La zona de vestuarios del Estadio Mineirao, de Belo Horizonte, fue escenario de graves incidentes entre la policía local, que lanzó gases lacrimógenos, y los jugadores de Boca Juniors, luego de la polémica derrota del equipo argentino frente al Atlético Mineiro, por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Finalizado el partido, en que el conjunto de la Ribera quedó eliminado por penales, luego de haberse visto perjudicado por el VAR, que le anuló dos goles en la serie, uno en La Bombonera y otro en Brasil, varios integrantes del plantel expresaron su bronca y advirtieron sobre la agresión policial, ya desde adentro del estadio.
El incidente habría empezado cuando los futbolistas fueron a los pasillos del vestuarios a reclamarle al arbitro uruguayo, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol legítimo de Marcelo Weingandt a los 17 minutos del segundo tiempo, y luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante.
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