Lejos de su mejor noche, pero haciendo valer el poderío ofensivo de sus individualidades, Villa Belgrano eliminó anoche a El Linqueño y se metió en la llave final de la Subregión Norte del Torneo de la Federación Bonaerense Pampeana.
El conjunto juninense festejó en El Bosque, luego de haber empatado 1 a 1 el encuentro de ida, en el Estadio Leonardo Costa.
Pese a que ambos clubes tienen asegurado su cupo en el próximo Torneo Regional Federal Amateur, hubo clima de semifinal en el estadio de la "V" y para el equipo de Elio Núñer continúa viva la ilusión de quedarse con el título, a la vez que también sigue en la pelea del Torneo Apertura de la Liga Deportiva del Oeste.
Villa atacó de entrada con la fórmula que le resultó más efectiva en el certamen de la Federación: el juego por las bandas, en los pies de Bernardo Delfini y el peso específico en el área del delantero uruguayo Diego Chávez, que antes del primer cuarto de hora tuvo dos chances claras para abrir el marcador.
Sin embargo, fueron los de Julio Ramírez los que sacaron la ventaja inicial, a los 20 minutos, con una pelota recuperada en el medio campo por Garzón, quien abrió para el volante Emanuel Ronzano, que se fue solo y definió por arriba ante la salida del arquero Álvarez.
Con el marcador a su favor, El Linqueño se hizo fuerte en la zona defensiva y los de Núñer no encontraban los caminos para llegar hasta el arco de Adrián Azcona. Así se fue el primer tiempo, con un equipo juninense sin brillo ni lucidez para descifrar la clave del partido.
La misma tónica se mantuvo en el inicio del complemento y a medida que avanzaban los minutos, Villa no daba demasiadas señales alentadoras en el juego colectivo. Pero todavía contaba con la carta de sus individualidades. Y así llegó el empate, con una gran jugada personal de Bernardo Delfini, desde la izquierda, para encarar hacia el área y vencer con un remate cruzado la resistencia del arquero Azcona.
El Linqueño quedó con uno menos por expulsión, a falta de diez minutos, pero la inyección anímica de la superioridad numérica no le alcanzó a Villa para ganarla en los 90. El drama llegó entonces hasta los penales, en donde el arquero Álvarez le contuvo el remate al central Ávalos y le abrió la puerta a Villa a meterse en la gran final.
Lo aprovecharon los dirigidos por Núñer, que no fallaron ninguno de los cinco disparos, y con el último de Matías Gómez desató el festejo en el Bosque, para meterse en la gran final de la Subzona Norte, instancia en la que se las verán mano a mano con Social y Deportivo José C. Paz, verdugo de Paraná de la liga nicoleña.
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