Nací en Quirno Costa, partido de Lincoln, en el campo. Viví hasta los siete años.
Me vine a Junín y recalé en Lebensohn 314, frente al Club Junín. Fui a la escuela 24, a la 19 y al Industrial.
En el club Junín se jugaba todos los días con los pibes del barrio. Ni bien llegué hacíamos los autitos de carrera, con las ruedas de goma que se fabricaban de cámaras usadas y otros materiales. Jugaba con Daniel y Jorge Riva, Ubaldo Laffit, Rubén Calvo, Amadeo Bossio, una banda con la que me seguí viendo.
Donde está la cancha de básquet ahora, estaba la cancha abierta que era de cemento rústico y jugábamos al fútbol todos los días. Te caías y te pelabas completo.
Rara vez íbamos a jugar al Alumni, porque al estar el club enfrente de mi casa era religión ir a pasar el tiempo ahí.
Y en el verano hacíamos natación y después jugábamos al fútbol, siempre en la cancha de básquet abierta.
Cuando mis viejos se separaron, me fui con mi madre a vivir a calle Almafuerte.
Un día fuimos a jugar un papi fútbol a Defensa Argentina, con Amor, Lamelza… yo tenía doce años. Y me vio atajar Salvador Chiaravino.
Ahí nomás me fichó en la octava de Defensa Argentina y ese año fuimos campeones de punta a punta. Hice todas las inferiores en el club donde ganamos otro título con la sexta.
En primera debuté a los diecisiete. Salimos campeones del oficial de 1989, con Gambarte, Barrionuevo, Martignoni.
Le ganamos la final a River Plate en cancha de Sarmiento. Ganábamos uno a cero y pasamos a perder dos a uno, donde me hizo un golazo el Curro Cielo inolvidable de bolea desde fuera del área, inatajable. Pero después jugamos muy bien y terminamos ganando tres a dos con un gol de Martignoni sobre la hora.
Gané tres nocturnos con Defensa Argentina, cuando las canchas se llenaban.
Después Héctor Silva me llevó a Mariano Moreno, donde estaban Kenan y Di Gilio. Hicimos un campeonato bárbaro y perdimos la final con El Linqueño en nuestra cancha.
Volví un año a Defensa Argentina, pasé por Agustín Roca y me fui dos años a jugar a Necochea con Sportivo San Cayetano y Huracán.
De regreso fiché en River Plate de General Viamonte, pasé a Sarmiento de Ameghino, estuve en Leandro N. Alem, volví a Junín donde jugué un año en BAP.
Me llamaron de Arenales Futbol Club donde estuve dos años, salimos campeones de esa Liga Deportiva y después dejé de jugar cuando tenía 37 años.
Hoy no salen tantos jugadores porque se terminó el potrero. Además los chicos no se dedican como antes al fútbol, tienen otras ocupaciones y solamente los pibes grandes los ves en algún campito. Los chicos, ni se aproximan.
Igualmente cambió mucho el fútbol. Antes era todo más lento y había gambeta, la esencia del fútbol. Hoy es todo velocidad. Corren que parecen atletas, juegan a un pase y salen disparando. En mi equipo de Defensa jugaba la Chueca Villarreal, Miguelito Alvarez, te pintaban la cara. Hoy eso no se ve.
Cambió hasta el sistema del fútbol. Antes jugaban cuatro, tres, tres, siempre. A veces, como Newbery que estaba un poco más adelantado en la época, jugaba con el once retrasado y era distinto. Hoy no se sabe.
¿Maradona o Messi? Distintas épocas. No se si hoy Maradona podría haber jugado. He visto los dos personalmente jugar. Diego tenía algo especial. Y Messi tiene un cambio más que el resto para los niveles de aceleración que lo hace imparable.
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