Rodrigo Burela supo ser el "1" de Sarmiento entre las temporadas 2005 y 2008. También defendió el arco de Jorge Newbery de Junín, club donde se inició; y luego pegó el salto llegando a River Plate, Argentinos Juniors y Lanús. También en la Región atajó en Rivadavia de Lincoln y El Linqueño, entre otros.
En diálogo exclusivo con Democracia, sobre su estilo en el arco dijo que era más “salidor que atajador”, debido a su gran capacidad para adelantarse a las jugadas y jugar como un líbero.
En la actualidad sigue ligado al club desde fuera de la línea de cal, como entrenador de arqueros. Desde el año 2010 ha sabido integrar los distintos cuerpos técnicos al frente del Verde, teniendo bajo su mando a grandes arqueros como Lucas Ischuk, César Rigamonti, Julio Chiarini, Emanuel Trípodi y Manuel Vicentini, entre otros.
Al ser entrevistado por este diario, el actual entrenador de arqueros de Sarmiento analizó la evolución del puesto y los últimos “1” que ha tenido en el equipo de nuestra ciudad.
Acerca del fútbol del Siglo XXI, evaluó: “Veo muchos cambios en el fútbol y en el puesto del arquero que, desde hace 15 años, se volvió el puesto más dificultoso y complejo".
Amplió: "Por ejemplo, el cambio de reglas y el manejo de los pies es algo que está instalado. Me pasó estando en la Reserva de River, cuando sufrí ese cambio al modificarse una regla básica que no te permitía agarrar la pelota que venía de un lateral o un pase atrás, cuando era algo normal”.
Añadió: “También la pelota que es más liviana y se mueve mucho más, las canchas con mejores estados, con el pasto más corto y que se suele regar lo que hace que la pelota adquiera mayor velocidad y complejice la tarea del arquero”.
Las innovaciones no son solo en lo que es materiales, como la cancha y la pelota, sino también en la esencia del jugador. En este caso, del arquero. Al respecto, señaló: “Sobre todo veo cambios en el factor psicológico, donde el arquero es el que está más expuesto por todas las redes sociales y cómo se transmite el fútbol, al hacer foco en los errores y los goles. Antes le hacían un gol y se veía al otro día el partido o en algún programa de la semana y punto. Hoy te lo repiten en todas las redes, en los programas y como bloopers”.
La relación entre el fútbol actual y los medios de difusión condicionan, al punto de ser determinantes, a quienes son los protagonistas de este deporte. “Está mucho más expuesto y ante una racha negativa te juega en contra. El hincha consume toda esa información y lo predispone de una manera distinta, hace que la tolerancia sea menor. Hay mucha más presión para los arqueros por la exposición de los medios y redes sociales”, resumió Burela.
La actualidad
Sobre el actual arquero de Sarmiento, Manuel Vicentini, expresó: “Tuvo un rendimiento excelente el año que jugamos la final, fue superlativo y no tuvo errores. Recibió muy pocos goles y ha ganado cuatro o cinco partidos con actuaciones brillantes. Es un arquero regular y es algo poco común que Vicentini se equivoque. Es importante el tener pocos errores en una temporada”.
Sin embargo, Burela persigue el máximo rendimiento y sabe que siempre hay cosas por mejorar. Acerca del arquero actual, comentó: “El tema a perfeccionar es el juego con los pies. Esas mejorías llevan tiempo en arqueros con trayectoria”.
Y destacó: “Está en un buen momento porque ya jugó dos años en el Nacional B, con un gran nivel en ambos. Está llegando a los 30 años que es una buena edad para el puesto. Todos los equipos cuando buscan arquero miran en las categorías de abajo, y Manuel es uno de los mejores de la categoría. Seguramente tenga alguna chance en la Superliga”.
Siguiendo con su análisis, realizó un balance general acerca de los arqueros que continúan con sus preparaciones de cara al futuro, y ante una eventual salida de Vicentini. Acerca de estos, Burela manifestó: “Facundo Daffonchio es un gran arquero que no ha podido jugar pero está listo. Tercero está Pablo Fernández, que es un arquero muy potente. Y también está el juvenil Martín Moyano, categoría 2000, que está haciendo sus primeras armas y subió como cuarto arquero, aprendiendo y corrigiendo día a día”.
Por último, “Bure” no omitió la ausencia de Lautaro Amadé y dijo: “Es una lástima que no haya podido seguir en el club. Tenía muchas condiciones y sobrado con los tiempos, porque tenía 21 años y ya tenía dos años de entrenamientos con Primera, estaba muy bien posicionado en la línea de tiempo. Es un proyecto de un buen arquero. Era un proyecto que venía muy bien perfilado y quizás el año que viene estaba para ponerse la 12 del equipo”.
Los “1” del Verde
Hace 10 años que Rodrigo Burela es el encargado de entrenar a los arqueros de la Primera de Sarmiento. Al momento de tener que ponderar a uno de los jugadores que entrenó, seleccionó a Julio Chiarini y expuso: “Tuvo una actuación destacadísima, por ser Superliga, el estar expuesto contra equipos grandes y por estar peleándola desde abajo”.
También hizo mención a otros arqueros que consiguieron importantes ascensos, como los casos del uruguayo Claudio Flores y Lucas Ischuk. O con grandes actuaciones como César Rigamonti.
El puesto
Al haber sido un exjugador, Burela sabe de las complejidades que demanda el puesto del arquero. Las vivió y lo marcaron a fuego. Por ello, hoy a sus 48 años, abordó las características del puesto y explicó: “El tema del arquero es que te den un arco y poder atajar un año. En el jugador se da a los 18 o 19 años, pero en el arquero siempre se retrasa y se da después de los 25. Después, cuando te toca, hay que demostrar todo el potencial”.
Agregó: “Los directores técnicos buscan experiencia y rodaje, algo que los arqueros jóvenes no tienen. Eso se adquiere con el correr de los partidos”.
Los surgidos de nuestra ciudad
Junín no ha sido una gran escuela en lo que respecta a materia formativa de arqueros. De hecho, esto lo marcan los números. Al respecto, Burela analizó: “No es fácil promover arqueros a la Primera. Si uno saca la cuenta de los últimos 30 años, son contados con una mano los arqueros que han salido de Junín. Me cuento a mí, Cristian Muñoz, Facundo Daffonchio y quizás me esté olvidando de alguno”.
Y contextualizó: “Son raros los equipos que han promovido juveniles, y los que lo han hecho es porque han demostrado muy buenas condiciones como para estar con 21 años en el arco. Generalmente se buscan arqueros con partidos en el hombro”.
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