El goleador de Sarmiento y del campeonato de la Primera Nacional, Pablo Magnín, aceptó el mano a mano con Democracia para hablar de todo. Contó los detalles de su cuarentena en Junín y remarcó la importancia de respetar las disposiciones sanitarias para evitar el contagio del coronavirus. También habló de las actividades que realiza a diario para disfrutar un poco más del tiempo libre.
- ¿Cómo venís atravesando la cuarentena?
- Bien, me quedé acá en Junín, vivo en una casa, tengo un pequeño patio y trato de respetar las indicaciones lo más que se pueda. El "profe" (Tulio Pianesi) nos manda ejercicios y nosotros tratamos de hacerlos para mantenernos de la mejor manera posible.
- ¿Cuesta?
- Desde lo físico sí porque es una situación muy distinta, cuando uno tiene vacaciones, por ejemplo, no entrena pero sale a correr y hoy en día no se puede hacer nada. Yo entreno desde siempre, desde muy chico; y a veces quiero ponerme las zapatillas y dar una vuelta a la manzana por lo menos. Pero entiendo la gravedad del problema y no salgo de casa. Creo que en todo este tiempo salí dos o tres veces al supermercado. Pero nada más.
Leo mucho, juego con la guitarra y ahora también me he puesto a pintar. En eso se me va el tiempo y uno no se da cuenta.
- ¿Qué hacés en el día a día?
- Hace mucho tiempo que trato de aprovechar el momento de la mejor manera posible. En mi casa, en el trabajo o en la vida, trato de ser positivo y de vivir el momento. No soy de pensar mucho para adelante ni tampoco mucho para atrás. Y hoy por hoy trato de aprovechar los días haciendo cosas que me gustan mucho, que las hago con pasión pero que quizás no me salen tan bien. Leo mucho, juego con la guitarra y ahora también me he puesto a pintar. En eso se me va el tiempo y uno no se da cuenta.
- ¿Mirás televisión?
- No, ¿sabes qué no? Es más, tengo wifi desde hace poquito. Pero televisión no miro, a veces creo que la televisión te quiere marcar los pasos. Y vos sabés que hay mucha gente que me dice como asustada: ¡Cómo no mirás televisión! Y no. Y para mí es hermoso. Descubrí un mundo sin la televisión que realmente me gusta. Y como te decía anteriormente, yo trato de disfrutar todo lo que se me presenta, disfruto entrenar y también trato de disfrutar lo mejor que pueda de este momento.
- ¿Hablás con tu familia? ¿Cómo están ellos?
- Por suerte bien, están en San Jerónimo (Santa Fe); mi papá trabaja en el banco, o sea que tiene que ir a laburar, y mi mamá hace costuras, tiene un pequeño taller en casa. Están bien y la situación en el pueblo está bastante controlada, de hecho creo que ni siquiera hay un caso confirmado. Así que desde ese lado estoy tranquilo.
- ¿Cuesta imaginar la vuelta del fútbol?
- Sí, creo que es muy difícil hablar de eso hoy. Creo que todos estamos tratando primero de resguardar la salud, de cuidarnos y de cuidar al prójimo. Hoy me parece que todo pasa por ese lado. Además uno ya no sabe ni el día en el que vive, hoy saludé a la señora de enfrente y le pregunté qué día era (risas). Me dijo algo de comer pescado y recién ahí me di cuenta que era Viernes Santo.
- Se habló en un momento de hacer cambios en el torneo.
- No estoy al tanto, la verdad no sé qué se habló. Pero supongo que se definirá más adelante. Uno es profesional de esto y cuando el fútbol vuelva estaremos a disposición. Siempre tengo ganas de jugar a la pelota y de compartir el juego con los muchachos que uno aprecia. No sé si puedo decir que son amigos, pero tengo buenos compañeros en Sarmiento y los extraño. Son buenos muchachos. Hoy por hoy estamos en contacto y varios se han quedado en Junín.
- ¿Cuál es tu mirada de lo que está pasando?
- En relación a la pandemia, no tengo una opinión formada porque no soy un experto. Entonces mi opinión mucho no vale, sí entiendo que uno tiene que acatar las normas que se dictaron. Hoy por hoy, la manera más fácil que tenemos de ayudar es quedándonos en casa. Entonces hay que hacerlo. Y después yo valoro mucho que puedo hacerlo, que puedo quedarme en mi casa, porque hay gente que no puede hacerlo. Yo me baño con agua caliente, tengo un techo y una cama para dormir, tengo comida y eso hay que valorarlo.
- Claro, hay gente con problemas económicos muy graves.
- Por eso, hay gente que la está pasando mal, que no puede quedarse en su casa porque tiene que salir a buscar el mango. Acá por mi casa pasa mucha gente pidiendo una colaboración, o lo que sea. Y yo trato de colaborar en la medida que puedo. Cuando voy al super compro algo de más y después lo dono, trato de dar una mano. Es lo mínimo que puedo hacer.
- ¿Sentís que la situación nos está dejando algún aprendizaje?
- Es un poco como la canción de Los Redondos, Nueva Roma, te cura o te mata. Pero no deja de ser una cuestión personal el tema del aprendizaje. Hoy hay que priorizar la serenidad, tenemos que entender que nos tocó esto y hay que aceptarlo. Esto pasa en todo el mundo, no hay que enloquecerse. Hay que tratar de mantener la tranquilidad, eso por sobre todas las cosas. Después creo que hoy se valora mucho el tiempo que uno pasa junto a su familia. Hoy extrañamos eso y nos damos cuenta de lo importante que son esos momentos. También esta pandemia nos has dejado a todos desnudos, igualados y en el mismo fango. Estamos todos en la misma.
- ¿Cómo analizás que los países del primer mundo sean los más afectados?
- Hoy les toca esto, es increíble. De todas maneras yo creo que ya hubo situaciones así, en distintas épocas y de distinta manera, pero esto es lo que nos toca a nosotros. Hay que esperar. Hoy no lo podemos creer pero es lo que nos toca. Yo pienso que nadie tiene la verdad de todo, soy bastante escéptico en ese sentido. No hay que quedarse siempre en un lugar, hay algo más allá y yo no me lo quiero perder.
- ¿Qué tenés pensado hacer cuando todo esto termine?
- No sé, creo que me gustaría ver una banda en vivo. Igual cuando todo pase no sé cómo vamos a organizarnos, porque todos vamos a salir con una ganas tremendas de hacer cosas. Pero mientras tanto hay que aguantar.
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