Juan Cangelosi: El retiro del Gran Capitán
BÁSQUET

Juan Cangelosi: El retiro del Gran Capitán

Un histórico del club Atlético Argentino dejó el básquet con todos los honores.

Cuando llegué a Junín, allá por 1987, no jugaba al básquet. Era muy chico, estaba por comenzar primer grado. Después mi tía y mi primo me trajeron al club Argentino.

Recuerdo que en las inferiores, cuando empecé a hacer goles y llegábamos a las finales, el diario Democracia siempre sacaba lo de los chicos. Y como estaba en un buen momento Daniel Cangialosi en Sarmiento, me ponían el apellido igual.

Entonces fue mi tía, creo no menos de tres veces (risas) y hasta que no habló con el Dr. Lebensohn en persona no paró. Y logró que me pusieran bien el apellido. A ella le molestaba un montón. Nosotros somos de Mercedes y no teníamos nada que ver con el de Junín. De hecho tengo muchísimos recortes del Diario Democracia guardados. Una carpeta fuimos haciendo con mi carrera. 

De chico empecé a juntar y de grande también. Mi señora me incitó a que me la hiciera y se fueron acumulando un par de carpetas. Tengo muchísimos recortes y después con la Liga Nacional muchos más porque había información de todos lados.

De inferiores sí, exclusivamente de Democracia la carpeta que tengo armada. Estos recuerdos quedan para toda la vida, de hecho los chicos lo pueden ver hoy porque ni habían nacido.

De las inferiores de Argentino recuerdo que en un principio estaban Kike Biurrun, luego Sergio Maití, el Bocha Rodríguez, pero quien más estuvo fue el Rata Samperi que nos agarró también de chico y por suerte lo tuvimos en todas las inferiores. En los primeros años nos costaba entender que estábamos creciendo y aprendiendo y nos goleaban todos los partidos, no le ganábamos a nadie. 

Y con el correr de los años fuimos mejorando y tuvimos muy buenos torneos, con varios campeonatos ganados.

A primera local me promovió el Rata Samperi. Me hizo debutar en un partido con Villa Belgrano, que tengo el recorte del diario guardado.

Ya por aquel entonces había llegado el Pantera Márquez a Argentino y nosotros rotábamos con los chicos del club para competir con la primera que participaba de lo que era el Campeonato Provincial de Clubes de Básquetbol.

Llegué como juvenil a entrar, en al menos algún partido –y también tengo los recortes del diario (risas)- de la Liga Nacional “C” en el cuadrangular con River Plate, Ateneo Popular de Versailles y Sportivo Escobar.

Y también en la Liga Nacional “B” entré en algunos partidos ya definidos, al final, pero por suerte pude compartir cancha con el plantel profesional.

Lo que pasó en la “B” es que para Argentino fue una categoría de tránsito, solo compitió una temporada.

Yo con 16-17 años empecé a tener minutos importantes en el Torneo Nacional de Ascenso. Pasaron cuatro años, yo era mayor porque no existía la ficha sub23, y fue ese año que logramos el ascenso con Adrián Capelli.
En la Liga Nacional estuve dos años seguidos con Argentino, que fue mi primera experiencia con el club en la Liga. Fue durísimo, pero pudimos salvar la categoría. 

El segundo año nos fue bastante mejor. Quedamos en mitad de tabla.

Después me fui a Ciclista que fue un año muy bueno. Me permitió saltar a España, a jugar en un equipo muy similar a lo que es Argentino, salvando las distancias de la cultura, del país y demás. Un equipo humilde que aspiraba a ser competitivo. Lo logramos, pudimos entrar a play off que allá es un poco más complejo dado que clasifican ocho de dieciocho equipos. Fue un buen año.

Luego nació mi hija y nos volvimos a la Argentina con mi mujer. Empecé a deambular por algunos equipos de acá como Central Entrerriano de Gualeguaychú, Estudiantes de Bahía Blanca, Quilmes de Mar del Plata y cuando mi hija Francisca comenzaba el Jardín me volví a Argentino.
Ya no me moví más, salvo ese momento que dijeron que no jugaban y me fui a Libertad de Sunchales, pero cuando aceptaron jugar me volví. Pasó que habían manifestado la intención de vender la plaza, yo necesitaba seguir trabajando, y me fui.

Estoy contento con el paso por el básquet. Primero de chico no tenía en mente ser jugador profesional. Luego el club, al empezar a competir en este nivel, fui viendo lo que era y a la vez entusiasmándome. Disfruté muchísimo lo que es competir. 

Estoy muy agradecido. Le he sacado jugo. Siento que soy una persona que aprendió muchísimo. No tenía unas condiciones innatas para el deporte, pero con mucho esmero y perseverancia creo que me convertí en el jugador que soy hoy y poder estar toda esta cantidad de partidos en la Liga.

El retiro

Uno quisiera seguir jugando al básquet hasta de viejo, cosa que obviamente no se puede.

Hace unos años venía pensando cuándo sería el momento y esta temporada me pareció que era la ideal para hacerlo.

Más allá que siento que terminé bien físicamente y demás, ya con la edad que tengo me parece que es el momento para ir cambiando de rumbo.

Ni hablar de cómo terminó todo. Me voy muy pero muy feliz.

No se si me retiré ganador, pero si como empezó todo. Peleándola. El club siempre luchó. Por ser un club de barrio no está a la altura de muchos equipos que reciben apoyos importantes. Siempre tiene que hacer laburos extras para poder estar.

Y así como los dirigentes y la gente apoya, y compite en desventaja, nosotros los jugadores estamos en la misma situación.

Ahora voy a descansar. Tengo que deshojar la margarita para ver como sigue todo.

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