Juventus de Italia desembolsó 12 millones de dólares por Rodrigo Bentancur, Zenit de Rusia puso 17 millones por Sebastián Driussi y Paris Saint Germain (PSG) estaría a punto de pagar 10 millones por Juan Foyth.
En total, serán alrededor de 40 millones de dólares por tres futbolistas que no llegan ni a los 23 años y que apenas empezaron sus carreras en la primera de sus clubes. Los poderosos los buscan jóvenes... Y argentinos.
En una época en la que la brecha tanto deportiva como económica entre Europa y Sudamérica es cada vez más amplia, las ligas más fuertes siguen poniendo el ojo en las piernas argentinas. Que estos tres jóvenes emigren en este mercado de pases es solo una muestra más de una constante que se da en cada enero y cada julio. No es necesario irse tan atrás: desde 2015 a esta parte, las transferencias mejor tasadas fueron por futbolistas menores de 25 años.
A mediados de 2015, por ejemplo, River vendió a Ramiro Funes Mori (en ese entonces, 24 años) en 14 millones de dólares a Everton y a Matías Kranevitter (22 años) a Sevilla en 9 millones, mientras que Estudiantes recibió poco más de 10 millones por el pase de Guido Carrillo (24 años) a Mónaco. Seis meses más tarde, al Millonario también le entraron 9,5 millones de dólares por el traspaso de Emanuel Mammana (20 años) a Olympique de Lyon y, a Boca Juniors, 12,5 millones por Jonathan Calleri (22 años).
Venta de jóvenes argentinos gfx
La lista se hace más extensa en 2016: Roger Martínez (22 años) se fue por 10 millones de dólares a China al igual que Oscar Romero (24 años) -está a préstamo en Deportivo Alavés-; Rosario Central embolsó 11,5 millones por el pase de Giovani Lo Celso (20 años) a PSG, 6 millones por Walter Montoya (23 años) a Sevilla y 4,5 millones por Franco Cervi (22 años) a Benfica; y Lanús cobró 9,5 millones por la transferencia de Gustavo Gómez (23 años) a Milan y 8,5 millones por Miguel Almirón (22 años) a la MLS (Atlanta United).
En total, son alrededor de 145 millones de dólares los que entraron por estos pases. Una millonada que certifica que a pesar de las crisis que pueda atravesar la liga argentina, los pibes fueron, son y seguirán siendo el gran capital del fútbol argentino.
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