Cuesta a veces poner en palabras los hechos de la vida real. Pero la apoteosis que se generó el sábado 18 de mayo en el estadio de Club Atlético Argentino es indescriptible.
Es que lo potenció la televisión. TyC Sports puso en toda la Argentina, y Sudamérica, la imagen final de un Argentino triunfante, con el adicional de que el padre en retirada le entregaba al hijo la vara sucesoria, para que continúe su camino con la magia del básquetbol y tantas alegrías que le trajo al barrio de las Morochas.
En el epílogo del partido, que terminó en goleada de Argentino 83 a 68 ante Comunicaciones, Adrián Capelli puso en cancha a Jacinto Cangelosi. Y se hizo la realidad. Padre e hijo en el mismo piso de madera flotante, ante el delirio de dos mil hinchas en El Fortín de las Morochas.
Y cuando el nene fue a ejecutar los tiros libres, ante la presión del público que seguía ovacionando, Juanchi hizo una seña con la mano en alto: "Es demasiado" y se quebró en llanto.
Tras la chicharra final, terminaron abrazados debajo del aro "maestro" con todas las cámaras encima, una decena de fotógrafos y aficionados queriendo retratar ese momento, y luego con toda la familia unida.
El hecho estaba consumado. Juanchi se iba, Jacinto llegaba para quedarse. El tiempo hará el resto.
Juanchi “Un cierre soñado para mi carrera”
Papá Juan fue el primero que habló ante la requisitoria de Democracia y dijo: “No sé si traspaso de mando, pero sí fue un cierre relindo para mi carrera y un inicio para la que Jacinto aspira. Haberlo compartido en cancha estando presente mi familia, un montón de gente que me conoce de antes de la edad de él, de más jovencito, fue muy lindo. Además causó una gran emoción en muchísima gente.
En algún momento lo pensamos en estar juntos en la cancha. Después por la situación del equipo y cómo estábamos en el campeonato, me olvidé. Pero Adrián Capelli, unos días antes de jugar ese partido, me preguntó qué tenía pensado hacer y, al enterarse que mi idea era no jugar más, me propuso invitar a Jacinto a que se cambiara. Obviamente le dije que sí. Él tenía intenciones de poder compartir la cancha conmigo y por suerte se dio. Él estaba enfermo y vino igual”.
Jacinto: “Son cosas que no se van a repetir”
Jacinto dijo: “Yo juego desde los tres años. Ya logré salir campeón cuando tenía trece años y jugué una final con U19”.
“Para mí haber jugado con mi papá en la Liga Nacional de Básquetbol fue una alegría enorme. Me sentí muy feliz de haberlo realizado. Son cosas que no se van a repetir, así que me alegro de haberla vivido.
Yo juego de dos, me gusta mucho estar en esa posición. Me siento muy cómodo, me gusta tirar al aro y esto es lo que amo. Entreno todas las semanas y siento que voy progresando en el juego”.
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