Platense se reconcilió anoche con la historia y, en una agónica final del Reducido de la Primera Nacional, derrotó por penales a Estudiantes de Río Cuarto, tras haber igualado 1 a 1 en los 90 reglamentarios, y volverá a la Liga Profesional de fútbol, luego de 22 años.
El Calamar salió desde el arranque a intentar controlar el partido, a recuperar el lugar que durante mucho tiempo le perteneció en la élite del fútbol, con una asfixiante presión, y aprovechando la velocidad de Curuchet y Tissera. A los cuatro minutos, el plan del DT Juan Manuel Llop dio frutos y Platense se puso en ventaja.
No obstante, con el correr del reloj, El León de Río Cuarto fue acomodándose en el encuentro, aunque no podía perforar la marca de un rival que parecía siempre bien plantado.
El gol del empate llegó recién a los 38 minutos del primer tiempo, cuando el delantero Ibrahim Hésar recibió un centro desde el borde del área, la bajó de pecho y sin dejarla picar definió para dejar sin chances al arquero Jorge De Olivera.
En el segundo tiempo, la ecuación se invirtió y Estudiantes pareció salir mejor a disputar la última mitad del encuentro. Con algunos aciertos de Beraldi y Sepúlveda, paro por momentos con demasiado centros, los dirigidos por Marcelo Vázquez lograron empuja a Platense hasta su área.
Los de Llop, de todas formas, se las ingeniaron para seguir preocupando a los cordobeses de contragolpe. Sin embargo, nada alcanzó para romper la paridad y la final por el segundo ascenso, al igual que ocurriera en Santa Fe, entre Estudiantes de Río Cuarto y Sarmiento, volvió a definirse por penales.
Allí, y como le había ocurrido el pasado 16 de enero, contra Sarmiento de Junín, Estudiantes no pudo sortear el obstáculo y falló en dos ocasiones. El 4 a 2 final en la tanda lo alejó definitivamente de la posibilidad del histórico ascenso a Primera, mientras que para Platense todo fue alegría.
La última vez que el Calamar jugó en Primera fue en el Clausura de 1999 y su último partido había sido una victoria por 2 a 1 contra Estudiantes de La Plata. Ahora, volverá a vivir la experiencia de jugar en la élite del fútbol nacional, después de más de dos décadas.
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