FEDERAL “C”

Contundente, firme y seguro debut

Viamonte arrancó su participación de la Zona 4 de la Región Pampeana Norte con un incuestionable triunfo en calidad de visitante ante Juventud Unida en Lincoln. Con goles de Castillo (penal) y un doblete de Bonamino se impuso por 3 a 0. Duarte, arquero “Decano” le contuvo un penal a Carmisciano

Algo más de un mes de parate, de abstinencia futbolera parecía una eternidad, para un pequeño pueblo apasionado y acostumbrado a tardes de domingo, termo, mates, tortas y girasoles. Como un aluvión de verano, alivio a tanta espera, en el futuro cercano estaba este inicio de un certamen bien nacional, federalizado, como el tema de León Gieco, de Ushuaia a La Quiaca que llegaba con las expectativas lógicas, de ver “otra cosa”, ajena totalmente a los últimos acontecimientos que se fueron suscitando en el ámbito casero. Viamonte FC era el representantelocal, con un equipo totalmente “a  nuevo”, salvo dos excepciones  (Escudero y Castillo) del último Viamonte finalista del Interligas. El resto: 9 jugadores de muy buen nivel conformaban el “11 ideal”, los toldenses Manavella, Avilés, Herrera y Bonamino, el resto los “Linqueños” Duarte (aunque oriundo de La Plata), Avalos, los hermanos Verón y la vuelta de Millares, lo hacen lógicamente un candidato serio de esta Zona 4. Jugadores que conocen el roce de este tipo de campeonatos, pero que deberán ir demostrándolo con el correr de los partidos, y ensamblarse como equipo, para eso es necesario sin dudas horas de vuelo.
El bautismo sería en Lincoln, en el estadio “Los Tapiales”, la casa de Juventud Unida que también esperaba ansioso en una cancha castigada por los 120mm de agua caída horas antes, pero que como se pudo poner en condiciones, aunque rápida y en ciertos sectores de difícil tránsito. La visita puso condiciones, le tiró toda “la chapa” a su joven rival, lo metía contra su área desde los minutos iniciales, hasta que llegado los 10' Millares ingresa al área apilando gente, lo tocan abajo, el
árbitro Suárez no duda y marca la pena máxima. Nicolás Castillo con llamativa tranquilidad la coloca bien abajo contra el palo derecho del buen arquero Sánchez que adivinaba pero no llegaba. Algunas llegadas aisladas de los delanteros “azulgrana” dejaban en claro que el recientemente incorporado arquero Duarte mostraba interesante seguridad de arriba y abajo. Al descanso se irían con la mínima ventaja. Al regreso, y sin cambios ambas formaciones, rápidamente Bonamino movió el marcador, con un gol de antología. Iban solo 3' la toma en tres cuentos de cancha, inclinado sobre sector derecho, busca su perfil de zurda, y saca una tremenda bomba que no ve ni el arquero, ni el resto de los jugadores, tampoco siquiera los hinchas que tuvieron que esperar que la red se infle para darse cuenta de la magnitud del remate. UN GOLAZO. Claro que si en este comienzo se acrecentaba la figura del autor del segundo gol, que se encontraba con Millares, la voluntad de Castillo para correrlas a todas, la sapiencia de Herrera para quitar y distribuir, al visitante se le hacía muy cuesta arriba. Mucho más cuando a los 13' una exquisita habilitación de Millares para dejar solo otra vez a Bonamino, entrando por derecha, ingresa al área y ante el achique de Sánchez cruza certero el remate que se mete abajo, era el 3 a 0. Lapidario. También es cierto que cierto relax en los hombres de Oliver provocó que el voluntarioso, digno rival tuviera claras situaciones de descontar, como aquella en el minuto 28, cuando Suárez sanciona la pena máxima, el defensor Carmisciano fusila desde los 12 y Duarte responde excelente. Estaba visto no era la noche para los delanteros de García que no podían quebrar el 0, neta responsabilidad del “1” requerido de emergencia. El partido tuvo movilidad, vértigo, buenas intenciones de uno y otro lado, a veces el piso conspiraba para que no se pudiera trasladar de la mejor manera la redonda, sin embargo el público que se hizo
presente indudablemente justificó el pago de la entrada. El mejor comienzo para el conjunto “Decano” de nuestro fútbol, un tributo a la eficacia, el oportunismo y la categoría de varios de sus players, hicieron que el digno rival sufriera las consecuencias y por contrapartida pagara caro la ineficacia a la hora de llegar al arco
de su rival.