FÚTBOL DE PRIMERA

Con alma y vida

En un partido por demás emotivo, Sarmiento le ganó a Defensa y Justicia con un tanto de Brian Fernández y revivió la ilusión de pelear por la permanencia. El público apoyó como nunca al equipo y despidió a los jugadores con una gran ovación.

Primera División
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SARMIENTO
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DEFENSA Y JUSTICIA

Sarmiento se puso de pie y dará pelea. El equipo de Fernando "Teté" Quiroz le ganó a Defensa y Justicia por 1-0 como local, en el encuentro que abrió la 27ma. fecha del torneo de fútbol de Primera División. El delantero Brian Fernández, a los 16m. del segundo tiempo, marcó el único gol del partido y sumó el tercero de su cuenta personal. 
Con esta victoria, Sarmiento, que ganó después de 10 partidos y no recibió goles por primera vez en la era de Fernando Quiroz, suma 25 puntos en la tabla de posiciones y continúa último en la zona de descenso (0.986) pero mantiene la esperanza de salvarse, mientras que Defensa y Justicia, que cosechaba ocho sin caer, tiene 40 unidades.
Para este partido, Quiroz tomó una decisión que sorprendió a todos y que terminó saliendo bien: conformó un equipo con muchos juveniles. Fue así que los pibes del Verde aprovecharon la oportunidad y dejaron la vida por ganar un partido clave.
En líneas generales, Sarmiento obstaculizó la zona de creación de su rival, presionó en todos lados y con mucha entrega emparejó las diferencias técnicas. 
En el trámite de las acciones el equipo de nuestra ciudad expresó en el juego muchísimas ganas de sacar el partido adelante. La energía de los pibes pareciera haber contagiado y mucho a su gente, que desde el minuto cero alentó al equipo como nunca.
En los primeros minutos, Defensa y Justicia intentó adueñarse del balón pero sin crear peligro en el arco defendido por Javier Burrai.
De atrás hacia adelante, el local se mostró seguro, bien plantado, ordenado y con muchas ganas. Ariel Kippes y Federico Pieretto conformaron la dupla de centrales y lo hicieron muy bien. Maxi Méndez por derecha y Ferracuti por la izquierda también mostrado seguridad. 
El trabajo defensivo fue clave para que Sarmiento comenzara a animarse. Atrás, los juveniles que venían jugando en la Reserva la hicieron simple. Cuando pudieron, la jugaron corta, al pie de algún compañero; y cuando no se podía, la tiraron larga.  
En el medio campo, Fermín Antonini los corrió a todos. Su sacrificio y el de Walter Busse fueron enormes. Vivani y Rinaldi también hicieron bien su trabajo por las bandas; y entre Gervasio Núñez y Brian Fernández se las arreglaron como pudieron para tratar de hilvanar alguna jugada de peligro.
De esa manera, con más ganas que ideas, el equipo de Quiroz no dejó pensar a su rival y emparejó muy bien las acciones. El primer tiempo no tuvo mucho más que eso. Pocas emociones en los arcos y por eso el cero a cero cerró bien. 

En la segunda parte, el sufrimiento y toda la alegría   
En la segunda parte, Sarmiento mantuvo la actitud. Metió y corrió de lo lindo. La gente siguió viendo un equipo unido, tirando para el mismo lado y jugando cada pelota como si fuera la última. Y tanto sacrificio tenía que tener su premio.
Fue a los 16. Busse la tiró larga para que Brian la pelee. El ex Racing controló bien y superó a su marca para quedar mano a mano con el arquero. El delantero intentó dar un pase a atrás pero la pelota rozó en un defensor y le volvió a quedar servida para que, con la cara interna de su pie derecho, pusiera el 1 a 0 que se gritó en todo el "Eva Perón". El desahogo fue enorme.  
Tras el tanto, el equipo de Florencio Varela intentó por diferentes medios llegar al arco de Burrai pero el Verde se cerró bien y aguantó una victoria tan necesaria como, quizás, inesperada en la previa.
Esos últimos minutos fueron para el infarto. Quiroz oxigenó el equipo con varios cambios, mientras que Beccacece metió toda la carne al asador para intentar empatarlo. La gente se puso de pie. El "vamos, vamos los pibes" fue el grito de guerra final que se convirtió en una gran ovación cuando el árbitro Trucco marcó el final del partido.
El Verde lo ganó bien y gracias a los pibes el sueño de la permanencia revivió en todas las almas. Sarmiento sueña con mantener la categoría. El objetivo parece ser dificilísimo pero no imposible.

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