Cristiano Ronaldo, astro del Real Madrid, se presentó ayer a los juzgados de Pozuelo de Alarcón, en la capital española, donde declaró a puertas cerradas tras ser acusado de evadir 14,7 millones de euros entre 2011 y 2014 y denuncio ser víctima de una persecución.
“Si no me llamara Cristiano Ronaldo no estaría aquí sentado”, afirmó el afamado futbolista y denunció ser víctima de una persecución por ser quien es, ante la jueza del tribunal y los representantes de la Fiscalía y la Abogacía del Estado que lo inculpan.
Durante su declaración, el futbolista del conjunto “merengue” señaló a sus asesores fiscales portugueses como los responsables de la gestión de sus derechos de imagen, por los que se lo investiga.
Además, desvinculó de toda responsabilidad a su representante, Jorge Mendes, quien “no tiene nada que ver con sus asuntos fiscales”, según declaró el futbolista.
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