MANO A MANO

Yo, Adrián Capelli

Adrián Capelli nació en Junín el 5 de julio de 1969. Arrancó en su club de barrio, Sarmiento y sus inicios como entrenador ya estaban iluminados porque de movida fue campeón.  “Me acuerdo que empecé a jugar al básquetbol de muy chiquito. Yo acompañaba a mi hermano Carlos al club Sarmiento, me empezó a gustar y ahí me fui metiendo. Jugué en las inferiores, luego en primera,  hasta que me fui a participar con El Linqueño en el Regional de Clubes. Cuando volví comencé a dirigir Sarmiento en primera y tuve la suerte de salir campeón.
Al año siguiente me contrató el club Junín donde jugué y dirigí. Fue una locura. Estaba encargado de todas las categorías y además integraba el equipo de primera. Vivía adentro del club. Después me llama Cristian Márquez para que me haga cargo de la primera local de Argentino y si quería ser asistente de él en el equipo profesional. Como yo tengo un aprecio muy grande con Cristian y soy un agradecido a él por encontrarme donde estoy hoy porque me abrió las puertas de comenzar a conocer un equipo profesional, acepté el desafío”.

Veía lejos el profesionalismo

“Cuando hablamos de lo primero mío como jugador y luego entrenador, nunca pensé que podía llegar donde estoy. Muchas veces lo comentaba con colegas, con Darío Racero -por ejemplo- cuando hicimos un viaje a Miami que le dije que me gustaba ser profesional, pero sabía que no iba a ser sencillo.
Tener la suerte que Argentino me dio la posibilidad de hacer Liga y no haber parado hasta ahora me llena de orgullo”.

Cuatro ascensos

“Yo tengo cuatro ascensos. Con Argentino dos veces a la “A”, con Ciclista una vez a la “A” y con Ciudad de Bragado al TNA.
Yo nunca me la creí. A pesar de mis logros, soy una persona que día a día sigo aprendiendo. En la Argentina hay grandes entrenadores que de todos uno va mirando y aprendiendo. En mi caso es una carrera donde todos los días asimilás algo nuevo”.

Liga Sudamericana

“Es algo de lo que estoy muy orgulloso. Es otro gusto que me dí.  No solamente tener la suerte de clasificar a la Sudamericana, sino poder jugarla. Fuimos al primer cuadrangular donde nadie daba nada por nosotros y lo ganamos. Y en el otro cuadrangular estuvimos muy cerca, le ganamos a Uniceub que para mi es impresionante, un gran equipo, y llegar a la última fecha con posibilidades de clasificar me deja una satisfacción muy grande”.

La actualidad

“Nosotros sabíamos que participar en la Sudamericana con un equipo no tan largo y con el presupuesto que contábamos nosotros, íbamos a correr el riesgo de tener muchos juegos encima y en algún momento lo sentiríamos.
Tener la suerte de pasar el primer cuadrangular nos llevó a suspender partidos y jugar entre semana. Hace cuarenta y cinco días que venimos viajando y jugando, prácticamente sin entrenar. A todos los equipos les ha pasado. Hasta que a uno no le toca no se da cuenta de la realidad. Agregado a esto hoy nos toca estar empezándonos a reacomodar y sin Juan Cangelosi  es duro. Juanchi ha tenido una temporada buenísima y nos desequilibra un poquito. No solamente es un jugador titular, sino que es capitán del equipo, nos aporta muchas cosas que tenemos que ver cómo las suplimos.
Nos vamos a jugar a estar lo más arriba posible en la segunda  fase.  Mirando los números para la división vamos a arrancar todos juntitos.  Necesitamos un descanso y el parate de las fiestas nos va a venir bien. Luego veremos cómo encaramos la segunda parte del calendario”.