NÉSTOR SÁNCHEZ

Como “Perico” por su casa

Entrenador histórico de San Martín, acaba de sumar a las vitrinas la copa que le faltaba en el básquet femenino. Está con las inferiores y da una mano en el plantel profesional que milita en el Torneo Federal.

Néstor “Perico” Sánchez nació en el barrio y se crió dentro de la cancha del Club San Martín. Allí jugó al básquet desde chico y después comenzó la carrera como entrenador de mini, luego de las divisiones formativas, el básquet femenino y además le da una mano a Mariano Bosa y Matías Huarte en el Torneo Federal de Clubes de Básquetbol.
 “Yo comencé a jugar al básquetbol a los 15 años. Todavía no existía la categoría cadetes. Estuve entrenando dos años junto con todos los chicos del barrio que venían y después ya me pusieron en primera. La cancha era descubierta, estaba el viejo portón de  chapa grande, las placas que contorneaban la cancha, la tribuna grande de un lado y la corta sobre calle Roque Sáenz Peña.
“El piso era de cemento. Te caías y te pelabas todo. Terrible, pero nos acostumbrábamos. Además a la edad que teníamos nosotros a las dos de la tarde estábamos entrenando al rayo del sol. Parábamos cada tanto para mojarnos las zapatillas porque las baldosas eran un fuego. Había tableros de madera y la vieja pelota de plástico que hacia los setenta comenzó a cambiar. Cuando fuimos a jugar a Viamonte recuerdo que todavía tenían la cancha de polvo de ladrillo. Acá, salvo las canchas de Ciclista y Los Indios, el resto eran abiertas y con piso de cemento.
“El básquet no tenía nada que ver con lo que es hoy en día. Era más lento, se jugaba a otro ritmo. No había preparador físico ni entrenador. Veníamos a practicar y  a veces el recordado Miguel Forzano hacía de técnico nuestro, pero nada que ver con hoy que el básquet es mucho más atlético. Hoy si no estás bien físicamente no podés jugar. Antes era tranquilo, sin veinticuatro segundos, ni nada de eso. El marcador era muy bajo. Pasando los cincuenta goles era un resultado espectacular.
“Me acuerdo los viejos clásicos con Argentino acá. Veníamos a las dos de la tarde a cortar papeles y preparar todo hasta las diez de la noche que era el partido. Venía mucha gente. Las dos tribunas completas, de bote a bote. Yo calculo que reuníamos cerca de mil quinientas personas o un poco más. Igual en todas las canchas iba mucha gente, siempre estaban completos los partidos”.

El techado

“El techado de la cancha fue para el barrio algo espectacular. Cuando sale la idea de Alcides Schiavoni se generó como una euforia y cuando comenzaron a sacar las placas de la cancha los visos de realidad eran inminentes. Comenzaron a entrar unas grúas gigantes para poner las vigas y después vino el tinglado. Quedaba San Martín sin gimnasio techado y era una obra que había que hacerla. Igualmente el piso siguió siendo de material, se hizo un mejorado con una pintura especial que era la que usaban en las canchas de paddle y cambiaron los tableros a cristal. Además se puso un reloj electrónico. En la esquina donde ahora está la escalera estaba el viejo tablero de chapa, sobre la chimenea de la caldera. A veces no jugábamos y nos peleábamos a ver quién iba a dar vuelta las chapas. Prender la caldera era una ceremonia. El recordado Miguel Forzano ponía un tacho de los de dulce de batata, lo llenaba con kerosene y estopa. Así calentaba el agua en invierno y nos podíamos bañar después de jugar”.
 
Entrenador

“Yo dejé de jugar a los treinta y cinco años. Pero ya había estado trabajando en las inferiores del club. Comencé con el minibasquet, después me hice cargo del básquet femenino y luego tomé las formativas.
“En 1990 me hice cargo de la primera cuando el club trajo a Sartor y Lorio. Primero ese equipo lo entrenó Polo Cárdenas, después Pepe Moreno y terminé dirigiendo la campaña yo”.

Campeón de primera

“Yo había salido campeón con San Martín en todas las categorías del femenino, menos en primera. Mini, preinfantiles y cadetes. Se nos estaba negando en la mayor.
“Cuando se inicia el 2013 llegaron chicas nuevas al equipo y yo estaba convencido que se había armado un plantel fuerte. Arrancamos bien el torneo ganando los cuatro primeros partidos y pasó lo de todos los años. Las chicas comenzaron a trabajar, podíamos entrenar un solo día a la semana, perdimos un par de partidos y lo que nos motivó que les hizo un clic en la cabeza fue el cuadrangular que organizó Argentino.  Coco Nigro nos invitó a jugar un cuadrangular con La Pampa y Ciclista.  Nosotros habíamos perdido con Argentino acá y los dos contra Ciclista. Vamos a jugar el cuadrangular, le ganamos a Ciclista y vencimos a Argentino en la final.
“Empiezan los play off finales y acá Argentino nos sacó la localía. Vamos allá y le ganamos los dos juegos seguidos. Llegamos a la final con Ciclista y le ganamos allá y en nuestra casa creo que jugamos el mejor partido del año y nos quedamos con el título”.

Plantel profesional

“Estoy haciendo la planilla, colaborando en el banco del plantel profesional en el Torneo Federal. Creo que empezó el ´14 de la menor manera obteniendo triunfos espectaculares. Ni hablar el otro día del partido ante Independiente. Una lástima el juego que se nos escapó en Carcarañá, muy raro donde fuimos ganando por quince y nos emparejaron. Cuando llegaron los últimos dos minutos hubo unos fallos que no me convencieron y terminamos perdiendo. Pero los chicos están bien, creo que vamos a clasificar. Nos falta que vengan a casa Estudiantes de La Plata, Echagüe, Carcarañá y afuera San Lorenzo, Platense y los dos de Santa Fe. Vamos a pelear el cuarto puesto. Hay mucha confianza en el equipo, jugadores que levantaron mucho su nivel y es muy bueno para el equipo porque se hace largo y todos pueden entrar con el mismo nivel de juego”.

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