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Robbie Williams fue la figura destacada durante la apertura del Mundial.
GRUPO A

La apertura del Mundial fue una fiesta para el seleccionado local

La breve ceremonia que abrió la máxima cita futbolística tuvo como figura destacada al cantante inglés Robbie Williams. Posteriormente Rusia no tuvo problemas para superar en forma holgada a Arabia Saudita por 5 a 0.

La jornada inaugural del Mundial 2018 fue una verdadera fiesta para Rusia, tanto por la breve pero lucida ceremonia inicial como por el posterior triunfo del representativo local, que se impuso por 5 a 0 al seleccionado de Arabia Saudita dirigido por el argentino Juan Antonio Pizzi, en un partido disputado ayer que resultó sin equivalencias, con el misionero Néstor Pitana como árbitro.
Esa presencia histórica de dos argentinos, uno dirigiendo a un equipo extranjero como no ocurría desde Chile 1962 con Adolfo Pedernera conduciendo a Colombia ante Chile, sumado simultáneamente a un árbitro connacional como Pitana, fue lo más atractivo para el público “albiceleste” en el imponente estadio Luzhniki, colmado con 80.000 espectadores.
Y esa multitud esta vez no se vio agobiada por una fiesta inaugural prolongada, ya que todo duró solamente 20 minutos, el tiempo justo y necesario para que se luciera el cantante inglés Robbie Williams acompañado por la soprano rusa Aida Garifullina.
La pulcritud de la fiesta estuvo dada en que se apeló más al desempeño de estas dos portentosas voces antes que a una coreografía majestuosa en la que se suele hacer hincapié en el primer día de cada campeonato del mundo.


Por supuesto que no faltaron los jóvenes que desfilaron con dorados gorros de altas copas como figuras identificatorias del Mundial en general y de Rusia en particular, además de dos enormes banderas que representaban al país anfitrión en primer lugar y al logo del evento en el otro.
La ceremonia, que se inició media horas antes del partido, tuvo al inefable Robbie Williams rompiendo todos los protocolos en pleno show haciendo la señal de “fuck you” para que quienes lo advirtieron prorrumpieran en risas y algunos tibios aplausos.
Después de eso llegó el momento de la seriedad a través de los discursos del presidente ruso Vladimir Putin, y del presidente de la Fifa, el suizo Gianni Infantino, quienes dejaron formalmente inaugurado el vigésimo primer campeonato mundial de fútbol.
El último acto antes de que la pelota empezara a rodar lo ocupó el arquero Iker Casillas, capitán de la selección española que ganó el Mundial en Sudáfrica 2010, quien se encargó de depositar esa copa sobre el césped del estadio Luzhniki acompañado por la bella modelo rusa Natalia Vodianova.
Para el puntapié inicial, el astro brasileño Ronaldo Nazario llegó acompañado por un niño y si bien amagó con darle la primera patada al balón, le cedió ese privilegio al nene que la envió derecho al muñeco mascota del evento.
Y después sí, llegó la hora de que empezara a jugarse el certamen con este primer partido del grupo A que los locales manejaron de punta a punta ante los tibios intentos del equipo de Pizzi por tratar de llegar (o de arrimarse al menos) hasta la valla rival cuidando la pelota. Pero sus buenas intenciones se diluyeron ante el vértigo y la potencia de los rusos, que supieron perforar por los costados y concretar por el medio, ante una zaga central árabe que ofreció demasiadas facilidades.
El 2 a 0 con que se cerró el primer tiempo no hacía presagiar nada bueno para los árabes, algo que se cumplió a pie juntillas en los 45 minutos finales, cuando llegaron otros tres tantos merced a la efectividad del ingresado Denis Cherishev, autor de dos tantos.

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