A TRES DÉCADAS DEL HOMICIDIO DE LA JOVEN CATAMARQUEÑA

Jorge “Chano” Martínez, involucrado en la causa, peleó con “Cuty” Barrera a poco del crimen de María Soledad Morales

Se cumplieron esta semana treinta años del crimen de la adolescente catamarqueña María Soledad Morales, hecho que marcó un antes y un después en esa provincia, como asimismo hizo cambiar radicalmente cuestiones ligadas "a los hijos del poder" y al asesinato de niñas, adolescentes y adultas, casos a los que de un tiempo a esta parte se le cae con todo el peso de la ley, como femicidios.
Y también hace casi 30 años, el 2 de febrero de 1991, con un gimnasio del Club Atlético Pintense repleto de público, el ídolo local y afincado hace más de tres décadas en Junín, Luis Dionisio "Cuty" Barrera, superaba ampliamente por puntos al aguerrido catamarqueño Jorge Oscar "Chano" Martínez.
¿Qué tiene que ver la contienda deportiva con el "Caso María Soledad? Que el expugilista de Catamarca estuvo involucrado en la causa y tuvo varios problemas judiciales por este lamentado y recordado hecho de violencia y muerte.
El 31 de enero de aquel 1991, a menos de cuatro meses del crimen de María Soledad, el "Chano" llegó a Junín, en un micro que lo trajo desde su provincia vía Rosario, para luego seguir viaje a General Pinto en otro colectivo.
Fue para combatir tres días después con "Cuty", quien ese mismo año, en diciembre del ´91, se iba a coronar campeón sudamericano de peso wélter al vencer en el estadio del Club Los Indios de Junín al paraguayo Francisco Bernabé Bobadilla.
Quien escribe esta nota (J.L.C.), a pedido del promotor de la velada a realizarse en General Pinto, fue hasta la terminal de micros para guiar al "Chano" Martínez en el cambio de colectivo y otros trámites y menesteres, para que pueda llegar sin problemas a suelo pintense, cosa que ocurrió.
Tras el saludo de rigor y las preguntas obvias sobre cómo había viajado, cómo se había preparado para la pelea contra Barrera, le consultamos al catamarqueño qué había pasado aquel día en su ciudad, con el caso "María Soledad" y enseguida, el peleador bajó la cabeza, no respondió ni una palabra. Allí mismo casi que se terminó la charla entre el deportista y el periodista de Democracia, máxime que pocos minutos más tarde llegó el colectivo que lo llevaba a General Pinto, así un "alivio" para un tipo que no quería hablar nada del tema que lo tenía incluído en la causa penal.
En total, realizó cuarenta peleas como profesional, ganando 15 (siete por nocaut), perdió 20 (seis por la vía rápida) y empató cuatro, destacándose que de perder con "Cuty" Barrera hizo una sola pelea más,  el 29 de junio de 1991, perdiendo en los Estudios de Canal 9 “Libertad” ante Ricardo Raúl Nuñez.
Se retiró, muy joven, con 30 años, ya que nació en Catamarca el 26 de julio de 1960, y no es utópico pensar que al "Chano", quiénes dirigían su carrera hayan decidido "guardarlo", no exponerlo públicamente al escarnio público (en alguna velada boxística) tras el crimen de María Soledad. Con el paso de los años, se transformó en entrenador de pugilistas de su provincia.

Cambió su declaración
Jorge Oscar “ChanoMartínez era por entonces empleado público y todos lo conocen en Catamarca como el primer boxeador local que peleó en el Madison Square Garden de Nueva York, y el que perdió por nocaut, ante Jorge Locomotora Castro.
En el primer juicio por el “Caso María Soledad”, quedó preso por falso testimonio, por haber dicho que vio a Luque con María Soledad en la disco Clivus. 
Pero quedó preso también por decirle al presidente del Tribunal: “En el juicio anterior he mentido, porque no vi a Luque ni a María Soledad”, asegurando que cuatro personas lo habían preparado para que estuviese mintiendo durante todos esos años.
Lo hizo porque, según él, le habían prometido cosas. Algunas sonaron hasta graciosas, cuando señaló: 
“Me dijeron que iban a hablar con Tito Lectoure para que me mandara indumentaria deportiva nueva y para que me ayudara a poner un gimnasio”, contó. Y dijo que ahora cambiaba porque no habían cumplido con aquellas supuestas promesas, y "por mi hija (de entonces 14 años) para que no sufra más".
“El año pasado su hija tenía entonces 13 años. ¿Ahí no le importó que ella sufriera con sus mentiras?”, lo acorraló el fiscal Gustavo Taranto, que lo trató duramente.
Martínez cambió su declaración para beneficiar a Luque, después que, el tribunal recibiera un casete con el contenido de una supuesta conversación entre él y Ángel Luque, en la que el exboxeador pediría más para no comprometer a su hija.
El “Chano” quedó preso en aquella época en la Comisaría 7°.
Además, se decidió hace casi tres décadas aprehender al “ChanoMartínez por falso testimonio tras un careo con el empleado municipal catamarqueño Pedro Gramajo.
Este declaró que la abogada Lila Zafe -exletrada de los Morales- presionó para cambiar un testimonio, mientras que Martínez sostuvo que Luis Tula y Guillermo Luque los dos acusados estaban en una discoteca de esta ciudad un día después que fue vista con vida por última vez María Soledad Morales.
El “plato fuerte” de aquella audiencia llegó cuando, con un lenguaje vulgar, el exboxeador "Chano" Martínez relató aquella ocasión que vivió con Gramajo y Herrera, pero al igual que este último también afirmó que Guillermo Luque estaba en Clivus y con el agregado que muy cerca estaba también Tula.
Otro dato llamativo fue cuando Martínez afirmó que el 24 de agosto de 1990 vio en Villa Alberdi Tucumán a Guillermo Luque conducir un Renault 18 marrón y que tenía como acompañante a María Soledad Morales, a quienes saludó.
Tras el careo con Gramajo, el “Chano” quedó detenido y luego de un tiempo recuperó la libertad, nunca más boxeó profesionalmente y meses más tarde empezó a incursionar como técnico de pugilistas de su provincia.

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