EL VERDE DIO LA VUELTA EN BANFIELD

Sarmiento hizo historia: venció a Boca y se consagró campeón de Reserva

El equipo juninense comenzó perdiendo 1 a 0, con gol de cabeza de Luis Vázquez, y lo dio vuelta con goles de Julián Brea y Federico Paradela.

Sarmiento escribió ayer por la tarde una nueva página de gloria en su vida institucional, al imponerse por 2 a 1 frente a Boca, en la final del Torneo de Reserva, organizado por la Liga Profesional de Fútbol.
El conjunto juninense logró coronarse por primera vez en la división y la conquista se tiñó de hazaña, un libreto repetido en el último semestre del Verde, que incluyó también el ascenso a la Primera División del fútbol argentino, en enero pasado, en una emocionante final ante Estudiantes de Río Cuarto.
 

El equipo dirigido por Martín Funes volvió a sacar fuerzas en la adversidad, como lo había hecho en reiteradas ocasiones a lo largo de la campaña, y logró revertir una historia que había comenzado esquiva. De hecho, los problemas para Sarmiento habían alterado la calma del plantel incluso desde días antes del duelo, a partir de algunas bajas que, en la previa, amenazaban con ser determinantes para el destino del partido.
Primero, había caído el defensor Juan Antonini, pieza clave del esquema defensivo sarmientista, por una lesión en las semifinales frente a River. Y horas antes del encuentro, el otro marcador central, Danilo Actis, quedó afuera por haberse contagiado de COVID-19.
Así, el DT Funes debió reacomodar las piezas, para intentar lidiar con el poderío ofensivo del Xeneize, que se haría sentir desde los primeros instantes de la final. 
Desde el arranque, Boca comenzó a adueñarse del manejo y cuando no la tenía, era punzante de contragolpe. Así ocurrió antes de los 5 minutos, cuando Julián Brea no pudo definir el primer avance con peligro del Verde y en la contra casi llega el tanto del centrodelantero Luis Vázquez.
En el club de La Ribera, el DT Sebastián Battaglia tomó nota del buen momento del delantero de Rufino Luciano Gondou y mandó al juninense Nicolás Valentini a obstaculizarlo con una rígida marca personal. Antes de los 10, el joven zaguero, que recientemente debutó en la Primera del Xeneize, lo derribó en tres cuartos de cancha con un fuerte golpe en la parte baja de la espalda, para dejar en claro que la figura del Verde no tendría una tarde tranquila.
A los 13, el volante central Lisandro Focaretta fue amonestado por una falta en mitad de cancha y quedaría condicionado para el resto del juego. 
 

A partir de allí, Boca empezó a dominar, pero sin profundidad. Hasta que, a los 20, un córner desde la izquierda ejecutado por Exequiel Zeballos encontró sin marca a Vázquez, quien cabeceó para vencer la resistencia del arquero Joaquín Cabrera, que a la postre sería clave en el desenlace de la historia. 
La fórmula Zeballos-Vázquez, que tan buenos resultados había dado al Xeneize en el campeonato, volvía a aparecer en todo su esplendor, para preocupar al conjunto de Funes, que no le encontraba la vuelta al duelo.
Gondou no encontraba espacios para hacer la diferencia y Sarmiento se agotaba en algunas insinuaciones de Brea. A los 32, el atacante de Coronel Charlone aprovechó una subida de Focaretta, recibió desde la puerta del área, pero remató desviado. Lejos de su mejor versión, esa que había mostrado en los cuartos de final contra Argentinos Juniors y en semis con River, el Verde se fue al descanso del entretiempo abajo en el marcador y sin señales de reacción. 
 

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En la segunda mitad, Boca fue creciendo en su rendimiento. A fuerza de ataque y dinámica en la circulación de la pelota, fue rompiendo el mediocampo juninense y encontrando espacios para atacar. Pero el segundo gol no llegaba y Battaglia comenzó a preocuparse, por las situaciones de gol desperdiciadas por sus dirigidos.
El linqueño Joaquín Gho no podía desnivelar en ataque y tras una pérdida en tres cuartos de cancha, de contragolpe Boca casi lo liquida, con una trepada de Sández por izquierda, que descargó para Zeballos, y Vega no llegó a conectar el centro de zurda, en la entrada al área chica
Sarmiento empezó entonces a encontrar en el arquero Cabrera a su principal sostén. Primero, desvió un cabezazo de Sández, tras un córner desde la derecha, que casi se mete pegado al palo derecho. Luego, contuvo un remate de Vázquez, a pocos metros de la línea del arco. 
El banco boquense seguía impacientándose. Battaglia gritaba a sus conducidos para que no bajaran la intensidad. Así, en medio de la confusión de un adversario que había dejado pasar las chances de liquidar la final, el equipo de Junín encontraría el empate: a los 21, Brea recibió un pase largo de Focaretta, controló de pecho dentro del área y remató de zurda. El balón se desvió en su trayectoria en la defensa "xeneize" y descolocó al arquero Ramiro García.
 

En el balance, Boca parecía ser más, pero no había conseguido la ventaja suficiente en el marcador. Y los de Funes volvieron a sacar lo mejor en el momento que más lo necesitaban. Con el empate, los de Battaglia fueron perdiendo lentamente la iniciativa. 
A los 34, Sarmiento dispuso de un tiro de esquina desde la banda izquierda, Paradela la envió al área, nadie la pudo rechazar y la pelota se terminó metiendo pegada al poste izquierdo de García. El gol desató la alegría del banco juninense, pero todavía restaban diez minutos y fracción para terminar el encuentro.
Battaglia recurrió a todas las cartas ofensivas que tenía entre los suplentes, para intentar evitar una derrota impensada hasta ese momento. El árbitro Robledo agregó cinco minutos, tras cumplirse los 45. De un córner, Giampaoli conectó un cabezazo que logró desviar cabrera y luego se estrelló en el travesaño.
Parecía que lo peor había pasado. Sin embargo, en la última de la tarde, Boca dispuso de un tiro libre sobre la medialuna del área: Sández remató fuerte, Cabrera rechazó y en el rebote, el ingresado Franco Cáceres definió solo, sin marca, pero volvió a aparecer el guardameta del equipo de Junín, para impedir el agónico empate "xeneize".
No hubo más tiempo. Sarmiento estalló de alegría tras oír el pitazo final. El Verde completó así una gesta heroica, impensada en el inicio, de la mano de una ilusión que fue volviéndose realidad, con el correr de las fechas del campeonato.