El Gallego García recibiendo al Caco Bualó en Las Morochas. Fue la última vez que vino Bualó a Junín y el Gallego, siempre atento, le brindó la hospitalidad correspondiente.
El Gallego García recibiendo al Caco Bualó en Las Morochas. Fue la última vez que vino Bualó a Junín y el Gallego, siempre atento, le brindó la hospitalidad correspondiente.
BÁSQUET

El adiós al Gallego García

“Vamos Argentino, vamos”. Todavía parece retumbar en el estadio del barrio de Las Morochas la voz del Gallego García, justo cuando el árbitro entraba al círculo central para realizar el salto inicial del partido. Se lo va a extrañar y mucho.
Mientras le dio el físico, fue un asiduo colaborador de la entidad de la calle Almirante Brown. Para lo que necesitase el club estaba disponible. De hecho realizó innumerables viajes a Ezeiza para traer a Junín a los jugadores extranjeros que  contrataba el club.
Anteayer, Fernando Luis García, el Gallego, nos dejó para siempre.
Qué mejor recuerdo para describirlo que el de su propia hija, Luz García Franco, quien en las redes sociales posteó: “Terco y porfiado como ninguno, siempre supo darse los gustos y no se quedó nunca con ganas de nada, trabajó hasta los últimos días de su vida vendiendo repuestos que era lo que amaba.
Amadeo no lo alcanzó a conocer, Amparo sí pero no creo que se acuerde de él, le voy a contar sobre el abuelo que tuvo, que se desvivía por verla jugar diciéndome tantas veces "qué hermosa Lucecita, qué hermosa está, es igual a mí"... y tenía razón!!! 
Esta relación de padre e hija que tuvimos... A veces difícil, pero, otras tantas, ¡hermosas! El brillo en sus ojos cuando nos miraba era imposible de explicar.
Esta despedida en pandemia hizo que las últimas veces nos saludáramos con una chocada de puños fría, que no nos merecíamos. Acá te vamos a extrañar, pero seguramente allá la abuela Luisina te recibió con el abrazo más hermoso que se pueda dar.
Hasta siempre papá, hasta siempre abuelo Fernando Luis García.”

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