El Interior de la provincia de Buenos Aires se ha afianzado como un semillero de futbolistas destacados, que encuentran en Sarmiento de Junín la oportunidad de desarrollarse, llegar a la Primera División y cumplir el sueño de convertirse en futbolistas profesionales.
Para varios de estos proyectos del Verde, ya transformados en realidad, llegar hasta La Bombonera, el domingo pasado, como parte del plantel que logró un histórico empate ante Boca Juniors, fue la confirmación de que el esfuerzo realizado desde los años de la adolescencia valió la pena.
Días antes de la visita del equipo de Mario Sciacqua a La Bombonera, “Nacho” Fernández, en su despedida de River después de un exitoso ciclo de cinco años, saludó la llegada de su reemplazante, José Paradela, y destacó el hecho de que, al igual que él, llegó a vestir la camiseta del Millonario luego de recorrer un largo camino que inició en una pequeña localidad del distrito de 9 de Julio.
"Le deseo lo mejor. También es de un pueblo cercano al mío y es bueno que los jugadores de los pueblos puedan llegar a Primera División", reflexionó, rememorando sus años en Dudignac, al momento de dar la bienvenida al joven mediocampista oriundo de Facundo Quiroga.
La comuna nuevejuliense también cuenta con un representante en Sarmiento: es Manuel García, volante, de 21 años, que a finales de 2020 firmó su primer contrato con el Verde y fue uno de los convocados a La Bombonera.
“Me puso muy contento poder estar, porque era un partido que venía esperando y se dio en un momento importante para todo el club. Personalmente, no conocía la cancha de Boca y es impresionante”, comentó, en diálogo con Democracia, a la vez que admitió haberse quedado con ganas de ingresar unos minutos al partido, que terminó 1 a 1, por la tercera fecha de la Copa de la Liga Profesional.
“Sin dudas, todos los que nos pudimos entrar nos quedamos con ganas, pero es lo que tocó y era esperable, porque el equipo estuvo muy bien, jugó muy ordenado y plasmó en la cancha todo lo que habíamos trabajado en la semana”, aseguró.
El recorrido de Manuel García por el mundo del fútbol encuentra su punto de partida en el club San Martín, de 9 de Julio. Luego, un breve paso por la localidad de French y, finalmente, a los 13, llegó la prueba en Sarmiento.
Ingresó primero en la Novena División, siguió en la Octava, luego Séptima, Sexta y Quinta, hasta llegar el salto a la Reserva. En septiembre pasado, logró concretar su primer contrato, un objetivo que perseguía desde sus primeras armas en Junín.
“Es algo muy importante, después de tanto tiempo luchando por esto. Ahora, mi meta es poder debutar en la Liga Profesional, si es en la cancha de Sarmiento, mucho mejor, pero si se da en otra cancha, está bien también”, señaló el mediocampista, que también reconoció la consideración del cuerpo técnico actual hacia las divisiones juveniles de la institución. “Es muy importante que el entrenador nos esté dando la posibilidad y creo que también nosotros nos la ganamos trabajando", reflexionó.
Para Joaquín Gho, oriundo de Lincoln, pisar La Bombonera también fue “un sueño hecho realidad”, impensado hasta hacía unos pocos meses, cuando Sarmiento todavía peleaba la posibilidad de ascender a Primera División.
"Una emoción bárbara, un sueño que se hizo realidad. Antes de llegar a la cancha de Boca, sentía muchos nervios y vinieron muchos recuerdos por todo lo que viví hasta llegar acá. Era algo que lo veía muy lejos y por fin llegó”, describió el juvenil, de 17 años, que hizo sus primeras armas en Rivadavia de Lincoln, que hoy tiene a su padre, Juan Carlos Gho, como entrenador del primer equipo.
Estar a pocos metros de varios de sus ídolos fue la experiencia más importante que Gho se llevó de su paso por La Ribera, que definió como “muy positiva”, pese a no haber tenido minutos en cancha. “Poder ver personalmente desde el banco a los jugadores que veía como referentes desde lejos, fue algo increíble. Me quedé con ganas de jugar, porque son partidos que cualquiera quiere vivir y estuve muy cerca. No me tocó esta vez, pero siempre hay que pensar en lo mejor para el equipo", reconoció.
Otro de los jóvenes del semillero de Sarmiento que pisó La Bombonera fue el delantero Julián Brea, oriundo de Coronel Charlone, localidad ubicada en el límite del partido de General Villegas y de la provincia de Buenos Aires. Con 21 años, ya tiene antecedentes en el primer equipo del Verde, en el que debutó en 2018, en la Primera Nacional, contra Aldosivi de Mar del Plata.
A Junín arribó a los 16, tras haber pasado por las inferiores del equipo de su pueblo, el Club Atlético Charlone, e ingresó en la Sexta División, antes de pasar a la Quinta hasta, finalmente, llegar a la Primera.
Como para sus compañeros surgidos de las juveniles del Verde, integrar el plantel que jugó frente al Xeneize fue un momento especial, aún más por el hecho de que la mayoría de los integrantes de su familia simpatizan por el club de La Ribera.
"Fue un momento muy lindo, otra de las experiencias que me ha tocado vivir en esta etapa como futbolista y valoro mucho haber llegado hasta La Bombonera viniendo de un pueblo del Interior", comentó el atacante, que tampoco pudo quitarse las ganas de jugar algunos minutos. "Tenía muchísimas ganas de entrar, pero se veía venir que me tocaría quedarme en el banco de suplentes, porque el equipo estaba muy bien", confesó Brea, que además coincidió en que Sarmiento dejó una grata impresión en su paso por La Boca.
"Vi un partido en el que Sarmiento salió de igual a igual, salimos a ganar el partido y los que jugaron lo hicieron muy bien", afirmó el delantero, que parece tener claros sus objetivos, en el corto plazo, en la plantilla del Vede.
"Quiero debutar en la Liga Profesional, sumar minutos y, si se puede, hacer goles", sentenció sin rodeos, aunque es consciente de que el equipo conducido por Sciacqua "tiene muy buenos delanteros y es muy lindo tener competencia".
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