La bronca, el dolor y la impotencia se apoderaron ayer en la ciudad de Barcelona de la Selección argentina, tras la grave lesión del mediocampista ofensivo Manuel Lanzini, quien quedó devastado porque se perderá el Mundial de Rusia.
El golpe para el plantel albiceleste es emocional y deportivo, ya que deja al entrenador Jorge Sampaoli sin uno de sus titulares cuando faltan apenas 8 días para el debut.
En el hotel Princesa Sofía, donde está alojado el seleccionado capitaneado por el astro Lionel Messi, se respiraba un clima de velorio en toda regla: nadie podía creer lo que había sucedido.
Cuando parecía que lo peor había pasado, después de la tormenta por la cancelación del amistoso frente a Israel, el error de comunicación con el Vaticano por una visita al Papa Francisco que nunca se pretendió hacer, o la polémica por los días libres de los jugadores, entonces, llegó el mazazo de ayer que sacudió al combinado que dirige Sampaoli.
“Nunca vi algo igual, es un golpe terrible”, confió a Télam una fuente del cuerpo técnico, al describir la situación que rodea a la lesión del jugador del West Ham inglés, quien según el parte médico oficial difundido por la AFA, sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que lo dejará fuera de la Copa del Mundo.
Lanzini entrenaba ayer a la mañana en la Ciudad Deportiva Joan Gamper del Barcelona, con el equipo titular, cuando “recibió una pelota, dio un pase y luego intentó girar. Ahí se le quedó la rodilla trabada en el césped”, explicaron desde el cuerpo técnico.
El DT Jorge Sampaoli, que lo estaba observando, temió de inmediato lo peor. Lanzini fue atendido en la cancha por el médico del plantel, Daniel Martínez, quien después utilizó las instalaciones del club catalán para realizar las primeras pruebas, que confirmaron la gravedad de la lesión.
Hasta el final de la práctica, el resto de jugadores no tuvo conocimiento de la noticia. Se preparaban para un día tranquilo, soleado, animado por el festejo del cumpleaños número 34 de Javier Mascherano, pero naturalmente se vieron arrastrados hacia la tristeza, al enterarse de la grave lesión del ex River.
Lanzini, de 25 años, se perfilaba como titular en el equipo de Sampaoli, jugando por el medio, en el sector derecho o izquierdo, para el debut del 16 de junio ante Islandia, en Moscú, por el Grupo D.
Desde el cuerpo técnico de Sampaoli tienen claro que Lanzini es diferente al resto, pero ahora deben encontrar alguien que pueda reemplazarlo. Cristian Pavón fue el jugador que el DT estuvo probando en su lugar, y la buena noticia es que el futbolista de Boca retomó ayer los entrenamientos junto con el resto del equipo, tras una amigdalitis que lo dejó dos días al margen.
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