El volante de Sarmiento Franco Leys se sigue recuperando de una rotura de ligamento que sufrió allá en julio de 2019. En diálogo con Democracia, el mediocampista no pudo ocultar su emoción al recordar lo vivido.
- ¿Cuáles son tus expectativas en este regreso?
- Con muchas ganas de seguir trabajando. La parte más dura de la recuperación ya pasó y ahora estoy tratando de estar lo más que pueda a la par del grupo. Sé que me queda un tiempo importante, por lo menos dos meses y medio, así que tratando de dar lo mejor y llevando este proceso con mucha tranquilidad.
- ¿Qué sensaciones tuviste en todo este tiempo?
- En el 2014 tuve la misma lesión y sabía que iba a ser duro. He pasado por momentos muy difíciles, de mucha soledad y en donde uno tiene que estar muy preparado de la cabeza. Por suerte tengo una familia muy linda en la que me puedo apoyar y, de a poco, vamos saliendo adelante.
- ¿Cómo es eso de afrontar la lesión en soledad?
- Hay momentos en que te quedás en el gimnasio, solo, y sabiendo que esa parte es muy importante para la recuperación. Nadie te va a ayudar a hacer lo que tenés que hacer. Lo tenés que hacer solo y ahí es voluntad pura. Sacrificio. Pero uno se ilusiona mucho en volver y hacerlo de la mejor manera posible.
- ¿Cómo podrías describir la lesión?
- Es una de las lesiones más bravas, más difíciles, donde tenés que arrancar de cero, perdés masa muscular, perdés ritmo futbolístico y también perdés confianza. Por suerte, cada vez estamos más cerca de la recuperación total. Cuando me lesioné yo estaba siendo tenido en cuenta por el entrenador, venía siendo titular, jugando bastante y el equipo venía siendo protagonista. Eso te pega un poco más. Ahora ya pasó y, gracias al apoyo de la familia, del cuerpo técnico y de mis compañeros estamos saliendo adelante.
- La parte psicológica es clave.
- Sin dudas, mi señora (Lucrecia) ha sido muy importante, es la que me banca y la que estuvo siempre. La familia, en realidad es la que va a estar siempre; es increíble, pero uno se da cuenta de esto mucho más cuando pasa por un momento malo. No quiero tampoco olvidarme del cuerpo técnico, de mis compañeros y de la gente que en la calle también me brinda su apoyo.
- ¿Mirás los partidos?
- Sí, pero me cuesta muchísimo. Lo sufro. Siento un poco de impotencia, de ganas de jugar. Hoy me toca apoyar desde este lado y trato de hacerlo de la mejor manera. Lo sufro más porque no puedo estar adentro pero es lo que hoy me toca. Siempre apoyando.
- ¿Cómo te imaginas la vuelta?
- Difícil, supongo que será de a poco, con nervios, pero estamos en ese camino. Sé que me va a costar mucho volver al ritmo de juego, pero hoy pienso más en entrenar y en seguir con la recuperación. Más allá de la situación personal hay un trabajo grupal que se está haciendo muy bien. Los objetivos para este año siguen siendo los mismos, mejorar, mantener las cosas buenas que hicimos en la primera parte y tratar de llegar a las instancias finales. El equipo ya ha demostrado que lo puede hacer y nos hemos ganado el respeto de todos.
- El campeonato pasado te tocó fallar un penal clave, en una final contra Central Córdoba de Santiago del Estero. ¿Qué recordás de aquel momento?
- Después del partido fue todo muy duro. Esa noche no pude dormir, tenía una angustia tremenda. Considero que había tenido un campeonato aceptable, que habíamos llegado a la final y no podía entender por qué me había tocado a mí fallar. Lo erré y le di el ascenso a Central Córdoba, es así. Más allá de que habíamos sido superiores en los dos partidos y todo lo que me digan, me tocó a mí fallar y fue doloroso. Mi idea era patearlo fuerte arriba, pero me salió de otra manera. Fue una semana tremenda. Es una espina que tengo clavada.
- ¿Crees que en la malas es donde un futbolista demuestra más su profesionalismo?
- Sí, en las malas uno reflexiona mucho sobre estas cuestiones. Me tocó errar un penal importante y la gente de Sarmiento en la calle me decían que cómo lo iba a patear así. Uno tiene que mantenerse callado, aceptar el error y seguir trabajando. En todo este tiempo he aprendido que el fútbol verdaderamente da revancha. Esto es un trabajo y hay que ponerle el pecho. Estoy acá, trabajando y vamos a salir adelante.
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