El azar ha querido que la Argentina de Lionel Messi vuelva a cruzarse hoy con Chile en la Copa América, pero esta vez no será por el título como en las ediciones de 2015 y 2016, sino por el tercer puesto, donde quiere el bronce y la revancha.
Los de Lionel Scaloni cayeron el martes por 2-0 en semis con Brasil, en su mejor partido del torneo y, seguramente, de la era del joven estratega, pero eso no oculta que es un nuevo fracaso para Messi, que solo gana títulos con el Barça, y para la selección, muy presionada para dejar atrás la sequía de títulos que arrastra desde la Copa América de 1993.
Descontenta, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se quejó a la Conmebol por los "graves y groseros errores arbitrales", entre ellos la omisión en el uso del VAR "en por lo menos dos jugadas concretas que claramente influyeron en el resultado final del partido".
El partido por el tercer puesto "no tiene ninguna importancia", aseguró el Rey Arturo Vidal tras caer contra los incas, y añadió que "habrá que jugar para cumplir".
No obstante, Vidal admitió que "siempre es lindo" jugar contra Argentina, porque tiene al mejor del mundo, su compañero en el Barcelona Lionel Messi.
"Quieren jugar todos"
En el Arena Corinthinas de Sao Paulo (16H00 hora argentina) poco más que el honor se jugarán dos equipos que querían más en esta Copa.
Pese a ello, ambos equipos querrán despedirse dando una buena imagen. Por ello, el diario Olé informó en su edición electrónica del jueves que Messi y compañía pretenden decir adiós al torneo en el césped: "Quieren jugar todos".
La Albiceleste fue de menos a más en este torneo, dejó un muy buen sabor de boca en el partido contra Brasil, y ahora está obligada a mantenerlo para despejar los negros nubarrones que se ciernen sobre el equipo.
Scaloni, que fue ratificado en el banquillo argentino como mínimo hasta esta Copa América, no podrá contar con sus dos principales apuestas, el volante Marcos Acuña y el delantero revelación Lautaro Martínez, pues ambos han llegado al límite de tarjetas amarillas. Para sustituir al Toro podría echar mano de Matías Suárez o Paulo Dybala.
También Rueda tendrá que esmerarse en este partido. La decepción por no luchar por el tricampeonato ha llevado a la prensa y la afición a preguntarse si la generación dorada de la Roja, con una media de edad que supera los 30 años de edad, no está llegando a su fin.
El técnico colombiano, que asumió el cargo tras la no clasificación de Chile para Rusia-2018, necesita buenos resultados para ganar crédito al frente de una Roja que a corto y medio plazo tendrá que asumir una profunda renovación.
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