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Domínguez ataca, Mimoune se defiende, como casi toda la pelea.
BOXEO PROFESIONAL EN FRANCIA

"La Cobrita" Domínguez perdió por el campeonato en una pelea polémica

El zurdo Mimoune se quedó con el título súper ligero de la Organización Internacional de Boxeo (IBO).

Quizá no le haya alcanzado porque tuvo un cierre de pelea deficitario y no supo cortar el andar de ring de su rival, pero en la tarde-noche del sábado 20 de enero, en París, la capital francesa, el santafesino Emiliano "La Cobrita" Domínguez, que entrena en Junín a las órdenes de Luis "Cuty" Barrera, tuvo que batallar cuanto menos con un par de cosas en contra: Emanuel Mimoune, oponente, y el señor Christophe Hembert, árbitro.
La fría estadística dirá que, en el Palacio de los Deportes Marcel Cerdán, del barrio de Levallois Perret, en las afueras parisinas, el zurdo Mimoune (63,250) conquistó el campeonato súper ligero de la Organización Internacional de Boxeo (IBO) al vencer por decisión unánime en 12 vueltas a “La Cobrita” Domínguez (62,900).
Las tarjetas fueron las siguientes: Leszek Jankowiak (Polonia) 116-109, Oliver Brien (Alemania) 117-108 y Phillipe Verbeke (Bélgica) 113-112.
Domínguez salió con mucha soltura y confianza. A los 20 segundos de combate, con un derechazo en cross, mandó a la lona al local. El estadio enmudeció. Mimoune, muy hábil e inteligente, supo capear el temporal.
“La Cobrita” hacía sentir su castigo al cuerpo y el galo, además del recurso de las piernas y el jab, apelaba demasiado al palanqueo (incluso derribó antirreglamentariamente al santafesino tres veces). Hasta el cuarto asalto la pelea tenía un dueño: Domínguez. Allí hizo su entrada decisiva el referee local Hembert , que en ese mismo round y en el quinto, le puso una bisagra al duelo.

Polémicas
Primero, en el cuarto, le computó al argentino una caída inexistente (Mimoune le rozó la cara con una derecha al mismo tiempo que, por tener ambos las guardias invertidas, Emiliano tropezó y se fue al suelo). Luego, en el round siguiente, le descontó un punto a “La Cobrita” por agachar demasiado su cabeza. Era la segunda advertencia (ambas injustas) que le hacía. El francés cometió no menos de 12 palancas y varios golpes bajos. Si eso no es decisivo e influyente ¿qué cosa lo es?
Domínguez nunca cejó en su intento de acortar distancias y buscar la pelea. Tuvo un muy buen round en el sexto, cuando intensificó su ataque, combinó bien arriba y abajo, y tuvo mal al local.

La categoría de Mimoune
Hay que convenir que el francés es bueno. Zurdo, tiempista, zorro y contragolpeador, puso todas sus cualidades arriba del ring y supo regular sus energías mientras el de Teodelina iba mermando las mismas, aunque siempre con mucho pundonor.
En la segunda mitad, Mimoune emparejó las acciones y se llegó a un final cabeza a cabeza en el cual, ya se sabía, la ventaja es casi siempre para el local. En medio de los buenos asaltos del francés, el referee seguía ignorando sus marrullerías (salvo algún que otro leve reto) mientras que al argentino se la pasaba advirtiéndole cosas, sin dudas condicionándolo.

La definición 
La mención a la tarjeta de Verbeke tiene que ver con que, si consideramos que no debió haberse computado un derribo en contra de Domínguez y que el punto de descuento fue a todas luces injusto, el juez belga hubiese tenido 114-113 para Emiliano.
En definitiva, el primer desembarco de Emiliano Domínguez fuera del país tuvo un aprobado. Es menester remarcar que se sabía que no debía dejar duda alguna en el desarrollo de la pelea y, si era posible, ganar por KO -la famosa regla no escrita para el visitante-. No pudo ser. “La Cobrita” perdió el invicto pero ya espera que comience a construir su mejor victoria, que no será otra que saber capitalizar esta fascinante experiencia parisina.

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