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FÚTBOL

José María “Tati” Girard

Estuvo en las inferiores de Newell's Old Boys, jugó en Sol de América de Paraguay, Rivadavia de Junín y la selección local.

Nací en Acebal, Santa Fe.  A los dos años mis viejos se fueron a Maizales. A los cinco años me volví a Pavón y de ahí a Casilda. Estuve hasta los 20 años. Iba de escuela en escuela, flojo de papeles.

De chico no me gustaba el fútbol. Cuando llegué a Casilda practicaba Atletismo y después mis compañeros iban todos a Juventud Unida a jugar al fútbol.  Me fui con ellos. Jugaba de dos, ya estaba cerca del arco. Mi viejo estaba metido en la comisión y quería que fuera arquero. Yo no quería saber nada. Un día faltó el arquero y fui de cabeza al arco. No paré más.

Me fui a jugar a las inferiores de Newell’s Old Boys de Rosario, luego a Corralense (Corral de Bustos). Tenía 19 años y no me hicieron el contrato.  Estaba Perico Raimondo como entrenador, que había sido el famoso cinco de Independiente. De ahí me vine a Blanco y Negro de Alcorta. Estuve cuatro años, siempre  con mi vieja, porque se habían separado y la llevaba conmigo. Aproximadamente me quedé tres años.

Un representante de la zona me llevó a jugar a Sol de América de Paraguay. Mi vieja no se quiso ir a Paraguay. Yo tenía una hermana casada en Junín y ella se vino para acá. Cuando se terminó la temporada me vuelvo a Junín para visitar a mi hermana y llevarme a mi vieja de nuevo a Casilda.

Acá conocí a Luis Santillán y hablando de fútbol, en 1988, me contacta con Alberto Marisi porque Rivadavia necesitaba un arquero. De técnico estaba Daniel González y Sergio Lippi. En ese tiempo estaba de arquero Alfredo Cogo de Pergamino. Hablé con González, él me dijo si estaba preparado para pelear el puesto con Cogo. Le dije que me asegurara que el mejor iba a atajar y así me quedé. 

A todo esto Marisi tuvo que ir a Alcorta a arreglar mi desvinculación y pagar el pase internacional que estaba en Paraguay. En ese tiempo también vino un 9, Salvatore. Comenzamos a practicar para el hexagonal final. Dos días antes del debut se lesionó Cogo, tuve que atajar y no salí más del arco. Estuve dos años en Rivadavia.
Luego Marisi nos vendió a todos a Eclipse de Villegas. Fue Fabián Lamónica, el Chino Benítez. Éramos dos equipos de Junín, el otro fue a Banderaló (estaban el Tara Galante, Caresani). Éramos 22 y practicábamos todos en Junín. Ellos fueron campeones y nosotros segundos.

Me vine a Rivadavia, luego a Independiente de Villa Cañás. Cuando terminó el torneo allá, acá salió campeón Villa Belgrano y me llamaron.

Hicimos un gran torneo del interior, llegamos lejos y todo a base de pulmón.

Me fui a Boca de Rojas y salimos campeones con el Lechón Clara, hacía 20 años que no ganaban un título.

Otra vez volví a Rivadavia donde en total gané tres títulos. En ese año habían hecho un acuerdo recíproco con Liverpool de Uruguay. Estaba Ruiseñol de técnico. A los dos meses mandaron a decir de Uruguay que necesitaban un arquero y un volante. Ruiseñol me llevó junto con Hugo Neculpán. Jugué un año allá.

Cuando volví fiché en Mariano Moreno para un nocturno y perdimos la final con Rivadavia de Lincoln.
Luego arreglé con Racing de Teodelina, un año, y jugué finalmente en Argentino de Rojas donde terminé mi carrera.

Integré la selección de Junín, creo que fue el último año con Alberto De Tomaso, donde hicimos una gran campaña.

Hoy no salen tantos jugadores porque cambiaron los tiempos. La tecnología mató mucho todo. Antes había menos cosas y solo estaba la pelota. Vivíamos del fútbol. Son etapas. Igual que los arqueros, salen muy poquitos. Antes en cada puesto en cada división había dos jugadores. Hoy cuesta demasiado.

¿Maradona o Messi? No le voy a quitar méritos a Messi, hoy el mejor. Pero me quedo con Maradona. El negro se peleaba con los clubes para que lo dejaran venir a entrenar con la selección, jugaba lesionado. Ha hecho muchas cosas por la selección. En los partidos claves, aparecía. Todavía no lo veo a Messi que diga acá las papas queman y estoy yo.

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