Walter Daniel Pereyra se destacó como futbolista en nuestra ciudad, a la que llegó siendo un adolescente, ya que hasta los quince años vivió en la localidad de Coronel Charlone, tras nacer el 31 de enero de 1964 en Emilio V. Bunge, ambos pueblos del distrito de General Villegas.
Se inició en el balompié en inferiores de la Liga Villeguense de Fútbol, pero como Charlone no participaba por entonces en los torneos oficiales, lo llevaron a jugar a la localidad de Buchardo, cuyo equipo era dirigido por el técnico Carnelli, actualmente afincado en Junín.
Pereyra, de 56 años e hijo de Manuel y de Dora Díaz, comenzó su trayectoria con "la redonda" en nuestro medio en las formativas del Club Atlético Villa Belgrano (llegó a Primera división), tuvo un breve paso por River Plate local y se destacó en Rivadavia de Junín, y logró títulos y protagonizando grandes actuaciones con la casaca albiceleste.
Sobre su llegada a Junín, "Waly" dijo: "A los 15 años me vine a Junín con mi viejo y mi hermana y vivíamos en Pringles y Cichero. Empecé a jugar en los `campitos´ y un día me vio Alcides Gubitossi, quien era técnico de inferiores de Villa, y tras disputar algunos partidos con la cuarta, enseguida me convocaron para la Primera. A los 16 años, en un partido contra B.A.P., quien me hizo debutar fue Hugo López. Con Villa Belgrano y contra B.A.P.
Salí campeón con Villa Belgrano en un Nocturno de la Liga Deportiva del Oeste, con el recordado Héctor Mosca como entrenador. También fui campeón con Rivadavia de Junín en el año 1988, con Daniel González como D.T. y Sergio Lippi a cargo de la preparación física. También recuerdo que pasé por River de Junín, bajo la dirección técnica de Daniel `Keto´ Barco", reseñó Walter, para luego recordar: "En la época que yo debuté en Primera, el torneo de la Liga Deportiva del Oeste era muy competitivo, con equipos como Rivadavia de Lincoln y El Linqueño que gastaban mucho dinero en sus planteles y eran equipos casi profesionales. En aquella época había mucho respeto dentro de la cancha y cuando arranqué en Primera, había jugadores de la talla de Horacio Massari, el `Lagarto´ Héctor Walton, el `Perro´ Roberto Pezoa, Miguel Ángel Morán, Eduardo `Toro´ Rassi, entre otros. Cuando me inicié en Villa jugaban los citados Morán, Massari, Pezzoa, Rassi, Jorge `Coco´ Benítez, Claudio Munafó, entre otros, mientras que en Rivadavia (J) compartí equipos con Jorge Fabián Lamónica, Daniel Tobalina, Adrián Romero, el `Ruso´ Zielinzky, el `Dogo´ Galeano, el `Chino´ Benítez, Hugo `Mencho´ Neculpán, todos grandes jugadores. Mientras que cuando jugué en otras Ligas, por ejemplo, en Banderaló, compartí el equipo con el exjugador de Estudiantes de La Plata, Julián Camino, con Daniel Di Gilio, `Yani´ García, Gastón Caresani y Ariel Giangualano, quienes jugaron profesionalmente en Sarmiento de Junín".
En otras ligas
Sobre su incursión en ligas de la Región, Pereyra -quien admira a nivel internacional a Lionel Messi y a Carlos Alberto Tevez en el fútbol argentino-, recordó: "En 1989, fui con un grupo de futbolistas que estábamos jugando en Rivadavia de Junín al Club Eclipse de General Villegas y en el año 1990, como ya dije, me fui a jugar a Banderaló. Ahí, el director técnico era Mario Alberto Rizzi y el profesor Sergio Lippi el encargado de la parte física. También estuve disputando un torneo Regional para Compañía General de Salto; en la Liga de Rojas lo hice en Argentino de esa ciudad y ya en el final de mi carrera, pasé por 12 de Octubre de Ferré y terminé jugando para Leandro N. Alem, en la Liga Deportiva Central Vedia. Siempre dije que cuando me costara ir a practicar me había llegado la hora de dejar el fútbol y así fue. Llegué un día de trabajar, al mediodía, y allí sentí que el domingo siguiente sería mi último partido y dejé de jugar a los 33 años".
Walter, casado con Andrea Malavolta, y papá de Guadalupe Pereyra, se refirió luego al hecho de que todos los años, muchos futbolistas de Junín se van a jugar a Ligas vecinas, expresando: "Siempre en el Nocturno se hace más competitivo, porque vuelven los jugadores que militaron en equipos de afuera, pero sí es cierto que el campeonato oficial local se desvirtúa un poco por la ida de los chicos, algo que pasa hace mucho tiempo, ya desde cuando yo jugaba".
Luego manifestó: "En el Club Rivadavia (J) estoy colaborando, más con esta pandemia. Integré varias comisiones directivas, pero hace dos años que ya no pertenezco a ella. El fútbol deja muchos amigos, principalmente cuando uno es jugador, con muchas anécdotas, por ello, al fútbol siempre se lo lleva adentro de uno". El entrevistado completó la charla con Democracia expresando: "Agradezco principalmente a todos los jugadores con los que compartí como compañero y también a todos los directivos de los clubes en los que jugué, porque siempre me trataron muy bien y me sentí cómodo. También a mi familia, que siempre me `aguantó´. Gracias totales a todos ellos".
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