La cuenta regresiva comenzó. La expectativa crece. La ansiedad se agiganta. Es que Sarmiento jugará el domingo ante Arsenal el partido desempate entre los punteros de la B Nacional y donde el ganador ascenderá directamente a la Superliga.
El encuentro se jugará desde las 15, en el Estadio “Florencio Sola” de Banfield y será arbitrado por Néstor Pitana, quien estará acompañado por Hernán Maidana, como primer asistente y Juan Pablo Belatti como segundo; terna que dirigió la última final de la Copa del Mundo en Rusia.
Ayer se confirmó que a la parcialidad del Verde le darán la tribuna local. Se rumorea que desde Junín partirán unos 50 colectivos y que la presencia de hinchas de Sarmiento podría marcar un nuevo récord. Pero para eso falta. “Hay que estar tranquilos”, dice el capitán del equipo, Luis Yamil Garnier, quien ayer aceptó un mano a mano con Democracia para hablar de todo.
Hemos perdido solo dos partidos y al momento de hacer un análisis creo que nos merecíamos estar en esta final. Luis Yamil Garnier. Capitán de Sarmiento
En una charla exclusiva, Garnier elogió al equipo, consideró que Sarmiento se merecía estar en esta final y pronosticó un lindo desenlace para este nuevo capítulo en la rica historia del club.
- ¿Cómo estás viviendo estas horas?
- Tengo la sensación de felicidad, de alegría. En realidad desde el domingo que tengo esta sensación porque nosotros pudimos cumplir con lo nuestro, ganamos el partido que teníamos que ganar aunque, como ya sabemos, el otro resultado no se dio. Entramos convencidos de lo que teníamos que hacer y sabiendo que si ganábamos, en el peor de los casos, íbamos a tener que jugar la final. Y así fue. Es importante para nosotros seguir dependiendo de nosotros y estamos tranquilos porque el equipo viene demostrando que puede afrontar lo que se viene. Es un partido de una gran magnitud y estamos preparados para enfrentarlo. Tenemos confianza en que podemos lograrlo.
- ¿En que se basa esa confianza?
- Lo dije hace varias fechas. Nos pasó jugar buenos partidos y no convertir las posibilidades que tuvimos. Pero las posibilidades y la practicidad del equipo estuvieron. El año pasado no generábamos tanto pero éramos eficaces y este año nos pasó un poco al revés. Pero más allá de eso veo un equipo sólido, maduro. Y siento que nos merecíamos jugar esta final porque estuvimos gran parte del torneo como punteros. Eso muestra que a lo largo del torneo hemos tenido una regularidad sumamente importante. Está claro que el rival también ha hecho lo suyo y es muy respetable. Nos queda jugar esta final como si fuera la final del mundo. Y es un poco así porque el árbitro designado (Néstor Pitana) dirigió la final del mundial. Así que más motivación no podemos tener.
- En un torneo tan parejo ¿Considerás que llegan a la final los dos mejores equipos?
- Sí, sin dudas. A nosotros nos ha tocado errar goles pero a los demás también. Eso ya está, es parte del pasado y no se puede cambiar. Creo que es la categoría más pareja del fútbol argentino. Un ejemplo de eso es que a la última fecha llegaron tres equipos casi con las mismas posibilidades. No es casualidad. Creo que cualquiera le puede ganar a cualquiera y de hecho eso ha pasado en la mayoría de las fechas. Y creo que en esa paridad saca ventaja el equipo que más maduro está y el que menos se equivoque. No nos tenemos que reprochar nada, creo que hemos corregido muchos errores y por eso estamos en el lugar que estamos. Hemos perdido sólo dos partidos y al momento de hacer un análisis creo que nos merecíamos estar en esta final.
- Desde lo personal, ¿Qué significa para vos estar en otra final?
- Es una oportunidad más. Por suerte me ha tocado estar en varias, como la que perdimos el año pasado contra San Martín de Tucumán. Y la verdad es que de aquella final todavía uno tiene la espina, me duele, pero a veces en el fútbol se trata de esto, de caerse y volverse a levantar. Se ha mantenido la base de jugadores del torneo pasado y los chicos que vinieron se acoplaron muy bien. Hemos armado un grupo excepcional y en eso está también un poco la clave del buen presente. Cuando a los chicos que son considerados como suplentes les ha tocado jugar lo han hecho muy bien, no se han notado las ausencias y eso también es parte de lo bueno que tiene este plantel.
- Debe ser difícil poder mantenerse tranquilos.
- Sí, qué te parece. Pero bueno, los jugadores que tenemos un poco más de experiencia tenemos que transmitir tranquilidad. Sabemos que es una responsabilidad muy grande porque se trata de la historia del club, donde está el ascenso de por medio. Y sabemos que estamos cerca de esa gloria, pero que aún no hemos ganado nada. Insisto en que acá lo más importante es que seguimos dependiendo de nosotros. No será fácil pero estoy confiado en que podemos lograr el objetivo.
- ¿Se puede dormir?
- Por ahora sí, venimos bien. Supongo que a todos nos afecta de distinta manera. En mi caso, quizás por la experiencia, trato de llegar a mi casa y cambiar el chip. Trato de disfrutar de mi familia porque considero que es lo más importante. En estas circunstancias se hace difícil, porque es un partido especial. Pero en mi familia encuentro mucha tranquilidad, ellos me ayudan mucho a estar bien y dejar todo en mi trabajo.
- ¿Pensás que puede ser tu última final?
- La verdad que no, voy partido a partido. He tenido la suerte de haber podido conseguir ascensos y a mis compañeros más jóvenes les digo que disfruten el momento, que vayamos partido a partido. Son muchos los jugadores que tienen diez o quince años de carrera y nunca llegan a jugar una final como esta. No es fácil, y sinceramente uno se siente privilegiado. Por eso hay que disfrutarlo. Pero por otro lado, ahora sabemos que estamos por jugar una final del mundo y yo la quiero ganar. No la tenemos que dejar escapar. Después se verá qué pasa, hoy no pienso en retirarme, siento que puedo seguir y el objetivo más cercano que tengo es ganar una final por el ascenso.
- Lo último, un mensaje para el hincha.
- Es muy difícil alejarse del entorno. El equipo ha sabido contagiar un poco todo esto. Creo que todos estamos muy ilusionados. Lo del domingo fue emocionante, el estadio estaba prácticamente repleto. Y tengo entendido que se está haciendo una movida muy importante para la final del próximo domingo. Así que nada, simplemente agradecer por el esfuerzo que hacen. Nosotros trataremos de devolverle a esa gente todo el apoyo y el cariño que nos brinda. Sabemos que podemos, estamos ilusionados y vamos a dejar todo para lograr el objetivo.
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