Nací en Salto. Jugaba en Compañía General donde hice todas las inferiores. De ahí me fui a Racing de Avellaneda. Un tal Kellerman, que había jugado en Racing , me llevó.
Pero ya Racing no andaba bien en ese momento. Jugué en la reserva. Estaba el burro Juan Domingo Rocchia, el Chino Benítez, Sangieri, todos llegaron a primera. Rocchia se fue a Ferro y Benítez a Boca. No alcancé a jugar en la primera.
Me tocó la colimba y como no había hecho cambio de domicilio me tocó venir a Junín.
Yo había arreglado con Newbery de palabra. Cuando se enteró el Turco Jorge que nos encontramos en un restaurante que él tenía frente a la plaza principal, me llevó a Sarmiento. Se acordaba de mí cuando jugaba en la selección de Salto.
Sarmiento me compró el pase, por lo que le contó el Turco a los dirigentes, sin verme jugar.
Me vino bárbaro porque cuando se enteraron en el cuartel que estaba en el Verde, tenía un régimen especial, iba de 8 a 12 al regimiento y después franco.
Ascendimos en 1974 a la B, fue el primer ascenso. Jugaban Pezzati, Apariente, Velorio Giménez, Avilés, el mismo Turco Jorge, Redondo, entre otros. Hicimos más de cien goles, fue impresionante.
Ahí me vio jugar Victorio Spinetto, en un partido contra Excursionistas que llovía a cántaros, y me vino a comprar con Ferro Carril Oeste.
En Ferro atajaba Luraschi. Jugaban Franco, Rocchia, Arregui, Sacardi, Vidal, entre otros. Después me vendieron a Racing.
Yo no quería ir porque se sabía que no había plata. Ibamos primeros y nos agarró un parate de jugadores. Cuando reanudamos perdimos cuatro partidos seguidos. Fue una locura.
Me vine a Junín. Tenía unos pesos y me compré una quinta, yo odiaba Buenos Aires. Si viviría hoy en Buenos Aires lo odiaría más todavía.
Jugué en Sarmiento nuevamente. Sabella era el presidente. Estaba Omar Atondo, Pezzati, Boianelli, Pondal, Toro, Morán, entre otros. El técnico era Guerra.
Ni figuramos. Al técnico no le daba bola nadie, no jugábamos a nada.
Volví a mi ciudad natal, Salto, a jugar con Compañía. Después estuve en el Singlar de Ascensión y ahí quedó mi pase.
En el '79 dejé en medio de una lesión, ya tenía un laburo firme en la empresa Mársico donde fui encargado.
Y dejé en serio. Hace 30 años que no toco una pelota de fútbol y hace 25 que no piso la cancha de Sarmiento.
Hace 35 años que estoy en Junín. El fútbol de antes era otra cosa. Bochini, Bertoni, Houseman, el gordo Arregui, el gordo Aguilar, Alonso. Eso era fútbol. Ahora corren todos detrás de la pelota, son verdaderos atletas. Los técnicos lo llevaron a ser de esa manera. No sale un Bochini ni a palos, alguien que piense un poquito en la cancha.
Ahora todos son wines. Los cuatro y los tres son wines, estamos todos locos. Así está el fútbol.
Y ojo que no salen más jugadores porque se terminaron los potreros. Aparte toda la droga inmunda que existe donde los chicos se matan de pibes nomás. Tampoco hay quien le enseñe fútbol a los chicos.
Y cuando uno pinta bien se lo llevan. El año pasado, en Salto, se llevaran un chico de doce años al Barcelona. Un pibe fenomenal.
Yo veo que ahora los clubes no recorren la zona. Cuando ascendimos con Sarmiento éramos casi todos de la zona. Pérez de Rojas, Curini de Roberto Cano, Fernández de Pergamino, Apariente de Luján, Cucó Redondo y Arnai que no jugó nunca. Andá a encontrar un pibe de afuera.
¿Maradona o Messi? Maradona fue un monstruo. Messi lo es, lo que pasa es que le falta un poco de personalidad. Pero no se pueden comparar, al igual que Pelé. Este es el momento de Messi, como en otra época fue de Maradona y de Pelé mucho antes.
FÚTBOL
Osvaldo Gutiérrez: “El Loco”
Ídolo de Sarmiento en la década del '70.
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