Marcos Escudero Besana va por la revancha, pasado mañana.
COMBATE EL SÁBADO EN EL CASINO MOHEGAN SUN

Marcos Escudero se instaló en Connecticut

El pugilista arenalense busca revancha con Joseph George, su único vencedor.

El boxeador de la división mediopesado nacido en Córdoba y radicado luego en la vecina ciudad de General Arenales (a la que representa), Marcos Escudero Besana, ya está en Connecticut, para protagonizar el sábado en el casino Mohegan Sun de la ciudad de Uncasville, Estados Unidos, la pelea revancha ante el estadounidense Joseph George, su único vencedor en el terreno rentado.
Será uno de los combates estelares de la velada que se verá por televisión, en directo, en nuestro país, ante gran expectativa previa.
“Machete” Escudero, quien está radicado en Florida (EE.UU.), recordó:  "Perdí la pelea (con George) el año pasado y a la revancha la postergaron por la pandemia y se reprogramó para agosto. Esta será la pelea más importante de mi carrera, estoy ansioso, entusiasmado, listo para ese día. Al rival lo conozco mucho, ya lo estuve estudiando", le comentó a “Medios Provincia” el representante arenalense.
Sobre cómo vivió en el país del Norte lo relativo al Covid-19, expresó: "Aquí se vivió de manera diferente la pandemia, siempre de una u otra manera estuve entrenando, no se me impidió eso", contó.
Escudero, de 27 años, será el primer boxeador argentino en pelear en tiempos del vigente coronavirus y en  relación a su apodo, dijo entre risas: “Fue producto de la broma de un amigo, nada más. En Estados Unidos, los presentadores de las peleas me anuncian como 'The Machine' (La Máquina)”, el mismo mote de Lucas Martín Matthysse, ya retirado de la actividad pugilística.
Recordemos que Escudero Besana nació en Córdoba y desde muy pequeño se crió en General Arenales. Ya lleva cuatro años radicado en West Palm Beach, Estados Unidos. Por circunstancias ligadas al deporte, las mudanzas han sido una constante en su vida.
El fútbol fue parte central de un camino que lo llevó a armar el bolso de un lado a otro. Jugó en divisiones formativas de Sarmiento de Junín, en Independiente de nuestro medio y en equipos de la Liga Arenalense.
Después pasó a Rosario Central, donde llegó a jugar en Cuarta división. El salto que deseaba al profesionalismo nunca se dio y la última etapa como mediocampista la tuvo en algunas ligas del interior, al igual que su hermano.  
A mediados de 2013, Marcos colgó los botines y se puso los guantes. Los rápidos resultados en el boxeo, campeón santafesino y campeón argentino amateur en dos años, lo llevaron a la selección nacional y a representar al país por el mundo.
Al no poder clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro eligió emigrar a los Estados Unidos buscando un nuevo proyecto de vida. En Miami empezó de cero, solo, golpeando puertas, trabajando de cualquier cosa y sin hablar inglés.
De sus once combates profesionales, seis los hizo en Norteamérica. En nuestro país solo se presentó una vez: el año pasado cuando noqueó al santiagueño Elio Trosch para convertirse en campeón latino plata en la categoría mediopesado. La pelea fue en General Arenales, el último lugar de Argentina al que llamó hogar.
Desde enero se prepara para una revancha que el coronavirus le negó en marzo y también en julio. Bajo la mirada de su entrenador Kevin Cunningham, viene tomando todas las precauciones necesarias para evitar contagiarse en una región muy afectada por el Covid-19.
Hasta aquí, uno de sus logros ha sido poder dedicarse 100 % al boxeo. Llegó la hora de dar un paso al frente, es el momento de mostrar una evolución en su desarrollo y avanzar hacia ese objetivo que tantos quieren y que no es la excepción para “Machete” Escudero Besana: ser campeón mundial.