Con el partido se inauguró el estadio La Pedrera.
AMISTOSO

Atractivo empate 2 a 2 entre los amigos de Fernando Cavenaghi y Martín Palermo

En una noche atractiva que sirvió para la inauguración del estadio La Pedrera, en la ciudad de Villa Mercedes, en San Luis, exjugadores de River y Boca agrupados bajo los nombres de Fernando Cavenaghi y Martín Palermo, respectivamente, igualaron ayer 2 a 2, en un encuentro amistoso.
El partido de las recordadas figuras de ambos clubes, que contó con dos tiempos de 35 minutos cada uno, tuvo dos goles de Palermo (uno de penal), mientras que Diego Placente y Ariel Franco convirtieron para los "ex millonarios".
Casi sobre el final del tiempo reglamentario el delantero Fernando Cavenaghi desvió un tiro penal sobre el travesaño.
La noche, que contó con la presencia de 28.000 espectadores, comenzó con el espectáculo musical/cultural en el que se pudieron apreciar a "Las 100 Guitarras Mercedinas", la agrupación Escalandrum liderada por Daniel "Pipi" Piazzola, la compañía Prix D’Ami (acrobacias en el aire), la cantante Elena Roger -entonó el Himno Nacional- y un espectacular show de fuegos artificiales.
El gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá fue el encargado de dar el puntapié inicial, tras la orden impartida por el árbitro Pablo Lunati.
En el entretiempo, chicos de Villa Mercedes tuvieron la oportunidad de patearles penales a los arqueros Roberto "Pato" Abbondanzieri y Alejandro Saccone.
En el equipo de los Amigos de Cavenaghi estuvieron Enzo Francescoli, Ariel Ortega, Cristian Ledesma, Esteban Fuertes, Guillermo Rivarola, Ariel Garcé y Hernán Díaz, entre otros.
Por el lado de los Amigos de Palermo dijeron presente Roberto Abbondanzieri, Andrés Guglielminpietro, Martín Andrizzi, Ariel Carreño, Ariel Rosada y Matías Donnet, entre ellos.
El partido tuvo momentos de mucha emoción por la presencia de viejas glorias, y hasta el propio Palermo debió salir algunos minutos por un choque de cabezas con un defensor rival.
El final terminó con los jugadores de los dos equipos abrazados en la mitad del campo de juego y aplaudidos por todos los presentes en una noche algo fría en cuanto a la temperatura, pero con mucho calor por el momento vivido.