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Festejan los jugadores de San Lorenzo de Almagro tras imponerse por penales a Emelec de Ecuador y pasar a cuartos de final.
COPA LIBERTADORES DE AMÉRICA

La sortija a manos de ocho

Tres equipos argentinos quieren ser los mejores del continente: Lanús, San Lorenzo -se miden entre sí en cuartos- y River Plate.

Más de una vez el runrún futbolero ha postulado que la Copa Libertadores está para cualquiera, pero pocas veces como en esta edición cuya serie de octavos de final abrigó unas cuantas sorpresas y dejó en carrera a tres representantes argentinos: Lanús, River y San Lorenzo, que el jueves eliminó a Emelec en clave de película de suspenso.
Un penal atajado por Nicolás Navarro a Christian Ramos fue al cabo toda la diferencia que San Lorenzo pudo establecer frente a un adversario al que había vencido en su casa y parecía inofensivo, o por ahí.
Claro que ese penal atajado representó un mundo y desató el júbilo en el "Nuevo Gasómetro" y alrededores, primero por el valor en sí mismo que supone sacar adelante un compromiso tan trascendente habiendo jugado mal, y de a ratos muy mal, y después porque refundó los duendes coperos.
Salvadas las debidas distancias, este San Lorenzo guarda una llamativa analogía con el que dirigió Edgardo Bauza y coronó: una máquina de desconcertar, de sufrir, de sobrevivir y celebrar.
Claro que haber perdido con Emelec en Buenos Aires y zafar en una serie de penales por 5-4 no es el mejor aliciente para vérselas con un rival de la talla de Lanús, pese a que no atraviesa la cresta de la ola y viene de dejar en el camino a The Strongest con el pan justo sobre la mesa.
En todo caso, tanto San Lorenzo cuanto Lanús están obligados a mejorar de forma sustancial para afrontar un mano a mano que no promete demasiado fantasía pero sí una copiosa adrenalina.
El ganador de esa llave jugará en semifinales con quien resulte ganador de la llave entre River y Jorge Wilstermann, lo cual en buen romance parece sugerir que hay enormes chances de que haya un finalista argentino.
Wilstermann es modesto y aguerrido, ojo, y disfruta de su paraíso relativo: se ha dado el gran gusto de batir a Atlético Mineiro y por primera vez en su larga historia de participaciones en la Libertadores se metió entre los ocho mejores. 
Y River, es un hecho, viene de jugar un partido paliducho y empatar con Guaraní en el "Monumental", aunque su aparente condición de adversario ganable no es insuficiente para desalojarlo de la nómina de los principales aspirantes.

Los brasileños van por el otro sector
Una nómina, desde luego, en la que constan como mínimo un par de representantes brasileños, por más que Mineiro haya mordido el polvo con Wilstermann y Palmeiras con Barcelona de Guayaquil en un batacazo de acá a la China.
Más de cuatro conocedores daban al “Verdao” como un candidato de hierro pero no supo imponer condiciones en los 90 minutos y capituló en los benditos y malditos penales.
Los que siguen en carrera, en orden de aparente jerarquía, son Santos, Botafogo y Gremio, elenco este que eliminó a Godoy Cruz Antonio Tomba que ahora dirige el uruguayo Mauricio Larriera.
En los cuartos de final, que se desarrollarán en septiembre (los partidos de ida entre el 12 y el 14 y los de vuelta entre el 19 y el 21), por un lado irán Lanús-San Lorenzo y River-Jorge Wilstermann y por el otro Santos-Barcelona y Gremio-Botafogo.
En el caso de River Plate se impone recordar que como Wilstermann tiene en refacciones su estadio de Cochabamba, el "Félix Capriles", podría trasladar su localía a los casi 3000 metros de la altura de Sucre.

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