana la segunda final del Torneo de la Federación Bonaerense y Pampeana, frente a Social y Deportivo José C. Paz- perdió a Caparró, que debió salir lesionado y dejar su lugar a Germán Tuso.
El propio ingresado tuvo su chance a los 25 minutos, pero remató desviado, tras perder la estabilidad producto del estado del campo de juego, afectado por las precipitaciones. Así, Villa se fue al descanso del entretiempo con el control del balón, pero sin contundencia para hacer peligrar la valla custodiada por el arquero Boris Sablevich.
En el segundo tiempo, la lluvia se volvió aún más protagonista La tuvo Villa primero, con una aproximación de Tomás Sartori, que terminó con un remate desviado. Casi de manera inexplicable, Rivadavia de Lincoln comenzó a ofrecer concesiones a su rival. A los 3 minutos, el central Méndez se fue expulsado, por una falta de atrás sobre Esnaola, que empezaba a complicar cada vez más a la defensa "albirroja".
Pero Villa no supo aprovechar la superioridad numérica y, a los 20, Germán Tuso llegó tarde a la marca de Macías y recibió la tarjeta roja. Un minuto más tarde, los de Núñer encontrarían el empate. Otra vez Esnaola desbordó por derecha, metió el pase para el ingresado Wenceslao Soler y el espigado goleador no perdonó, definió cruzado ante la salida de Sablevich y puso el 1 a 1.
Los de Lincoln comenzaron a refugiarse sobre su arco de manera prematura, como si hubieran decidido apostar a la definición por penales como carta ganadora, para meterse en la final. Villa no dejó escapar la oportunidad para pasar al frente. A los 35, cuando ya merecía largamente la ventaja, Bernardo Delfini aprovechó una desinteligencia de la defensa albirroja y remató rasante para poner el 2 a 1.
Los de Funes bajaron los brazos. Sobre los 40, otra vez Esnaola desniveló y cedió para Tomás Sartori, que casi estampa el tercero, pero su remate salió desviado. El árbitro Oscar Bono marcó el final. Villa se metió en la gran final y, como lo había hecho en la segunda fase del Bonaerense y Pampeano, volvió a eliminar a Rivadavia de Lincoln, esta vez, en el certamen doméstico.
Los de Núñer ya están en la final y el miércoles también podrían festejar en el campeonato regional. En apenas una semana, podrían quedarse con todo, en la recta final de un año inolvidable.
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