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EL MAL MOMENTO DE RIVER

Sin figuras, pocas victorias y escasez de goles

Poco queda ya del River que revolucionó el fútbol de América entre 2014 y 2015. Poco del juego, pocos de aquellos jugadores, poco también de la filosofía de Gallardo y mucho menos aún quedan victorias y, sobre todo, goles. La estadística indica que el equipo pasó de convertir 60 goles a 26 goles entre el primer y el segundo semestre del año pasado y, en ese contexto, perdió también a los nombres del gol, sobre todo los de Teófilo Gutiérrez y Fernando Cavenaghi.
"Pedí un delantero que nos pueda dar ambición de gol", dijo el técnico una vez consumada la derrota ante Independiente y argumentos no le faltan para exigirle a la dirigencia un jugador que garantice festejos. Ocurre que desde que el colombiano y el "Torito" se fueron del club, River ya no tuvo prácticamente espesor goleador más allá de la relevancia que luego tuvieron en el equipo Lucas Alario y Rodrigo Mora.
Los chicos como Lucas Boyé o Sebastián Driussi nunca se afianzaron y, así, pocas son las opciones con garantía que le quedaron al entrenador.
En el primer semestre de 2015, el año de la consagración en la Copa Libertadores, River convirtió 60 goles. De esa cantidad 12 le pertenecieron a Fernando Cavenaghi, 10 a Rodrigo Mora, nueve a Teo Gutiérrez y siete fueron del siempre rendidor Carlos Sánchez. De estos cuatro sólo el delantero uruguayo sigue en el plantel.
En la segunda mitad del año, cuando el club se había desprendido del "Torito" y del delantero cafetero, el equipo marcó un total de 26 goles, siete de los cuales fueron obra de Lucas Alario, acaso el único refuerzo pedido por el Muñeco que cumplió con las expectativas e incluso las superó largamente. El segundo mayor anotador de esa etapa fue, nuevamente, Carlos Sánchez, con seis tantos y más atrás apareció Rodrigo Mora con cuatro. Todos muy lejos de llegar a la decena, un número en definitiva accesible y necesario para las aspiraciones del equipo.
El año comenzó con un revés para River, con la caída por 3-2 ante Independiente. Los goles fueron de Álvarez Balanta y de Nicolás Bertolo, uno de los refuerzos del mercado pasado que estuvo lejos de lo que se pretendía. River necesita goles. La evidencia es contundente y Gallardo lo sabe.

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