La hinchada de Sarmiento es distinta y ellos tienen mucho que ver con eso. Se trata de la batucada del Verde, un grupo de hinchas que se unió para ponerle ritmo y color a cada partido que se juega en el Estadio "Eva Perón".
En diálogo con Democracia, el director de este grupo de percusión, "El Ruso" Néstor Notti, explicó los principales detalles de un proyecto que une dos pasiones: la música y el fútbol.
- ¿Cómo surgió la batucada?
- Yo hace muchos años que voy a la cancha y siempre me gustó formar parte de la hinchada. Cuando Sarmiento asciende a primera mi idea fue sumar un grupo de percusión con vientos. Juntamos un grupo de pibes, que también son todos hinchas y de a poco nos fuimos entusiasmando. En un momento había bombos pero no era algo continuo, entonces nosotros decidimos tomarnos las cosas un poco más en serio. Empezamos a hacer rifas, a vender pollos para comprar los instrumentos nuevos. Todo lo hicimos a pulmón, la gente nos ayudó mucho.
- ¿Cómo se organizan? ¿Ensayan?
- Sí, todos los viernes, en mi casa. La mayoría de los chicos trabaja, entonces a veces se nos complica un poco. Algunos de los muchachos tiene familia entonces tienen que trabajar y eso muchas veces nos complica para juntarnos. Pero lo hacemos, en la medida que podemos lo hacemos. Nosotros no recibimos nada, no cobramos nada, al contrario, la mayoría de las veces ponemos plata, pero lo hacemos de corazón. En total somos 25, más o menos, y por suerte nos llevamos muy bien entre nosotros y tratamos de hacer lo mejor posible. Son cinco o seis vientos y después tenemos los bombos, los repiques y redoblantes.
"Cuando Sarmiento asciende a primera mi idea fue sumar un grupo de percusión con vientos. Juntamos un grupo de pibes, que también son todos hinchas y de a poco nos fuimos entusiasmando".
- El aporte de ustedes se nota mucho, ocupan un lugar importante para el espectáculo, para la fiesta.
- La idea fue siempre esa. Además, siempre en la medida de lo posible, tratamos de estar en otros eventos del club, como por ejemplo en los últimos meses estuvimos en la inauguración del predio Ciudad Deportiva, también en la presentación del plantel. De a poco lo vamos logrando, la gente reconoce el esfuerzo que hacemos, se nota que les gusta y por eso seguimos.
- ¿Qué significa para vos?
- Mirá, hoy en día tengo la suerte y el orgullo de que mi hijo Ramiro, de once años, toca una de las trompetas. Compartir esta pasión con él no tiene precio, es una alegría inmensa. Encima la trompeta que él toca la compramos con estas rifas que te digo que hacemos. Pudimos comprar tres y una la toca él. También me siento muy bien por todo lo que hemos logrado. Te cuento algo que no sabe nadie, ahora estamos haciendo unos bombos nuevos y cada uno va a estar pintado con una letra de la palabra Sarmiento, una letra por bombo. Pero nos va a llevar un tiempo, porque cada bombo nos cuesta bastante.
"También tratamos de estar en otros eventos del club, como por ejemplo en los últimos meses estuvimos en la inauguración del predio Ciudad Deportiva, también en la presentación del plantel".
- ¿Cómo arman las canciones?
- Las arman los pibes del barrio Loreto y de Prado Español. Ellos sacan un tema y nosotros vamos con algunos instrumentos. Y así vamos sacando las canciones.
- ¿Cómo viviste el tema del descenso?
- Con un poco de tristeza, lógicamente. Pero ya está, ahora hay que pelearla para seguir. Nosotros vamos a seguir estando. La verdad que mucho ahora no nos importa. Nosotros seguimos ahí, alentando, poniendo lo nuestro.
- ¿Cuál fue el mejor partido para ustedes?
- Muchos, hubo viajes que hemos hecho a La Plata, por ejemplo. Muchos momentos lindos, pero si tengo que elegir uno elijo el último de local, estando en primera. Fue impresionante. En el entretiempo la gente cantó mucho, no me lo olvido más. Hay mucha gente que va a la cancha pero que no tiene la costumbre de cantar, pero ese día fue impresionante. Después el día que se logró el ascenso, en cancha de Unión tampoco me lo olvido más. Ese día la policía nos reprimió pero finalmente pude entrar y en un momento dado mi hijo me llama diciéndome que habíamos ascendido. Fue tremendo, inolvidable. En mi casa y en mi familia somos todos de Sarmiento, fanáticos. Nos alegramos y nos ponemos tristes todos, es un sentimiento familiar muy lindo, muy grande.
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