De manera sorpresiva e inesperada, Marcelo Tinelli anunció públicamente en sus redes sociales que debido a los problemas de salud que lo aquejan, decidió “parar la pelota” y alejarse del mundo del fútbol, declinando a los cargos que tenía en la AFA (Selección y Superliga) y pidiendo una licencia de 18 meses en San Lorenzo, donde ocupa una de las vicepresidencias.
A los primeros que se les dibujó una sonrisa en la cara fue al trío conformado por Daniel Angelici (Boca), Hugo Moyano (Independiente) y Víctor Blanco (Racing). Sienten que sin la figura del conductor televisivo merodeando los pasillos de la Asociación del Fútbol Argentino, se les liberó el camino y ahora tendrán más libertades para moverse y decidir. Otro que suscribió fue Nicolás Russo, mandamás de Lanús.
Para ellos esta decisión terminó siendo una especie de victoria, ya que siempre trataron de limitar o sacar a Tinelli de la cancha; incluso antes del histórico papelón del 38 a 38.
En el Gobierno tampoco pasó desapercibida esta noticia y algunas muecas de felicidad se dejaron ver. Varios imaginaban que una buena carrera política dentro del fútbol del conductor de Showmatch podría servirle de trampolín para saltar al ámbito nacional, como sucedió con Silvio Berlusconi en Italia o incluso con el propio Mauricio Macri.
Pero hay otros que se lamentan por su salida. Y la figura con más pesos dentro de ellos es Lionel Messi, quien se sintió desencantado al enterarse de lo acontecido. El capitán de la Selección confiaba en el Cabezón (era uno de los pocos dirigentes con llegada directa al rosarino), quien se mostró muy cerca del futbolista al enterarse de la sanción de cuatro partidos que le propinó la Fifa.
Otros referentes del equipo, como Javier Mascherano, Sergio Agüero, Sergio Romero y Ezequiel Lavezzi, compartían el afecto y la confianza que la Pulga tenía con el empresario.
Una figura que quedó tocada, y en cierta manera abandonada, dentro del mapa político es Rodolfo D'Onofrio. El presidente de River manifestó públicamente que su club está “fuera de la AFA” y se mostró en contra del trío Angelici-Moyano-Blanco. El dirigente apostaba fuerte por Tinelli y creían que la Superliga era una buena veta para moldear el fútbol a una figura más semejante a la que anhelaban. Sin embargo, con su partida, quedó debilitado y sin una carta brava para jugar dentro de su mano.
En la misma línea también se pueden encolumnar a Matías Lammens (pese a las diferencias que venían teniendo en el último tiempo), Eduardo Spinosa (presidente de Banfield y uno de los mandatarios que más se movió para impulsar una candidatura de Tinelli), Raúl Gámez (Vélez), Mario Leito (Atlético Tucumán) y Rodrigo Escribano (Talleres).
Juan Sebastián Verón siempre se mostró a su lado y en la misma línea, pero el jugador/presidente de Estudiantes en el último tiempo logró acomodarse dentro de la AFA por fuera del hombre fuerte de la TV. Por pedido de Daniel Angelici, la Brujita terminó siendo designado como Secretario de Selecciones Juveniles.
El último caso es el de Claudio Tapia. Fueron rivales en el camino al sillón de la calle Viamonte, pero tras la asunción del hombre de Barracas Central, comenzaron a trabajar juntos en algunos puntos. Si bien su salida lo alivió en varias cuestiones, Chiqui siente que también perdió un valor importante con el que podía trabajar codo a codo en ciertas cuestiones, como la televisación y el marketing.
GANADORES Y PERDEDORES
Cómo quedó el mapa político de la AFA tras la salida de Tinelli
Tras la abrupta e inesperada ida del conductor televisivo, el panorama político del fútbol sufrirá algunas variantes.
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