Pepo García sarmiento
Pepo García, un referente sobre muchos equipos del Verde.
DE JUGADOR A DIRECTOR TÉCNICO

Pepo García: “Sarmiento es el lugar más importante en que desarrollé mi carrera”

Juan Manuel García, destacado jugador de la institución verde, hace un repaso sobre su actuación y sobre las finales que disputó.

¿Qué lugar ocupa Sarmiento en tu carrera?
-Sarmiento ocupa el lugar número uno. Pasé gran parte de mi vida ahí adentro y armé mi familia gracias al club, ya que conocí a mi esposa ahí.

-¿Cuál fue la mejor defensa? 
-Me tocó compartir cancha con grandes fenómenos que tuve de compañeros. Por el resultado final, me quedo con la defensa del ascenso en el 2004, pero yo no la integré porque jugaba de ocho. Me gustaba porque te rompían todo, eran unos animales. 

-¿Cuál fue el DT que más te marcó?
-Te voy a nombrar a tres: primero, a Oscar Tuso que fue el que me dio la oportunidad de ir a Sarmiento; después tuve la suerte de tenerlo a Mario Rizzi, un fenómeno; y más adelante lo tuve a Sergio Lippi, un apasionado y estudioso del fútbol. De todos sacás un poco.
Jorge Ginarte era un maestro también, como Mario Finarolli, quien me llevó a Almirante Brown. Hoy el jugador hace mal en nombrar a uno porque de todos aprendés algo.

-El gol que más hayas gritado
-El de (Carlos) Zabaleta en el ascenso.

-¿Y de los que hiciste vos?
-El que le hice a Morón, por lo lindo: de lejos y por dónde entró. En el Nacional B, cuando ascendimos, jugamos contra San Martín de Mendoza y entré con mi hijo Ramiro, que tenía una semanita de vida. En ese partido la clavé en el ángulo también.

-En el de Morón, ¿la quisiste poner ahí?
-No quise sacármela de encima ni lanzar el centro. Pateé al arco. El tema es que entró justo ahí. Siempre estaba acostumbrado a probar y sabía que el arquero, que era Griffo, jugaba adelantado, así que probé y se clavó ahí. Quizás uno prueba cien veces más y no la mete ahí, pero en ese momento entró.

-¿Practicabas para tener esa pegada?
-Siempre tuve esa virtud de la pegada. Me tengo que remontar a mi infancia en el barrio San Jorge, donde yo tenía la canchita en frente de mi casa y jugábamos a todo: partidos, tiros libres, a pegarle al travesaño y arco a arco. Calculo que de ahí venía con el tema de la pegada. Cuando llegás a lo profesional lo perfeccionás con los entrenamientos.

-¿La mejor patada que hayas dado?
-Cuando perdimos con Flandria, cuando perdimos el ascenso. Se la pegué a un fotógrafo. Cuando nos hace el segundo gol Flandria, el pibe se mete a gritarnos el gol dentro de la cancha. Recuerdo que lo sacamos a correr con Javier Capelli y Fernando Pasquinelli, él salta por arriba de los carteles y yo también salté y lo agarré como venía. Voló la cámara de fotos y se partió en mil pedazos.

-¿Estaba arreglado ese torneo?
-Me quedaron muchas dudas, algo había. La duda me surge cuando empatamos en Junín contra Armenio. Hubo un penal a Barbosa no sancionado en el arco que da a calle Arias. Cancha llena, sin televisación y el árbitro no cobró nada. Si lo hubiese cobrado, nadie hubiera dicho nada. Nosotros también bajamos mucho el nivel en la última parte, no sé si era la presión o qué factor, pero nos empezaron a hacer goles fáciles y reducimos nuestra cantidad de goles a favor. A su vez, venía Almirante Brown que ganaba todos los partidos y no supimos cómo, y se nos escapó un torneo que lo teníamos en el bolsillo.

-¿Te quedó alguna cuenta pendiente?
-Sí, el poder haber logrado más ascensos. Hoy, si hubiese tenido un poquito más de suerte, habría tenido tres o cuatro ascensos. Cuando jugamos el primer torneo (1999/00), perdimos el ascenso contra Estudiantes de Caseros por ventaja deportiva, ya que perdimos 3-1 en Junín y ganamos 2-0 allá (2001/02). Al otro toreo, apareció el Kiwi-mecánico, en el que fuimos punteros de punta a punta y no ascendimos. En otro, nos gana Platense (2006). 

-De las tres finales que jugó Sarmiento en el último tiempo, ¿cuál te hubiera gustado jugar?
-Las finales son todas lindas para jugarlas. Me quedé con una bronca bárbara contra Arsenal en cancha de Banfield. Sarmiento hizo las cosas bien, si bien le costó los primeros minutos, manejó el resto del partido. Fue una injusticia que Arsenal ascienda y Sarmiento no. Pero el club está en la Primera Nacional, una categoría que le cae bien, que no tiene grandes gastos y para mí es la ideal. A todos nos gusta que Sarmiento juegue en Primera, pero hay muchos equipos grandes y cuesta mucho. Todos queremos lo mejor para el club, pero está complicado mantenerlo en la máxima categoría.

-¿Qué análisis hacés de la gestión deportiva?
-No estoy yendo mucho al club por temas laborales. Creo que está muy bien, organizado. Pasa que, cuando jugué yo, estaba muy desorganizado, no teníamos ropa para entrenar, viajábamos los mismos días del partido. En la actualidad se hicieron muchas cosas, los distintos predios, la tribuna y los vestuarios.

-¿Cómo fue tu paso de jugador a entrenador?
-Siempre me gustó el tema de la dirección técnica. Hice el curso con Rodrigo Burela y Titi Mastrángelo. Hoy me agarra una situación en la que dejo las ganas en un segundo o tercer plano. Me gusta ir más a la cancha a ver un partido y comerme un choripán que dirigir para renegar y sacarle más tiempo de lo que le sacaba a mi familia.

-¿Tuviste muchas desilusiones en tus inicios como DT?
-Me tocó vivir mucha de-sorganización en los clubes en los que estuve. Quizás estén así todos los equipos, pero pensé que era otra cosa: te encontrás que no tenés lugar para entrenar o que vas a la cancha y tiene el pasto largo. Venía de otra cosa y nunca supe lo que era el fútbol local. Hoy, si me llaman, no agarraría.

-¿Cuál es el estilo de juego del Pepo García?
-Como les debe gustar a todos: un equipo que defienda bien y que ataque bien. Al margen, yo soy abierto y me voy adecuando a las características del plantel. Uno quisiera tener un equipo ideal, pero tenés que adaptarte a lo que tenés. Me gusta el orden en un equipo, una defensa organizada, con volantes de buen pie y mucha movilidad por parte de los delanteros.

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