Fue el Yang del Yin en la dupla técnica campeona con la Selección Sub-20 en el torneo de L’Alcúdia. Lionel Scaloni, director técnico principal, más eléctrico, enérgico. Y Pablo Aimar, más sereno. Se advirtió en una acción en la final ante Rusia. Durante el primer tiempo, el árbitro no sancionó una falta y el ex lateral reclamó con vehemencia. El juez se acercó a apercibirlo y Scaloni no aflojó. Hasta que el “Payasito”, sentado en el banco, lo invitó a la calma y lo ayudó a bajar un cambio en la protesta.
El ex mediocampista ofensivo de River y la Selección, a pesar de la euforia por el 2-1 ante Rusia que le dio el título a Argentina, nunca cambió el tono pausado y el perfil analítico para expresarse sobre la vuelta olímpica del conjunto que condujo de apuro, tras la renuncia de Sebastián Beccacece y la salida de Jorge Sampaoli. El contexto, tal vez, lo habilitaba a declaraciones exultantes, máxime con el desafío de, con Scaloni, conducir en forma interina a la selección mayor. Pero Aimar, de 38 años, prefirió la autocrítica.
“Yo estoy con los más chiquitos (en alusión al Sub-17), pero Lio se hizo cargo, me pidió que lo acompañara en este torneo y un poco más, y acá estoy. Por suerte salió bien, hay que pensar también qué es lo que iban a decir si no nos iba bien”, entendió lo que generan los vaivenes de los resultados.
“Estos chicos sacaron la ilusión de jugar en la Selección y otras cosas; hay muchos partidos en los que no se jugó bien, el tiempo de trabajo fue corto”, aceptó el oriundo de Río Cuarto.
“Me sorprendió la unión, las ganas de este grupo; el sacrificio que hicieron para estar acá. Mostraron la ilusión de jugar en la Selección y eso es lo más importante”, fue el mensaje para sus pupilos.
¿Y si a él y a Scaloni se les dan los resultados en la Selección mayor? Aimar volvió a dar una lección de ubicación al responder. “Yo estoy con los más chiquitos, que es donde me siento más cómodo. Voy a ayudar a Lio un tiempo y después voy a volver”, concluyó.
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