Nací en Junín en el barrio que hoy se denomina Nuestra Señora de Luján, en la intersección de las calles Lartigau y Mayor López.
El barrio estaba pelado. Había pocas casas, las manzanas estaban casi desocupadas. Aunque muchos vecinos se siguen conservando hoy en día.
Entonces, al haber pocas propiedades, había campitos. Teníamos uno en una esquina y después hicimos otro en la contraria, total lo que sobraba era tierra.
Inclusive las calles eran de tierra. Recién el progreso vino con el asfalto y fue por los ´70, creo que estaba Sahaspé como intendente de la ciudad.
Fui a la escuela número uno con Marcelo Batac, Tolosa, y el secundario lo hice en la escuela de aprendizaje.
La Escuela de Aprendizaje estaba en Rivadavia al 150 aproximadamente. Ahí te enseñaban oficios como tornería, ajustaje, carpintería, etc. Salías con una mano de obra calificada, pero a la mayoría nos metían en el Ferrocarril. Trabajé quince años en los talleres de Junín.
Mi papá era carpintero, él tenía una clientela enorme. Entonces llegó un momento que tuve que decidir y me vine a trabajar con mi viejo, porque tenía la base de la escuela y él me fue perfeccionando en cuanto a la mano de obra. Seguí solo hasta que me jubilé y siguieron mis hijos.
Acá se jugaba al futbol todos los días. Era llegar de la escuela, dejar el guardapolvo y a veces sin tomar la leche íbamos a patear la pelota. Se juntaban un montón de pibes del barrio. Además venían de otros barrios porque como nuestras canchitas estaban prolijas, la pelota corría sin problemas y atraía a todos a jugar.
Fiché en Defensa Argentina directamente en la quinta división. Enseguida me promovieron a primera división, a los 17 años.
Debuté contra Jorge Newbery en la cancha de Mariano Moreno. Ganábamos dos a uno y nos empataron sobre la hora en un fallo rarísimo del árbitro. Se armó un lío bárbaro. En la salida era todos contra todos, hasta el árbitro cobró porque lo estaban esperando.
Jugué hasta los 25 años en Defensa Argentina.
Le ganamos un campeonato nocturno a Sarmiento que fue famoso. El torneo era por el cincuentenario de Sarmiento y, lógicamente ellos esperaban quedárselo. Fue en 1961.
Era a doble eliminación. Nosotros íbamos invictos y ellos habían perdido un partido.
La primera final que jugamos la perdimos dos a uno. Fue un viernes. Al martes siguiente iba el otro juego.
Le ganamos tres a uno en la cancha de Sarmiento que se venía debajo de gente.
El Verde tenía un equipazo. Jugaban Toneloto al arco, Mosca, Cadile, Randich, entre otros.
El equipo nuestro fue: Dortona, Domench, Colman, Pinenti, yo , Fernández y Corriani. Garvera, Carpinella, Vigorelli, el pocho Juarez y Rotelli. Todos de las inferiores de Defensa Argentina menos Rottelli que había venido del campo, de la zona de Leandro Niscéforo Alem y jugaba de wing izquierdo, era once.
El referee de ese partido fue Olivera, uno de los mejores de esa época para lo que estaba en juego entre los dos equipos contrincantes.
Era la época que venían muchos clubes de Buenos Aires a jugar. Independiente, Vélez, Tigre, de los que me acuerdo.
Hay mucha diferencia del futbol de antes al de ahora. Antes se jugaba con más entusiasmo, se jugaba por la camiseta. Hoy si no pagás, no hay fútbol.
Los campitos que desaparecieron hicieron que la gambeta se pierda. No hay fútbol, se juega a un toque, todo de primera.
¿Maradona o Messi? Me gusta más Messi, lo veo más completo. Hace cosas muy buenas en la cancha, inclusive que no las había visto nunca.
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