Nací en Junín en el barrio Nuestra Sra. de Luján. Viví ahí hasta los seis años y después me mudé al Fonavi donde pasé hasta la adolescencia. Arranqué los estudios en la escuela Santa Unión, pasé por la 16 y terminé en la 40, a dos cuadras de mi casa. En el primario fui con Mauro Puertas, Juan Pablo Balbi, chicos que después no los vi más porque fui hasta cuarto grado. El secundario fue fugaz.
En esa época en las Torres jugábamos a los autitos que se le ponían las gomas, la bolita y después era todo fútbol. Estábamos a dos cuadras de la cancha de Rivadavia y además había descampado por donde miraras y se hacían las canchas en cualquier lote.
Con un amigo de la infancia, Hernán Bertolotti, íbamos al club Villa Belgrano. En realidad nos pasaba a buscar Marengo con un auto Unión y nos llevaba, pero enseguida se fue a BAP y nos fuimos con él. Jugábamos en dos categorías. Tuve un paso fugaz por Sarmiento, con Taqueta, pero enseguida el Gallo Melillo me llevó a Moreno. Se fichaba a los 12 años y terminé en inscripto ahí.
Jugué hasta los 15 con Caporaletti, Canale –de Tiburcio- Muñoz y Giovanoni.
Después un tío que vivía en Buenos Aires me consiguió una prueba en Quilmes y quedé para jugar allá. Pero era muy chico, no había celular ni nada que se le parezca. Salía del Fonavi, me tomaba el colectivo a Capital y otro a Quilmes que me paseaba por todos lados. Me acobardé, estaba muy lejos de mi familia y no quise saber nada. Me vine al tiempo.
Mi viejo quería que yo jugara al fútbol y encima se había enterado que en Quilmes me querían sí o sí. No conforme con ello me llevó a hacer una prueba en Vélez Sarsfield y también me dejaron. Me quedaba más cerca, pero no me adapté a la vida de Buenos Aires y me volví al tiempo.
Mi viejo se enojó y no jugué más por un par de años al fútbol.
A los 18 retomé en Mariano Moreno. Estaban el Pera Martínez, los dos Carpinella, Marcelo Gómez, con quienes tenemos un grupo que nos vemos siempre. Hicimos un gran campeonato. Además andaban bien en esa época Newbery y BAP. Salimos campeones a fines del 90. Jugamos un triangular con Newbery y el campeón de la liga de Teodelina. Ganamos nosotros y fuimos al Regional. Hicimos una gran campaña. Trajeron 7 refuerzos de Santa Fe. De los chicos del club quedamos cuatro titulares y el resto al banco y a la tribuna. Estaba Rusiñol de técnico. Se armó un lío bárbaro. Jugué con el Pepo García, Matías Manuale y el Chueco Catamarca. Fideo Merlo era otro refuerzo, y los de afuera.
Comenzamos a pasar fases, el club se quedó sin plata, se fueron los de afuera y volvieron los chicos. Quedamos los de Junín y seguimos pasando fases. Luego no había más dinero para seguir adelante, hubo otro lío en el club que salimos hasta en TN y quedamos fuera de camino.
En ese momento Luciano Polo estaba en Sarmiento y yo había acordado de palabra que me iba para allá cuando terminara el Regional. Se dieron un montón de cosas en el medio, falleció mi viejo, yo me entero que iba a ser papá, Sarmiento pagaba un mes si y cuatro no, entonces tuve que tomar otra determinación.
Me fui a jugar a Colonial de Ferré con Mauro Martínez, Jorge Buvier, el Colo Rúgolo de Lincoln, el Negro Mendoza y el Pera Martínez. Ibamos en una trafic. Estuve dos años que me fue muy bien y después me llamó Marcelo Marisi para venirme a Rivadavia. Había armado el Dream Team con 30 jugadores para el Regional. Atajaba Pepona Caresani, jugaba Lamónica, Bustamante, Fabrizio, Manuale, Martínez. No nos fue muy bien pero me quedé para jugar un oficial donde salimos subcampeones.
Un cuñado mío me hinchaba para que fuera a Villa Belgrano y fui una temporada. Salimos campeones en 2002. Le sacamos el invicto a Rivadavia de Lincoln, que hacía dos años que no perdían. Estaban el Oso Calabró, Longinotti, Martín Cuello, el Lagarto González, Silvio Fernández, el Chiva Escudero. Y me quedé a jugar el Campeonato Argentino.
Estuve a punto de irme a Bolivia con Gustavo Merlo, pero justo el se vino para Junín y no pudo ser.
Me fui a Banderaló, con Juventud en el 2003. Ibamos con el Oso Calabró, el Chiva Escudero, Fideo Merlo, Gustavo Merlo. Tuvimos un torneo regular y al año siguiente me llamaron a mi solo para volver. Pero también me llamaron de la contra, Ingeniero White, que me ofrecieron un platal. Entonces al ir solo, agarré para el otro lado.
Fue la experiencia más linda. Hice un montón de amigos, salí campeón en el 2004. En el 2005 me rompí la rodilla y estuve un tiempo parado.
Pasó que Gustavo Merlo, el Lagarto González, Tití Mastrángelo, se vinieron para Ascensión y yo entrenaba con ellos. Entonces me convencieron para ir a Social en el 2006. Teníamos un equipazo que salimos campeones como tres años seguidos, ganamos los clásicos. Fui goleador histórico y salí campeón en el 2009 del torneo local, del 4 Ligas y además fui goleador del 4 Ligas.
Todos los años me llamaban de Ingeniero White y volví en el 2010. Salimos tricampeones que fue un hecho histórico para el club. Estaba el Ciruelo Piaggio (que había pasado por Ferro) de técnico que además jugaba de 10.
Después me llamó Marcelo Forzano que estaba en Origone, jugué un torneo Regional y ya no quería jugar más. Me volvieron a llamar de Banderaló, tenía el pase allá, y me fui en el 2012.
Cuando cumplí 40 me tentó el Pera Martínez para ir a Moreno. Hacía ocho años que no jugaba. Hice un nocturno, metí algún par de goles, pero ya me dolía todo. Quedamos afuera por penales y ahí dejé de jugar.
Ahora despunto el vicio con amigos, jugamos los domingos en la Peña la Segunda Juventud. Estoy con Fabián Lamónica, Guillermo Beraza, Daniel Tobalina, Leopoldo Tomino, Fideo Merlo, Gustavo Merlo, Pepona Caresani.
¿Maradona o Mesi? No me gusta compararlos, disfruto mucho a los dos. Para mi son los mejores que vi en distintos tiempos del futbol.
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