Nací en Teodelina, Santa Fe. De chico jugué al fútbol en Racing Club, lo hacía de “3” y me gustaba. Pero no llegué a primera, aunque algún campeonato ganamos con los pibes.
Pero enseguida me fui al boxeo. Seguí a mi hermano, porque en realidad ninguno en la familia es boxeador.
Lo entusiasmaron a él, para que fuera a entrenar, me pegué y enseguida agarré viaje.
Allá había dos lugares solamente para ir. Uno era de un muchacho que ya boxeaba y entrenaba algunos chicos. El otro, un hombre que siempre le gustó este deporte y había comprado todo el material para practicar. Armó un galponcito y ahí íbamos unos cuantos.
Me bautizaron “La Cobrita”, cuando comencé a entrenar de manera amateur. Le estaba pegando a la bolsa y quien comenzó a enseñarme se me paró enfrente y me dijo: “A vos te voy a poner ´La Cobrita´, y me quedó nomás.
Era muy chico cuando empecé a boxear, ni siquiera llegaba a los cincuenta kilogramos. Tenía catorce años y mi vieja no quería saber nada de nada con esto.
Entonces hacía exhibiciones con un amigo, con el que entrenábamos juntos. Y al tiempo recién hice mi primer pelea amateur, siempre por la zona sur de Santa Fe.
Íbamos a Venado Tuerto, Santa Isabel, Villa Cañás, Elortondo. Muy pocas veces, una o dos, hemos venido en ese tiempo a pelear a Junín.
Y acá llegue cuando tuve la oportunidad de hacerme profesional. La persona que me ayudaba se dio cuenta que allá no había mas nada que hacer y que había que buscar algo. Lo más cerca era Junín o Venado Tuerto y nos vinimos para acá.
Optamos por venir a lo de Mario Arano, con Luis “Cuty” Barrera. Estuve mucho tiempo en la pensión de Arano y realice varias peleas. Me venía los lunes y me iba los viernes, porque yo tengo familia y me esperaban allá.
Pero llegó un punto én el que me iba bien con la carrera y se complicaba todo, entonces nos vinimos a radicarnos a Junín y hace ya cuatro años que estamos acá.
Profesionalmente tuve altibajos, pero estoy conforme como me está yendo.
Estuve en Francia peleando por el título del mundo, en enero de 2018. Llegué invicto con 21 peleas realizadas y allá si no noqueás no ganás. Lo tiré en el primer round, fue una pelea que ganamos ampliamente, pero se la dieron ganada a mi rival, porque era local.
La experiencia de Francia fue espectacular. Otro mundo. Tuvimos la oportunidad de tener un día libre y fuimos a la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo y otros lugares clásicos de la capital francesa, a los que uno solo lo ve por fotos. Una maravilla.
Se nos complicaba con la comida, para pedirla era una odisea, no entendíamos absolutamente nada. Pero de una forma u otra, nos la fuimos rebuscando.
Y hace cuatro meses fui a pelear a Irlanda, en un pueblito cerca de Dúblin. Ahí se nos hizo más difícil todavía para comunicarnos. Pero en el restaurante había chicas españolas trabajando de mozas y fue un alivio tremendo.
También acá me robaron la pelea, contra un zurdito olímpico que venía invicto.
Gané más rounds que en Francia, lo tumbé en el sexto round y me la dieron perdida. Yo sabía que si no noqueaba, no ganaba. Igual la diferencia con ellos está en las peleas que tienen.
Allá llevan como doscientas o trescientas.
Tuve la oportunidad de pelear por un título sudamericano antes de ir a Irlanda, en Lanús. Hice una buena pelea contra Fabio Amitrano y perdí por puntos en un final cerrado.
He tenido muy buenas oportunidades, pero me está faltando una cuota de suerte.
Creo que en Irlanda y Francia no perdí, pero cuando vas a tu licencia te figuran dos derrotas y eso duele demasiado. Yo vengo prácticamente del boxeo del campo, conocí realmente lo que es el entrenamiento serio cuando llegué a Junín. Antes para mi entrenar dos semanas seguidas era un montón.
Ahora me salió otra pelea en el mes de febrero. Es en Carlos Paz, Córdoba, a diez round. Voy a enfrentar al “Ñato” Roldán, de Santiago del Estero (como anticipó “Democracia”. Va a ser una pelea importante.
Me estoy preparando bien. Igual después de Irlanda me tomé un descanso importante porque hacía cinco años que no paraba.
Diariamente entreno una hora y media a la mañana y dos horas a la tarde. Por la mañana va la parte física, que forma parte del estado atlético. Corres y hacer potencia. Y por la tarde va bolsa, guantes, manopleo, técnica, siempre con Luis “Cuty” Barrera.
Veo muchos chicos entrenando, pero falta apoyo económico e institucional para que los chicos se formen. Profesionales no salen si no tienen una buena carrera amateur. Si la carrera amateur es buena el resto viene solo. Pero si no se invierte cuando el boxeador es amateur, no van a salir buenos boxeadores en el futuro.
Mi ídolo es Lucas Matthysse. Yo tuve la oportunidad de entrenar mucho con él y además lo que ha logrado como boxeador es demasiado.
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BOXEO
Emiliano Domínguez Rodríguez: “La Cobrita”
El boxeador de Teodelina se radicó hace casi un lustro en Junín y viene realizando buena campaña como pugilista profesional. Su próxima pelea será en febrero, ante Hugo “Ñato” Roldán.
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