Una jornada singular se vivió el viernes por la noche en el estadio cubierto "Fray Mamerto Esquiú de Catamarca". Una nueva muestra de la vigencia de Marcela “Tigresa” Acuña, quien volvió a consagrarse campeona mundial, en este caso de la categoría supergallo, versión Federación Internacional de Boxeo (FIB). Lúcida, desplegando sobre el ring toda su sabiduría, para vencer con claridad a la enjundiosa bonaerene Laura Griffa, representante de la ciudad de Trenque Lauquen, desde donde viajaron para alentarla.
Alrededor de 4.000 personas le dieron un buen marco al escenario. Casi todos fueron a ver a la“Tigresa” y a los jóvenes pugilistas amateurs locales que participaron en los preliminares. Mientras que un colectivo y otro puñado de autos llegaron repletos de aficionados desde Trenque Lauquen, para alentar a Griffa.
Pero detrás de todo lo que generó ese pleito, se registró un hecho que tiene un significado especial para el tablero del boxeo argentino. El reencuentro de los principales promotores que tiene la actividad nacional: Osvaldo Rivero y Mario Néstor Arano.
Una imagen que quedó registrada en fotos y en la mismísima transmisión televisiva de TyC Sports. Los dos empresarios sobre un mismo ring, cada uno acompañando a su representada: Rivero en el córner de Acuña y Arano en el de Griffa, y saludándose -con besos incluidos- antes de iniciarse y al finalizar la contienda femenina.
La historia del acercamiento
La historia de este acercamiento luego de tantos años de distancia comenzó unos días después de que el promotor de General Pinto que reside en Junín, regresara desde Kuala Lumpur, Malasia, tras la derrota de su pupilo Lucas Martín Matthysse frente a Manny Pacquiao.
Sonó el teléfono de Arano. Del otro lado la voz de Rivero. Hablaron un rato y finalmente arreglaron que las dos boxeadoras se enfrentaran por el cinturón mundial. No tardaron demasiado en ponerse de acuerdo. “No podía cortarle la posibilidad a Griffa de pelear por el título del mundo, Rivero me llamó, acordamos la bolsa y vinimos a pelear”, dijo Arano al portal "A la vera del ring".
Respecto de este acercamiento histórico y sorpresivo entre ambos empresarios, Osvaldo Rivero le dijo a este medio: “Fue importante, sí” y sobre el futuro de la relación y la posibilidad de que haya más peleas entre representados de ambos promotores dijo, luego de pensar unos segundos: “Dios dirá”.
Mientras que Arano consideró que “Esta bueno porque la relación mejoró y seguramente que a partir de ahora, en algún momento -si están las posibilidades, tanto en Direc´TV como en TyC Sports- puedan verse peleadores de ambos promotores”.
Fue raro verlos juntos, abrazarse y hasta besarse sobre el cuadrilátero antes del combate, aunque no todo fue dulzura, ya que al “Negro” se lo vio algo exaltado el viernes por la tarde durante el pesaje. Pero cerca de ambos lados aseguraron que, a solas, “Todo fue cordial”.
El encuentro ocurrió y fue público. El tiempo dirá si perdurará la buena relación entre ambos promotores y especialmente si eso beneficiará al pugilismo argentino, más que nada, para que puedan realizarse buenas peleas que permita reactivarlo.
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