El pueblo tripero no habla de otra cosa. Después de la memorable noche marplatense en la que se hizo realidad superar la barrera que significaba River, toda la expectativa apuntó a la gran final y particularmente a Rosario Central, el rival en esta nueva patriada que se apresta a afrontar el cambiante pero peleador equipo de Pedro Troglio.
No será un partido más. Por lo que está en juego, por la enorme multitud de gimnasistas que se aprestan a recorrer los kilómetros que separan La Plata de Mendoza y todo lo que vendrá después en caso de coronarse las aspiraciones mens sana. Pero hay un antecedente que los memoriosos y con más años encima seguramente han tenido presente ni bien se supo que el rival a vencer sería el “Canalla” rosarino.
Hay un capítulo en la historia de este enfrentamiento, ocurrido varios años atrás, que involucra a uno de los equipos más recordados en la historia albiazúl: “La barredora”. Así pasó a la historia al equipo que en 1970 llegó a las instancias finales del torneo Nacional con la dirección técnica de José Varacka y presencias notables en su formación como Hugo Gatti, Chirola Pignani, Delio Onnis, Roberto Gonzalo y el uruguayo Masnik, por nombrar sólo a algunos.
Ese equipo, recordado como lo fueron ”El Expreso” de 1933, el Lobo de 1962 y más acá en el tiempo los de Carlos Griguol, llegó a las finales del torneo y el rival en la instancia decisiva fue, precisamente, Rosario Central.
Este equipo de Pedro Troglio se caracteriza por agrandarse en las paradas más difíciles.
Aquella “Barredora” resultó ser el equipo más goleador del campeonato con el Tano Onnis como el máximo artillero a punto tal de terminar la temporada a sólo dos gritos del máximo anotador del año, Carlitos Bianchi. Jugaba muy bien, era prácticamente imbatible en el Bosque y tenía como plus las actuaciones y los shows del Loco en el arco.
Aquel torneo Nacional, jugado en dos zonas, clasificaba a los dos primeros de cada grupo para definir el campeonato. De esa forma, el Lobo que fue segundo en la Zona A –detrás de Chacarita—debió enfrentar en la semifinal a Rosario Central, el primero de la Zona “B”. La otra semi, estuvo a cargo de los Funebreros y de quien finalmente fue campeón: Boca.
¿Qué pasó en aquel partido decisivo con Central. Inicialmente, por una determinación organizativa el partido se disputó en Rosario, aunque en cancha neutral, por lo que se eligió el estadio de Newell´s. En la previa del esperado choque hubo un conflicto entre el plantel y la directiva por temas económicos lo que derivó en que el triperío se presentara en el decisivo encuentro con la tercera división.
Aquel equipo suplente en el que aparecían muchos que después llegaron a ser titulares –Gottfrit, Di Bastiano, Agostinelli--, aguantó todo el primer tiempo, mantuvo como pudo el 0-0 peleando palmo a palmo contra la poderosa formación rosarina pero no pudo repetir en el complemento y cayó 3-0. No pudo coronarse todo lo bueno que se había realizado en el año pero quedó para el recuerdo un conjunto notable en lo colectivo y muy bien dotado individuamente.
Entre aquel partido, jugado en diciembre de 1970, y este perdura la pasión, el fervor y la presencia permanente de una tribuna que seguramente volverá a dar la nota en el Malvinas Argentinas. Futbolísticamente valía la pena citar aquel antecedente por la trascendencia que tuvo aquella “Barredora” y por la ocasión de tomarse revancha que se le presenta ahora a Fito Rinaudo y compañía. En el medio, el mismo rival, la escuadra ahora dirigida por el Patón Bauza.
Este equipo de Pedro Troglio se caracteriza por agrandarse en las paradas más difíciles y en pocas horas, cuando la pelota empiece a rodar en tierra mendocina, tendrá oportunidad de demostrarlo. La historia le tiene guardado un lugar.
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