Patricio Abraham en la dietética de Pergamino.
EL DÍA DESPUÉS

Dolor, desazón y desconcierto: las sensaciones vivenciadas por los jugadores profesionales de fútbol tras el retiro deportivo

En diálogo con Democracia, seis exfutbolistas profesionales de Sarmiento recordaron la instancia en que decidieron dejar de jugar y las sensaciones tras colgar los botines.

El fútbol argentino tiene grandes virtudes al ser un espacio de socialización fundamental para los cientos de miles de jóvenes que se inician en un club a edades tempranas o hasta el hecho de jugar en un barrio entre amigos. En el sentido profesional, nuestro fútbol se ha destacado por ser un semillero de grandes futbolistas como Diego Maradona, Lionel Messi, Carlos Babington, Carlos Tévez y tantos otros.
Sin embargo, hay dos instancias fundamentales en las que pocas veces se repara y son: cuando quedan libres los futbolistas y el retiro. Esos son los momentos en que los jugadores quedan librados al azar y, si no poseen el apoyo familiar ni determinadas herramientas, se les hace muy difícil el día después.
Sobre lo que es el final de las carreras, vale mostrar una realidad que es de público conocimiento: a partir de los 35 años se considera que un jugador de fútbol profesional está transitando la última etapa de su carrera,  debido a las exigencias, en relación con el mercantilismo reinante, del actual deporte.
En nuestra ciudad, el club Sarmiento es el que nos posibilita observar estas instancias y poder abordar qué es de la vida de los jugadores tras colgar los botines. 
En diálogo con Democracia, seis exjugadores profesionales recordaron el momento del retiro deportivo y compartieron sus experiencias.

Patricio Abraham
El arquero Patricio Abraham, con formación en Independiente de Avellaneda y paso por Sarmiento entre las temporadas 2009/11, compartió su experiencia con esta instancia. Al respecto, expresó: "En mi caso, yo dejé a los 37 años. Como persona en general uno es joven a esa edad".
Y describió: "No me venía sintiendo cómodo en el último momento. Iba a entrenar muy desganado a los entrenamientos, no disfrutaba del vestuario y tenía en la cabeza el proyecto de la dietética. Notaba que estaba perjudicando al club, me sentía más un estorbo que alguien que podría aportar algo. Fui dejando paulatinamente hasta que dejé de manera definitiva".
"Tengo momentos en que me agarra la locura de querer volver, imaginate que desde los seis años que estoy detrás de una pelota, con la falta de tiempo y demás se me complica. Hoy me doy cuenta de que quizás tuve que haber esperado un poco más, pero ya está, fue una decisión tomada y la tuve que mantener", aseguró.
Asimismo, destacó el lugar de los entrenadores que tuvo en su carrera: "Los técnicos siempre te van diciendo que aprovechen y disfruten de lo que es el deporte. Después, a medida que vas creciendo, cuando se hace más un negocio que el deporte en sí, te van recomendando que uno tenga un plan B, que el fútbol no dura para siempre y es bueno tener otras opciones".
Y siguió: "Me gustaría poder ser técnico, he tenido ofrecimientos para poder ser entrenador de arqueros en algunos clubes. Por cuestiones horarias se me complicaba pero me gustaría seguir ligado como entrenador, no sé si de manera profesional en lo que es la liga, pero es algo que me gusta".
En la actualidad, Abraham posee una dietética en Pergamino. "El proyecto de la dietética se fue dando, lo fui definiendo con mi señora para poner en el barrio. Notábamos que nos faltaba algo. Si bien tenemos varios negocios de distintos rubros, notamos que la dietética era algo que nos faltaba. Nos animamos y hace más de un año que estamos con este lindo presente", contó.

Rodrigo Burela
El actual entrenador de arqueros del plantel de Sarmiento, Rodrigo Burela, quien debutó en el fútbol argentino con el buzo de River Plate en 1992 y vistió el del Verde entre 2005/08, también reflexionó sobre esta temática y señaló:
"Siempre me preocupó el tema del retiro, la idea de qué iba a hacer después. Me imaginé ligado al fútbol, por suerte lo pude hacer y más con el tema de los arqueros, que es lo que más me gusta. Por ahí pensaba en ser técnico o ayudante, pero después me di cuenta de que no".
Y resaltó: "Lo importante es la vocación, más allá de la actividad que hagas, y la parte económica a la hora del retiro. Hay algunos que no tienen esa preocupación al haber podido lograr cosas y otros que tienen que salir a trabajar inmediatamente. Yo estuve en el medio y pude manejar los tiempos para prepararme y seguir ligado".
"Siempre quise jugar hasta no tener más ganas. Uno tiene que jugar hasta el último día, ya que después es una etapa que se cierra", confesó el EA, quien posee una vasta trayectoria en el fútbol nacional tras haber defendido las vallas de Argentinos Juniors, Nueva Chicago, Atlético Rafaela, El Linqueño y Rivadavia de Lincoln. 

Nelson González
El defensor Nelson González, quien vistió la casaca del Verde en la temporada 2011/12, rememoró: "Todos te dicen que estudies algo a la par porque el futbolista tiene tiempo de sobra. Calculá que uno entrena dos horas por día, a lo sumo tres, después durante el resto del día tenés tiempo libre para ir proyectando un futuro".
"Todos los entrenadores te lo dicen: ´La vida del futbolista es corta y la vida de la persona larga´. Dejás el fútbol a los 35 años o 40 si te da el físico. Después es muy difícil encontrar un trabajo en blanco cuando no hiciste nada en toda tu vida más que jugar al fútbol", añadió. 
Y reflexionó: "Vos no podés ir a un trabajo y decir que sabés hacer goles o defender el arco, si no tenés un oficio es muy difícil.
En tal sentido, manifestó: "Uno toma una decisión y queda con eso adentro, porque vivió toda una vida en un vestuario y siente una amargura que no se te va y es difícil de explicar. Ves un partido de fútbol y te acordás cuando vos estabas ahí. Es como que todavía hay una parte tuya ahí".
Sin embargo, pese a mirar partidos en la actualidad y añorar sus andanzas como defensor, el trabajo que ocupa la mente del "Negro" es el legado paterno. "Me fui armando de a poquito. Tengo una fábrica de carpintería. Es lo que pude rescatar del fútbol. Ya lo venía pensando en el transcurso, porque mi viejo es carpintero de toda la vida". 

Juan Manuel García
Juan Manuel García, otro histórico del Verde, también recordó la instancia en que tuvo que tomar una significativa decisión.  “Sarmiento me deja libre cuando vino Ferraresi, parecía que se me había terminado el mundo. No sabía para dónde salir, en todo aspecto. Parecía que mi vida terminaba con el fútbol y después se me terminaba el trabajo”, dijo.
Y continuó: “Me quedé en la calle y me había agarrado una gran depresión. Justo tuve la suerte de que me llamaran de Chivilcoy e ir a jugar allá, y que me llamara Mario Meoni para entrar a trabajar en la parte de deportes de la Municipalidad. Enseguida se encarriló todo y me pude acomodar”.
“Siempre dije que iba a jugar hasta los 40 y cumplí. Me llamaron y me quisieron poner el pase en otros clubes de la zona, pero ya estaba convencido y era una decisión tomada. Después de pasar por Chivilcoy tomé la decisión”, aseguró.
Sobre lo que es su actual negocio señaló: “Ya tenía encarrilado el negocio que tengo, que es la venta de descartables. Tenía el reparto de descartables en funcionamiento. La última parte que jugué en Colonial ya venía metiéndome en este negocio”. 
También reflexionó sobre el lugar que ocupan los DTs en la carrera de los futbolistas. “Los técnicos siempre te hablan de que hay que cuidarse y hay que ver qué hace uno después. Lo que me llegó me llegó por accidente”, expresó.

Johnny Aquino
El uruguayo Johnny Aquino también compartió su experiencia sobre dejar de jugar al fútbol de manera profesional.
“Nunca lo hablé pero es difícil. Normalmente, el jugador se aboca solo al deporte y no le da mucha bola a otras cosas. La vida del futbolista es compleja debido a que a los 35 años sos grande para el deporte y joven para el resto de las cosas. En ese momento es cuando hay que entrar a ver lo que vas a seguir haciendo”, consideró.
E indicó: “Son pocos los que se salvan jugando al fútbol, después están los que hacen mucho dinero pero se lo gastan. Hay que estar bien plantado y saber lo que querés”.
Sin embargo, tuvo la posibilidad de seguir jugando pero la familia fue lo primero. “Estaba jugando en Gimnasia de Entre Ríos y viajaba solo. Mi familia se había quedado en Junín, sobre todo a mis hijos que son grandes y les encantó la ciudad. Decidimos radicarnos acá y, cuando no quise seguir más solo, me volví. Soy un agradecido con el club porque siempre me dio trabajo”.
Y reflexionó: “El jugador piensa que con el fútbol vasta, aunque también hay que ser conscientes de que el profesionalismo para el futbolista arranca cuando es muy chico, por ahí yéndose de una provincia a otra u otro país. Quizás no le dan mucha importancia a los estudios y a partir de los diecisiete años dejan de estudiar y se empiezan a dedicar a pleno al fútbol en un marco en el que llega uno de cien”.
Asimismo, Aquino compartió lo que es la actualidad en su nuevo trabajo. “Es un semillero en Libertad y Quintana. Cuando me retiré me ofreció trabajo Fernando Chiófalo, así que hace seis años que estoy trabajando, ya que me retiré del fútbol en 2014”.

Héctor Cuevas
Héctor Cuevas, quien destacó el lugar ocupado por Sarmiento en su carrera, abordó el momento en el que colgó los botines y rememoró: “Me retiré profesionalmente en Racing de Córdoba el año pasado, y ya pasaron varios meses que dejé el profesionalismo”. 
“Soy un agradecido al fútbol y a la vida por todo lo que viví. Haber vivido 15 años de este deporte es algo único, y no es para todos. El otro día escuché que tan solo el 1%  de jugadores llegan a vivir del fútbol, así que soy un afortunado”, confesó.
Y compartió: “Después de tantos años de vivir de fútbol y de llevar una vida totalmente profesional, llega un momento en que uno piensa en el después. En mi caso, lo fui dejando de a poco: primero pensé en dejarlo de una, después participé en algunas ligas para despuntar el vicio mientras me dedicaba a otra. Así lo fue dejando, progresivamente”. 
Agregó: “Traté de dejarlo de la mejor manera y no que el fútbol me deje a mí. Muy pocas cabezas y muy pocos jugadores están preparados para hacerlo. A muchos les cuesta horrores y a mí no me costó tanto. Hoy en día, si quiero, puedo entrenarme para entretenerme”.
En la actualidad, está asociado a una empresa constructora que tiene más de 15 años. “Desde que estaba en Racing (de Córdoba) venía haciendo algunas cosas y quería meterme en un rubro diferente que el fútbol, quería despejar mi cabeza, y llegué por medio de un amigo. Ahora soy encargado de la logística de la empresa”, manifestó.
También continúa especializándose en nuevas áreas. “Le fui tomando el gusto y me estoy capacitando en otros rubros del fútbol, como entrenador o dirigente deportivo. Si en algún momento me agarran ganas de volver a ese espacio, la idea es estar capacitado”. 
Todos los futbolistas que dialogaron con Democracia compartieron sus experiencias para con el retiro y visibilizaron complejidades al momento de tomar la decisión de retirarse del fútbol profesional. No fue solo el alejarse de la práctica, sino también el qué hacer el día después: para el que no tienen las herramientas o nunca proyectaron una vida fuera de una cancha de fútbol. En tal contexto, cobra fundamental importancia la formación socio-afectiva de los futbolistas para cuando se alejen, si así lo desean, de las canchas.

“Futbolistas Arriba” 
A lo largo de las diferentes experiencias, se puede ver que los jugadores profesionales no cuentan con las herramientas justas para poder realizar un duelo al momento de alejarse de la práctica. En tal sentido, existen dificultades al cierre del ciclo deportivo como una fase evolutiva más.
Para dar una respuesta a tal instancia se creó "Futbolistas Arriba", que es el primer espacio abocado 100 por ciento al retiro del jugador de fútbol en la Argentina. Fue creado por el exdeportista profesional Adrián Bianchi, que jugó en Vélez Sarsfield, Ferro Carril Oeste y Platense en las décadas del 80 y 90. El mencionado proyecto tiene como objetivo principal guiar y orientar a los futbolistas que están por dejar la actividad o ya no forman parte, motivo que muchas veces genera incertidumbre, miedos y provoca hasta depresión.
Es un espacio que llegó para trabajar y hablar sobre cuestiones muy puntuales con el propósito de que esas personas den ese tan necesario primer paso para intentar buscar mejores herramientas y oportunidades para un futuro mejor. Y así comenzar una nueva etapa de sus vidas con una mirada diferente.