Nací en el Barrio ”El Turco Lorenzo”, calle Borchex al fondo, donde estaba la famosa cancha de Paleta. Y se jugaba a la paleta por plata, circulaba la guita como loco. No pasaba nada, era normal. La mayoría eran ferroviarios, horneros, todos laburantes. Sábado y domingo era religión.
Jugábamos al fútbol todos los días en el barrio. Había pilas de campitos, ahora no se ven.
Éramos un grupo de jugadores de fútbol que llegamos todos a primera. Lalo Villegas, el Loro Allende, Edgardo Danunzio, los Alonso, Miranda.
Yo arranqué en Sarmiento. Me llevó Carlitos Barbarelli. No jugué en La Loba de casualidad, porque apareció este amigo mío, me llevó a entrenar al Verde que estaba Cofré como técnico y me fichó al toque. Atrás mío andaba Torelli de BAP, Castro de Independiente, Alanís de Newbery. Ya me habían visto jugar en los campeonatos Evita en la cancha de Hockey del BAP. Además estaban los reducidos que se llenaban de gente. Nos topábamos con todos los jugadores fuertes de Junín, de primera línea, que no llegaron a Bs. As. porque tal vez no se animaron. Era un boom en ese entonces. Ahora con esas condiciones te agarra un representante y te lleva a Europa. Antes no pasaba.
Fiché en Sarmiento a los 12 años. Jugué en la sexta A y B. Ganamos un par de campeonatos. A los 18 años pasé derecho a Primera B. Nunca jugué en la amateur.
Debuté en 1963 contra Deportivo Español. Sarmiento hizo un campañón ese año. Salió primero con San Telmo, Unión y Ferro. Por gol average el campeón era Sarmiento, pero como estaba Ferro metido en el medio no se qué pasó y dictaminaron un cuadrangular para sacar un ascenso. Fuimos subcampeones. El primer gol de ese torneo lo hice yo, contra Tigre que perdíamos uno a cero y empatamos.
Hébert Pérez me había recomendado con una carta para ir a ver a Pipo Rossi que era técnico de River y había jugado con él en Huracán. Llegué con mi primo hasta la puerta de la cancha de River y me asusté. No me animé a entrar.
Me encontré con Pedro Cambareri que estaba en Chacarita Juniors. Fue en la confitería Urquiza –Federico Lacroze y Corrientes- donde me presentó a Pichón Doval y Ernesto Duchini.
Me vieron practicar una sola vez y me ficharon. Al mes estaba jugando en la selección juvenil de Buenos Aires con Cejas, Marín, Bula, Liberti, Bertolotti. Salimos de gira por el sur.
Debuté en Chacarita contra Newell´s . Hice un gol y ganamos tres a uno.
Enfrentamos a la selección nacional en cancha de River. En un mes hice todo esto.
Salí de gira con Chacarita por Centroamérica. Jugamos contra el Botafogo de Didí, la selección de Ecuador, etc.
Cuando volvemos me encuentro con que no le habían pagado el pase a Sarmiento y me tuve que venir a Junín. Fue en 1965. Retomé con el Verde en abril, ya había empezado el campeonato. Había vuelto Pedro Cambareri, Taqueta que se vino de Francia, se armó un gran equipo.
Después me compró Colón de Santa Fe. Tenían muchos problemas, no me pagaron y me terminé comprando el pase con la deuda.
Fui a Atlanta un año. Pasé a Tigre y me volví a Sarmiento a principios del ´69. Estaba Hébert Pérez de técnico y me pidió que jugara de cinco. Salí goleador con 11 concreciones. Estuve hasta el ´70.
Después me fui a Flandria. Estuve diez años. Se me agrandó la familia, el pueblo era lindo, me habían conseguido además un trabajo. Me sentía cómodo. Un año en el medio me llevó Federico Pizzarro a Italiano.
Hoy el fútbol ha cambiado mucho. No saben cabecear. No están los jugadores preparados como lo estábamos nosotros. En Chacarita te colgaban una pelota y había que cabecearla con los ojos abiertos. Entonces uno sabía donde la quería colocar. Hoy se chocan la pelota con la cabeza y sale para cualquier lado. Antes lo veías a Pedro Mansilla, Sosa, Rojo, saltaban y te metían la pelota donde querían ellos.
¿Maradona o Messi? Maradona fue un fenómeno en su época. El nene este es un monstruo, juega mejor en Europa, acá le cuesta un poquito más. Hoy por hoy Messi es un maestro.
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