Sin dudas que por las venas de Jorge David Castro corre sangre futbolera, ya que la pasión por el deporte más popular de nuestro país nació cuando empezó a dar sus primeros pasos en la vida y hoy, con 65 años de edad, mantiene en él plena y rotunda vigencia.
"Clavito", como todos lo apodan y lo reconocen, está en pareja con María Luján, con quien tiene tres hijos (María Verónica, Jorge Sebastián y María Micaela), está orgulloso de sus nietos Francisco, Bautista, Pilar y Faustino, y al iniciar la charla con Democracia, para abordar su trayectoria deportiva como futbolista y entrenador, destacó:
"Creo que nací amando este hermoso deporte, ya que lo jugué desde chiquito en mi barrio 20 de Junio (hoy 11 de Julio), en la Escuela Centenario y en los campeonatos Evita. Comencé a entrenar en la Escuelita de Fútbol de Sarmiento, con el maestro `Pepe´ Rusiñol, pero me terminé fichando en B. A. P. porque `Pepe´ se fue y entre el `Sordito´ Ramos y Juan Torelli me convencieron, porque yo tenía muchos amigos jugando ahí. En esa época se fichaba a los doce años, así que siempre jugué ahí en las Inferiores, hasta llegar a Primera. Antes no era como es hoy, que los pibes van de un lado a otro, pasan por distintos clubes, sino que te hacían querer, te hacían hincha del Club. Entonces, en cada institución había técnicos extraordinarios, buenas personas, que iban a buscar a los jugadores a los campitos, que había y muchos por entonces. Recuerdo a Chiaravino, Alaniz, Edgar Aramburu, el `Negro´ Castro, Fatori. Seguro me estoy olvidando de algunos, pero sí aseguro que las inferiores eran muy competitivas, con muy buenos equipos".
Sobre su llegada a Primera división de B.A.P., tras pasar por las categorías formativas, Castro dijo:
"Tras el proceso de inferiores tuve la suerte de compartir un grupo extraordinario de compañeros, con los que ganamos tres campeonatos consecutivos de Reserva y nos llevamos la Copa en juego. Participé del último torneo nocturno jugado en cancha de Sarmiento, con las viejas torres de luz como iluminación, y allí derrotamos al gran equipo de esos años, Jorge Newbery, 3 a 1, después de perder la final de ganadores 7 a 1, en el año 1976 .Y también ganamos en la inauguración de la luz en cancha de Villa Belgrano. Tuve la suerte de tener a personas que no solo me enseñaron sobre fútbol sino que me educaron, como Dionisio García, `Coco´ Basso, el `Negro´ Roberto Contreras, quien me hizo debutar en Primera, `Taliche´ Lombardi, y compañeros como el `Vasco´ Goruceaga, los hermanos Juan y Omar Frías, Hugo López, el `Negro´ Carnigno, Hugo Domingo Ferrari, José Tobal y los que veníamos de jugar en esa reserva , como Walter Destéfani, Julio Falabella, Hugo Basso, `Pichi´ Rizzo, Andrés Pastorino, `Colo´ Detomás, un grupo muy unido".
Luego, "Clavito" prosiguió expresando:
"En el año 1977, tuve la suerte de integrar el equipo de Sarmiento de Junín, pero también la mala fortuna de quebrarme la tibia y creo -por más que seguí jugando- que con esa lesión se frenó mucho mi carrera deportiva. Seguí jugando, pero no era lo mismo, y pasé de Sarmiento a Racing de Teodelina. Me convenció un gran amigo para que siga jugando, Adalberto Ainchil, quien iba a ser nuestro técnico pero terminó dirigiendo Héctor Silva. Vivimos las mejores épocas de ese club y jugué allí con Miguel `Longa´ Romero, `Cachito´ González, `Cepillo´ Bertolotti, `Rulo´ López, que jugaba en Mariano Moreno. Allí también estaban como jugadores `Cotorra´ Navarro, el `Negro´ Martiarena, de Arenales un nueve de lujo como Chaparro, un jugador diferente como Mario Buonanotte, el `Mochila´ Medina y otros chicos de Teodelina. De Racing de Teodelina pasé a Argentino de Lincoln, para jugar el torneo nocturno que organizó el Club El Linqueño, para inauguración la luz, y salimos campeones invictos, con un equipo de lujo. Aldo Pivato era el técnico, una persona sensacional y amigo hasta el día de hoy. Jugaban, entre otros, Mario Hipólito Castro, un arquero terrible, el `Cusco´ Zambianchi; de Junín fueron conmigo Jorge `Coco´ Benítez, `Cacho´ González, el `Turco´ Massino, el `cabezón´ Russo, `Beto´ Miranda, entre otros".
Tras ello, agregó: "De Argentino pasé a Rivadavia de Lincoln, jugando allí con grandes futbolistas, como Zambianchi, Carlos y `Pochín´ Ochoa, el `Vasco´ Altolaguirre, Biassusi (fue presidente del Club), el `cabezón´ Alonso. Luego, regresé a Junín y tuve la suerte de volver a jugar con grandes compañeros, en el mejor año de la historia de Mariano Moreno de Junín, en 1981. Ganamos el torneo nocturno invictos, también el campeonato oficial y fui un poco parte del torneo Regional y del campeonato Nacional. Jugaban Miguel Romero, Carlos Cerato, Ángel Kennan, el `Colo´ López, `Cano´ Suseret, Miguel Morán, el `Negro´ López, Carlos Mecherques, el `Pato´ Gallego y su hermano, Daniel Carpaneto, Julio Falabella, y otros. De Mariano Moreno pasé a Rivadavia de Junín en el año 1982 y dejé el fútbol un tiempo. Volví por intermedio de mi amigo Miguel Morán, quien era técnico de Villa Belgrano, jugué un año allí y después pasé otra vez por B.A.P.; luego un año en Social de Ascensión (perdemos la final con Singlar de Ascensión) y terminé mi carrera en 1992. En Social fui como jugador y técnico, ya que había comenzado como DT en el año 1987, en mi querido B.A.P.".
"Creo que nací amando este hermoso deporte, ya que lo jugué desde chiquito en mi barrio 20 de Junio (hoy 11 de Julio), en la Escuela Centenario y en los campeonatos Evita".
Recorrido como director técnico
A la hora de comenzar a narrar sus inicios como entrenador, Jorge Castro dijo:
"Mi carrera como director técnico comienza gracias a los compañeros de B.A.P. y lamentablemente por la enfermedad de `Coco´ Basso (papá de Hugo), me eligieron para ser su técnico. Nunca pensé que estaría hasta el día de hoy dirigiendo, ya llevo 33 años como DT. Tras arrancar en B.A.P., en el año 1991 me vinieron a buscar de Ascensión. Se armó un equipo sensación para la Liga de Arenales y cumplí las dos funciones (jugador y entrenador) hasta el año 1994, cuando pasé a Colonial de Ferré, donde dirigí durante seis años. Allí viví años imborrables de mi vida, ya que aprendí mucho sobre esta profesión junto a grandes dirigentes, padres y jugadores. Hicimos de todo, viajes a distintos estadios (River, Boca, San Lorenzo, las de Rosario), viajes a Mendoza y Mar del Plata, a jugar torneos y realizar campamentos, certámenes internacionales, las famosas Jornadas Deportivas que juntaban hasta treinta delegaciones en cada jornada, de distintas localidades. En Social fuimos subcampeones y en Colonial ganaron los chicos su primer campeonato de inferiores en la Liga, en categoría 1984. También obtuvimos los torneos Apertura y Clausura del año 1995. En el año 2000 vuelvo a Junín, para dirigir en el Club Defensa Argentina y viví allí años maravillosos, con recuerdos imborrables en mi mente, los dos torneos de las categorías 1989, 1990 y 1991 en Mar del Plata y en General Pico (La Pampa). De Defensa pasé a Rivadavia de Junín y nunca olvidaré que pude promover desde la Escuelita de Fútbol que dirigía Sebastián Herrera a jugadores de la categoría 1992/1993. Ganamos el primer torneo organizado por el Club Origone y con ello se consiguió el derecho de ir a jugar a Córdoba, un viaje inolvidable. Muchos chicos llegaron a Primera, como el `Cuquita´ Sánchez, Mariano Acevedo, Luciano Araya, Martín Maravilla, Esteban Ábalos y otros que me estoy olvidando. De Rivadavia pasé a Villa Belgrano y estuve allí seis años, algo buenísimo y parecido a lo de Colonial de Ferré. Con Villa hicimos muchos viajes, participación en distintos torneos y de esa época, muchos pibes siguen jugando en Junín y la zona. Entre ellos los hermanos Leo y Germán Milla, Bernardo Delfini, Nicolás Esper, Francisco Gavazzi, Rabadán, los Montero, Guillermo Maravilla, Facundo Busso, Nicolás Vigorrelli y otros".
También recordó Castro: "Después de estar en Villa Belgrano regresé a B.A.P., pasando lindos años con una camada de chicos extraordinarios, luego dirigí a Social de Ascensión durante dos años con buenos jugadores y padres que nos ayudaban y siempre estuvieron presentes. Tuve que regresar a Junín y vuelvo a Defensa Argentina con `Petete´ Gastón Freda como presidente, otros años excelentes. Una nueva vuelta al Club Villa Belgrano, de diez con los hinchas, dirigentes, jugadores, padres que hicieron todo por su club y sus hijos. Dando algunas ventajas deportivas, pero con la ayuda de los chicos y padres de Saforcada, se lograron armar mucho mejor las distintas categorías y hoy sigo entrenando, esperando que pase esto de la pandemia para comenzar a entrenar en B.A.P., ya son 33 años ininterrumpidos como técnico, gracias a Dios".
Fútbol juninense y las ligas de la zona
Sobre el fútbol juninense y como voz autorizada, el reporteado consideró:
"Hasta los años `90`, la Liga de Junín siempre fue superior en todo a las de la Región, ya sean lo físico, técnico y táctico, por eso se llevaban a los mejores jugadores de acá. Eso es histórico y con el tiempo va a ser peor, cuando las Ligas vecinas comiencen organizar sus propios nocturnos, más jugadores de Junín se van a ir. En nuestra Liga es imposible retenerlos, porque ningún club juninense puede pagar lo que los jugadores ganan afuera. La gran diferencia es que en nuestra ciudad hay muchísimos deportes y la gente se reparte y menos gente va a las canchas de fútbol porque no tienen a quién ver. Por eso los campeonatos nocturnos son tan lindos en Junín, porque vuelven los chicos y están todas las figuras, con lo cual la gente va a verlos. Hago una acotación: por ese motivo, muchos clubes terminan quedando muy mal con los jugadores que se `bancan´ todo el torneo local y en el nocturno ni en cuenta los tienen, ese es otro problema para solucionar, ya que por ese motivo muchos pibes también dejan de jugar".
Agregó seguidamente: "Con el paso de los años, los directores técnicos de la zona comenzaron a estudiar y capacitarse y a trabajar en todos esos aspectos. Así, fueron evolucionando, tanto en Inferiores -para formar sus propios jugadores- y en Primera, y tal es así que la mayoría ahora entrena en sus localidades casi todo los días. En lo personal, sigo sosteniendo, por más que hayan cambiado tanto los sistemas, en definitiva son adaptados la mayoría a un 4-3-3. En divisiones inferiores lo ejecuté hasta el día de hoy, pero con todas las variantes y libertades para realizarlo. De Junín aprendí escuchando charlas de un adelantado, `Chacho´ Villafañe y me gustaron y gustan el `Toto´ Lorenzo, Ángel Labruna, César Luis Menotti, Carlos Bilardo, Marcelo Bielsa, Carlos Bianchi, Alejandro Sabella, Marcelo Gallardo y Pepe Guardiola, lejos el mejor…”.
Sobre la pandemia que generó el coronavirus, "Clavito" señaló: "Todo va a ser diferente, tanto en el orden familiar, deportivo y económico. Hasta que no esté la vacuna, todos -o por lo menos la mayoría -tendremos miedo, porque no hay una verdad sobre este virus, lo único que se propaga muy rápido y es muy contagioso. Y ese es el cuidado a tener presente, los que trabajamos con chicos especialmente. Si antes los cuidábamos un montón, con mucha responsabilidad, de aquí en más va a ser mucho más complicado. A mí lo que más me preocupa es el tema de los barbijos o tapa-bocas para hacerlos entrenar. Después las medidas la vamos a programar según las recomendaciones médicas y, aunque todavía no tenemos nada concreto, esperemos el momento justo y necesario. No hay que jugar con la salud, pensemos todas las variantes y medidas preventivas para hacerlo bien. Actualmente, por redes sociales, estamos entrenando martes y jueves con los chicos de las categorías que dirijo en B.A.P. Son prácticas muy buenas, participan muchísimo y escuché charlas de otros colegas muy positivas sobre esto, porque se habla de todos los temas. Igual, no cambio por nada estar en una cancha, con los jugadores presentes y la pelota con ellos".
Elecciones en el gremio y amplio agradecimiento
En cuanto al gremio de entrenadores, Castro dijo: "Veo perfecto que haya elecciones. En Junín, el gremio por nosotros nunca hizo mucho, se paga una cuota mensual nada más que para ver a Sarmiento y entrar a una cancha local. Ahora se está intentando hacer algo más, yo dejé de pagar la cuota hace rato, ya que nunca recibí nada, y cuando lo necesité el gremio no estuvo presente. Dios quiera que estas elecciones sirvan para que los directores técnicos sean más respetados y escuchados. También quisiera, en lo personal, que después de esta pandemia comencemos a entrenar el respeto del uno hacia el otro, comprender que un título de inferiores no te hace el mejor, que para ser mejor se necesita primero respetarse a uno mismo y, si no es así, algo está mal. Si cambiamos el discurso, el tiempo te va a ser corto, por eso creo que no hay que salirse de una línea de conducta si uno quiere llegar perdurar en el tiempo".
Para cerrar la charla, Jorge David Castro hizo llegar un agradecimiento: "A mi familia, especialmente a mis hijos que me bancaron todos los sábados, domingos, en fiestas de Jardín de Infantes, Escuela o recepción de títulos, a algunos cumpleaños a los que he llegado tarde o directamente no fui por el fútbol. También en no haber estado en el nacimiento de la más pequeña porque justo había organizado un encuentro deportivo en Ascensión. Es para ellos el agradecimiento más grande, que hago extensivo a los compañeros que me dio el fútbol, a los jugadores que dirigí durante estos treinta y tres años, a los dirigentes de todos los clubes, hinchas, padres, periodistas. A todos, ¡mil gracias!", completó "Clavito" Castro.
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