Huracán amargó a San Lorenzo y festejó en el clásico
Fue por 2 a 0 en el Estadio "Tomás Adolfo Ducó".
Huracán venció a San Lorenzo, que se aleja de la punta, por 2-0 y volvió a festejar en un clásico luego de cuatro años. Por la 10ma fecha de la Superliga, Lucas Barrios, a los 25 minutos del primer tiempo, y su reemplazante, Fernando Coniglio, liquidó el clásico disputado en el estadio Tomás Adolfo Ducó, a los 38m. de la segunda parte.
Huracán volvió a ganar el clásico de barrio después de cuatro años. El anterior éxito había sido en Parque de los Patricios en septiembre de 2015, por 1-0 con gol de Patricio Toranzo.
El “Globo” sopla de la mano del interino Néstor Apuzzo, quien está invicto con dos triunfos y dos empates, además de sumar más de 400 minutos sin recibir goles. San Lorenzo volvió a ser una sombra, perdió cuatro de los últimos cinco partidos y se aleja de la punta que fue suya durante las primeras fechas.
Desde el inicio, Huracán tomó el protagonismo del partido, con un buen planteo de Apuzzo, el eterno interino del “Globo” que asumió, tras la corta estadía de Juan Pablo Vojvoda.
El local se paró con un 4-4-1-1 con Rodrigo Gómez como enganche y Lucas Barrios como referencia de área.
San Lorenzo, por su parte, no supo cómo sortear la presión alta de su rival y fue obligado a tirar pelotazos para Ángel Romero, quien no se encontró como “9”.
Los extremos Fertoli y Ezequiel Cerutti tampoco fueron una vía de solución y los pocos momentos de fútbol dependieron de los pantallazos de Fernando Belluschi.
Huracán también fue el que más situaciones de peligro generó en el área rival, pero no le acertaba al arco defendido por Nicolás Navarro. Hasta que a los 25 minutos “Droopy” Gómez tiró un centro preciso desde la derecha para Barrios, quien con un gran cabezazo cortó una extensa racha de 301 minutos de sequía de goles en los clásicos.
El “Ciclón “ recién tuvo un atisbo de reacción a cinco minutos del final de la primera parte con un remate de Belluschi que controló el paraguayo Silva.
En la parte final, Huracán le regaló la pelota a San Lorenzo, dejó de presionar y esperó en su campo la respuesta de un tibio rival que nunca reaccionó. El equipo de Pizzi tuvo el control de la pelota pero no generó una sola situación de riesgo en todo el segundo tiempo.
El entrenador mandó a la cancha a todos los delanteros, Díaz, el otro (Oscar) Romero y Bareiro, para adelantar en la cancha a su goleador Bruno Pittón. Pero el equipo de Boedo nunca supo cómo entrarle al sólido Huracán.
Apuzzo entendió que debía cuidar la ventaja, hizo cambios defensivos y en una de las pocas que tuvo, el ingresado Fernando Coniglio coronó el resultado. Merecido triunfo de Huracán que volvió a festejar en el clásico porteño y complicó el presente de su rival de toda la vida.